La banda ancha llega a Haití: conectar comunidades
Por Catherine Jewell, División de Comunicaciones, OMPI
En el devastador terremoto que asoló Haití en enero de 2010 murieron más de 200.000 personas, y cientos de miles quedaron sin hogar; además, las telecomunicaciones y los sistemas de energía eléctrica quedaron fuera de servicio, y muchos edificios gubernamentales, destruidos. La grave situación del país provocó una respuesta internacional masiva en apoyo a los esfuerzos de reconstrucción. A pocos días del desastre, Inveneo, una empresa social sin ánimo de lucro con sede en los Estados Unidos, estableció una importantísima red inalámbrica en la capital, Puerto Príncipe, que permitió que los principales organismos de ayuda pudieran comunicarse entre sí y con el resto del mundo. Durante la evaluación de la situación de las tecnologías de la información en Haití, Inveneo descubrió que el acceso a la banda ancha se concentraba casi por completo en la capital. De acuerdo con el compromiso asumido de mejorar el acceso a la banda ancha en las comunidades pobres y desatendidas, Inveneo comenzó a estudiar la forma de extender la banda ancha a las comunidades rurales del país. Estos esfuerzos culminaron en el lanzamiento en 2011 de la iniciativa Haiti Rural Broadband encaminada a llevar la banda ancha a zonas rurales (también conocida como Haiti Connect Cities). Recientemente, la Revista de la OMPI se reunió con el Sr. Bruce Baikie, Director Ejecutivo de Iniciativas de Banda Ancha en Inveneo, para conocer mejor el programa y la función que desempeña la propiedad intelectual (P.I.) en él.
Banda ancha para las zonas rurales de Haití
La iniciativa encaminada a desarrollar la banda ancha en el medio rural es un programa de colaboración en el que participan los Prestadores de Servicios de Internet de Haití, empresarios del sector de las tecnologías de la información (T.I.) y una amplia gama de organizaciones del país, como escuelas y hospitales, que podrían salir muy beneficiados de un acceso a Internet de banda ancha asequible y fiable. “El objetivo primordial es buscar tecnologías apropiadas y, en la mayoría de los casos, soluciones informáticas de baja potencia que tengan un bajo costo en infraestructura de telecomunicaciones para que las comunidades puedan aprovechar el acceso a Internet de banda ancha”, explicó el Sr. Baikie.
Disuadidos por los altos costos y los desafíos geográficos que entraña la prestación de servicios a zonas rurales, los operadores de telecomunicaciones y los prestadores de servicios de Internet de Haití no se habían aventurado en estas comunidades. A través de esta iniciativa, Inveneo se propuso disminuir la brecha tecnológica existente. “Identificamos siete regiones que carecían de cualquier tipo de conectividad a Internet. El viaje hasta estas comunidades puede llevar hasta ocho horas. Si se calcula el costo del combustible y el tiempo que se necesita para mandar a un técnico a conectar los clientes, la cobertura de estas zonas no era viable para los operadores nacionales, sin embargo al mes de comenzar nuestro proyecto piloto, ya habíamos firmado contratos de conexión por unos 100.000 dólares EE.UU. Esto ayudó a que cambiaran de opinión”, declaró.
El modelo de negocios de Inveneo elimina costos asociados con el envío de un técnico especializado de la capital a las zonas rurales. “Nosotros optamos por elegir la tecnología adecuada y enseñar a los socios locales las tecnologías que utilizamos,” siguió diciendo el Sr. Baikie, que explicó que Inveneo construyó la red inalámbrica compuesta por 31 emplazamientos de torres y miles de piezas de equipos en zonas rurales y ahora la está compartiendo con los operadores de telecomunicaciones y los prestadores de servicios de Internet nacionales. Los empresarios locales formados por Inveneo son responsables de la prestación de servicios directos, como marketing, instalación y posventa, a los clientes locales. “Al principio trabajamos codo a codo con ellos para lanzar el proyecto y tras un cierto tiempo, lo dejamos totalmente a cargo de nuestros socios locales. Ellos son los dueños de los proyectos y deben mantenerlos. Todo se lleva a cabo localmente”, dijo el Sr. Baikie. “Nuestra capacidad de delegar el trabajo a nuestros socios locales es la clave de nuestro éxito. Así se garantiza la sostenibilidad”.
Desarrollo de conocimientos técnicos locales
Para crear capacidad local en T.I. y crear una red local de especialistas en esta área, Inveneo formó a jóvenes de zonas rurales con experiencia en T.I. e interés en convertirse en empresarios. Los participantes aprendieron a utilizar, extender y apoyar la banda ancha y las computadoras en las zonas rurales y también a administrar sus propias empresas. “En una semana reciben la formación de empresarios. También les enseñamos los aspectos técnicos de las tecnologías que utilizamos para que puedan ofrecer a sus clientes la mejor solución posible”, agregó y explicó que las necesidades de un servicio de atención sanitaria que desea interconectar varios centros de salud en diferentes zonas son muy diferentes de las de una escuela que quiere crear una red interna.
Hasta la fecha se han graduado unas 64 personas de los programas de formación de Inveneo, BATI (Bati Anfòmatik Teknisyen yo ak Inveneo). Al graduarse, los aprendices reciben la autorización de revender los equipos certificados por Inveneo. “Como socio certificado de Inveneo les conferimos el derecho de utilizar nuestra tecnología”, observó el Sr. Baikie. Los socios locales reciben un porcentaje de los beneficios generados por cada venta. Esto les garantiza un ingreso seguro y ayuda a mantener los conocimientos de T.I. en la comunidad. “Generalmente, la persona que vive en una zona rural y tiene una especialidad termina mudándose a la ciudad. La fuga de cerebros también se produce dentro del país. La facilitación de los medios necesarios para establecer la conectividad en zonas rurales hace posible que los aprendices BATI puedan crear un negocio exitoso, aumentar sus ingresos y generar oportunidades locales de empleo. Además abre la puerta a una miríada de oportunidades de desarrollo dentro de estas comunidades”, dijo el Sr. Baikie.
Fomentar la sensibilización acerca del sistema de P.I.
El programa BATI transmite a los aprendices conocimientos básicos sobre P.I.: su importancia y la mejor manera de aprovechar el sistema. “Estamos trabajando con empresarios en zonas rurales que no tienen idea de qué es la P.I. Es importante poder ofrecerles una formación básica sobre el tema para que sepan que cuando crean algo necesitan protegerlo, así entienden mejor las condiciones de nuestro acuerdo de licencia y además, pueden negociar mejores contratos de licencias para ellos mismos”, comentó el Sr. Baikie.
“Nosotros optamos por elegir la tecnología adecuada y enseñar a los socios locales las tecnologías que utilizamos. Nuestra capacidad de delegar el trabajo a nuestros socios locales es la clave de nuestro éxito. Así se garantiza la sostenibilidad”
La sensibilización acerca del sistema de P.I. entre los socios locales es un factor importante para la sostenibilidad del modelo de negocios de Inveneo. Por un lado, Inveneo debe proteger el valor añadido por sus ingenieros al adaptar los programas informáticos (de código abierto) necesarios para operar y gestionar redes de bajo costo utilizadas por múltiples empresas, proveedores de servicios de Internet y soportes, en entornos difíciles. “Los programas informáticos de código abierto que utilizamos deben estar completamente integrados en el equipo y deben contar con una interfaz de utilización fácil. Esto requiere un “ingrediente secreto” que merece ser protegido”, dijo el Sr. Baikie. Por otro lado, Inveneo desea que sus programas informáticos se encuentren a disposición de los socios locales para que ellos añadan sus propias ideas a fin de mejorar el sistema, y además para brindarles una ventaja comercial. La asociación con la marca Inveneo ofrece a los socios certificados una ventaja de mercado. “La formación impartida por Inveneo brinda credibilidad a los empresarios, además de una ventaja comercial ya que los clientes saben que nuestros socios locales cuentan con el apoyo de ingenieros altamente cualificados y utilizarán el equipo adecuado para el proyecto”, añadió el Sr. Baikie. Los aprendices BATI también se benefician de una serie de recursos como ferias comerciales, asistencia técnica, asesoramiento y formaciones adicionales. “El asesoramiento es fundamental para la supervivencia a largo plazo de este tipo de empresas, por eso aunamos nuestros esfuerzos con MicroMentor para crear una red de apoyo y asesoramiento que permite a los empresarios que formamos obtener la orientación que necesitan de otros más experimentados en el mundo de los negocios”, agregó.
Para ayudar aún más a los aprendices del programa BATI a montar sus empresas y expandir la red, Inveneo negoció asociaciones entre los graduados del programa y los proveedores de servicios de Internet. Muchos de ellos también reciben formación de proveedores de servicios y empresas de telecomunicaciones nacionales sobre los diversos paquetes, opciones y tratos especiales que cada cual ofrece a escuelas u hospitales, por ejemplo. “Los proveedores están de acuerdo con esto porque nunca antes habían tenido negocios de este tipo”, dijo. Del grupo original, 30 han sido contratados por diferentes proveedores de servicios de Internet como representantes a tiempo completo.
Gracias a los esfuerzos por formar estas alianzas, las empresas especializadas en las TIC capacitadas por Inveneo proporcionan acceso a Internet a más del 20% de la población haitiana. Más de 200 organizaciones situadas en 20 importantes centros de poblaciones rurales, entre otros, escuelas, hospitales, dispensarios, empresas y organismos de gobierno, ahora tienen acceso a Internet de banda ancha y todos los beneficios que esto significa. En cuanto a las repercusiones derivadas de la conectividad a la banda ancha, “las oportunidades varían significativamente, depende de si hablamos de un dispensario que ahora posee acceso a información sobre atención de salud, o de una escuela donde los estudiantes tienen ahora cantidades enormes de información y conocimientos al alcance de su mano”, dijo el Sr. Baikie.
En el marco del programa “Escuelas Conectadas”, Inveneo, en colaboración con Microsoft, World Vision y Hewlett Packard, tiene previsto instalar 40 laboratorios especializados en las TIC en escuelas rurales a través de las regiones que cuentan ahora con redes de banda ancha. Hasta la fecha se han instalado laboratorios informáticos que funcionan con energía solar en 40 escuelas, en cuatro departamentos de Haití, y 98 maestros han recibido formación en T.I. “Ahora que los materiales, los procesos y el personal local cualificado son una realidad, anticipamos un rápido aumento en el número de escuelas que aprovechan la conectividad en las zonas rurales del país”, observó el Sr. Baikie. Con la instalación de estos laboratorios informáticos, los formadores locales están impartiendo cursos básicos de informática a las comunidades rurales, una verdadera transformación en la vida de los habitantes, además de una gran oportunidad para la creación de medios de subsistencia.
El objetivo de Inveneo de hacer llegar tecnologías apropiadas a entornos difíciles es la clave del éxito de su modelo. “Los equipos informáticos son la parte más sencilla de nuestra tarea, el reto es gestionar y operar los programas”. Trabajar en algunas de las comunidades más pobres y carentes de tecnología del mundo presenta desafíos especiales. “Si no hay suministro eléctrico, debemos estar seguros de que estas tecnologías funcionan sin problemas con energía solar”, explicó el Sr. Baikie. Las tecnologías deben ser asequibles y deben poder funcionar en entornos difíciles “y deben resistir al calor, la humedad y la fauna local”, agregó y explicó que el mantenimiento fácil y la interfaz sencilla son otras de las características esenciales de las tecnologías que hacen falta en estos entornos. Gracias a la transmisión de sus vastos conocimientos especializados a su creciente red de socios, Inveneo está ayudando a asegurar la viabilidad a largo plazo de inversiones en infraestructuras esenciales. Su trabajo está creando nuevas oportunidades de sustento para millones de personas y apoyando las actividades de socorro en Haití, permitiendo así la reconstrucción del país.
La incidencia de la labor de Inveneo, sin embargo, sobrepasa ampliamente la frontera de Haití. Su compromiso de llevar tecnologías que permiten la informática sostenible y el acceso a la banda ancha a comunidades desatendidas (con una pizca de su “ingrediente secreto”) está abriendo nuevos caminos para el desarrollo de un creciente número de comunidades alrededor del mundo. Desde 2006, Inveneo y sus 120 socios certificados del sector de las TIC han ofrecido soluciones a alrededor de 1.000 comunidades rurales y desatendidas en 23 diferentes países, desde Haití a Asia meridional y África subsahariana, donde han mejorado las oportunidades de educación, salud y empleo de más de 2,8 millones de personas.
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