Los innovadores nigerianos se conectan
Por Sunday Daniel, periodista independiente (Nigeria)
En una tranquila sala alejada del calor y el bullicio de las calles de la capital de Nigeria, media docena de innovadores escudriña las pantallas de sus ordenadores, totalmente inmersos en la tarea de convertir sus sueños en realidad.
Utilizan equipos informáticos conectados en red para hacer búsquedas en bases de datos de propiedad intelectual de otros países, adquiriendo información sobre el uso que se hace a escala mundial de las patentes, las marcas, los diseños industriales y otras formas de propiedad intelectual. El Centro de Acceso a la Tecnología y la Innovación, o CATI, en el que trabajan es una de las muchas oficinas similares de recursos públicos establecidas por gobiernos de países en desarrollo en colaboración con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), el organismo especializado de la Naciones Unidas para la propiedad intelectual. El objetivo consiste en facilitar el acceso al sistema internacional de propiedad intelectual al mayor número posible de usuarios.
Poner la propiedad intelectual al alcance de todos
Ididunni Annette Roberts ha estado utilizando el CATI de Abuja, inaugurado en diciembre de 2012, en su empeño de llevar al mercado su jabón IBY Nature Pride Black Soap. La Sra. Roberts ha sometido el jabón a examen del Departamento de Seguridad Alimentaria y de los Medicamentos de Nigeria y ahora está tratando de registrar su marca a nivel internacional.
“Me alegra haber descubierto este centro, que me ha dado la información que necesitaba”, dijo la Sra. Roberts, y gracias a él estoy segura de que estoy realizando una tarea científica que tiene alcance mundial. Estoy satisfecha de que el producto que he creado utilizando la información del CATI sea enteramente mío y no lo reivindique ninguna otra persona”, dijo.
Promover prácticas óptimas
La OMPI puso en marcha el proyecto de CATI en 2009 (véase Proporcionar sistemas y servicios de P.I. de primer nivel). En el contexto de una iniciativa conjunta emprendida con las administraciones nacionales y regionales de propiedad industrial, la OMPI presta apoyo a los CATI facilitando acceso a bases de datos y formación (tanto de formadores como de usuarios locales, sobre el terreno y mediante la enseñanza a distancia), proporcionando información y material de formación, respaldando las actividades de sensibilización y difundiendo prácticas óptimas y experiencias entre los CATI.
Los CATI se ubican habitualmente en oficinas nacionales y regionales de patentes, universidades e instituciones académicas, centros de ciencia e investigación, parques tecnológicos locales y regionales, cámaras de comercio u otras instituciones públicas similares.
Los CATI disponen de computadoras conectadas a Internet que dan acceso gratuito a muchas de las bases internacionales de la OMPI de información sobre propiedad intelectual, como PATENTSCOPE, que contiene información sobre patentes, y la Base Mundial de Datos sobre Marcas, con información relativa a marcas. Los usuarios de los CATI también pueden acceder a diversas revistas científicas, publicaciones técnicas y otros recursos comerciales sobre patentes de manera gratuita, servicios que para los usuarios de países desarrollados pueden estar sujetos al pago de una tasa.
Acceso gratuito a bases de datos para los países en desarrollo
El objetivo consiste en ayudar a gente como Edwin Nicholas Uwa y Mark Ogochukwu Abia a convertir sus ideas en productos que fomenten sus ingresos. Esa pareja, que investiga sobre un aparato de doble uso como acondicionador de aire y refrigerador, solía pasar el tiempo, y su dinero bien ganado, en los cibercafés locales. Sin embargo, al no disponer de la orientación ofrecida por el personal del CATI de Abuja, estos dos investigadores se hallaban perdidos en un mar de información confusa.
“Desde que comenzamos a utilizar el CATI hemos podido descargar la clase de información que necesitamos, lo cual nos ha ayudado mucho en las labores de investigación”, dijo el Sr. Uwa. “Lo más apasionante de este lugar es que podemos acceder a información estratégica valiosa, y todo ello de forma gratuita”.
“Antes, solíamos ir de cibercafé en cibercafé sin sacar partido al dinero empleado. Ahora, en cambio, nos complace afirmar que el CATI nos ha proporcionado la clase de información que necesitamos para nuestras investigaciones sin costo alguno”, dijo el Sr. Abia.
“Un día el mundo celebrará nuestros logros”
“Hemos recibido ideas frescas sobre la manera de proceder con nuestra investigación y desarrollo. Gracias a la información que estamos obteniendo del CATI, un día el mundo celebrará nuestros logros”, dijo el Sr. Uwa.
Desde su inauguración en diciembre de 2012 por el Dr. Olusegun Aganga, Ministro de Comercio e Industria de Nigeria, docenas de nigerianos han utilizado ese servicio que se encuentra dentro del Ministerio Federal de Comercio e Inversiones. Los usuarios son habitualmente investigadores, estudiantes e inventores en potencia.
El personal del CATI de Abuja, como Therie Essien, se comunica igualmente con el público por medio de páginas especiales de Twitter y Facebook. “Me alegra que los nigerianos hayan manifestado un verdadero interés en el centro y lo utilicen para mejorar sus vidas”, afirmó el Sr. Essien.
Asimismo, el personal organiza sesiones de formación para los usuarios, confiando en que estos últimos difundan más ampliamente sus conocimientos. Ekwesilesi Nnam, uno de los usuarios ya formados por el CATI, ejerce de tutor de otros nigerianos enseñándoles la manera de desarrollar sus propios productos y llegar a ser autosuficientes en un país en el que existe una elevada tasa de desempleo, especialmente entre la juventud.
Crea productos innovadores y trabaja por tu cuenta
Los usuarios y beneficiarios se hallan por toda Nigeria, la nación más poblada de África con 160 millones de personas.
Todas las semanas, Sunday Apeji viaja al CATI de Abuja desde su casa de Jos, a unos 200 kilómetros de distancia. El Sr. Apeji investiga sobre el desarrollo de alimentos y medicamentos a partir de plantas locales conocidas por sus propiedades medicinales. Según afirma, ya ha creado cuatro productos que confía en patentar y está haciendo investigaciones sobre otros diez productos.
“Los conocimientos que he adquirido a través del CATI han ampliado mis perspectivas sobre la investigación y el desarrollo y ha cambiado completamente mi perspectiva sobre las patentes y la propiedad intelectual”, afirma.
Ampliar perspectivas
Nima Salman-Mann, registradora del Registro de Marcas, Patentes y diseños del Ministerio Federal de Comercio e Inversiones de Nigeria, afirmó que el centro ha servido para que los nigerianos abran los ojos y contemplen sus derechos de propiedad intelectual y de patente, alentándolos a dedicarse seriamente al desarrollo de patentes.
“Hemos hecho todo lo posible por sensibilizar a los nigerianos a fin de que comprendan la importancia que tiene proteger sus productos por medio de patentes y de la propiedad intelectual. La propiedad intelectual ofrece riqueza de por vida puesto que nadie puede quitársela al titular”.
"La propiedad intelectual es una forma de vida"
Aisha Salihu, Presidenta del Proyecto CATI y Directora del Departamento de Patentes del Ministerio Federal de Comercio e Inversiones, explicó que el número de usuarios del centro ha ido en aumento.
La Sra. Salihu dijo que el CATI ha hecho posible que los nigerianos se muestren confiados y seguros de sí mismos al llevar a cabo sus labores de investigación y desarrollo.
“El CATI ha traído a la puerta de casa algo cuya existencia desconocían, y me consta que los nigerianos están muy contentos con la existencia de ese servicio en Nigeria”, afirmó.
Gabriel Joseph, que confía en ser titular de una patente algún día, dijo que está contento de haber establecido vínculos con la OMPI por medio del CATI en Facebook.
El Sr. Joseph afirmó que gracias al centro ha superado los temores iniciales de perder los productos que desarrolle por culpa de la piratería: “Ahora sé que una vez que desarrolle mi propio producto, podré protegerlo y obtener beneficios de él. La información que obtenemos en este centro supone una auténtica revelación y una inyección de moral”.
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.