Realización de películas independientes: entrevista con Sarah Lotfi
Por Catherine Jewell, División de Comunicaciones de la OMPI
Para fraguarse una carrera como cineasta se necesitan un exquisito cuidado en los detalles, una voluntad firme, gran capacidad de resistencia y un objetivo claro. Puede ser difícil camino lleno de obstáculos. Por lo general, la contratación de los directores de cine depende de la solidez de su trayectoria profesional, lo que dificulta no poco que los jóvenes que aspiran a esa profesión puedan entrar en el sector. La única vía que permite que la mayoría se dote de una cartera de trabajos para atraer a posibles productores e inversores es comenzar como cineastas independientes. La premiada guionista, directora y productora, Sarah Lotfi, habla de los conocimientos y experiencias adquiridos como cineasta independiente.
¿Cómo llegó al mundo del cine?
El cine siempre me fascinó. He crecido mirando el mundo a través de las películas.
De momento, he realizado cuatro cortometrajes que han participado en festivales cinematográficos. Menschen es, de lejos, el más exitoso. Siendo estudiante, en 2009, realicé The Last Bogatyr, une obra surrealista, ambientada en la segunda Guerra Mundial, que presenta una perspectiva rusa del frente de batalla, y cuyo éxito en el circuito de los festivales de cine me ayudó a forjarme un nombre como joven cineasta, fomentando mi credibilidad en el ámbito de la financiación colectiva. La película fue premiada a nivel regional y fue finalista nacional en la edición 2010 de la competencia Student Academy Awards, organizada por la Academy of Motion Picture Arts and Sciences (Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas).
Tomando como punto de partida la experiencia adquirida en la realización de The Last Bogatyr, para realizar Menschen he seguido trabajando con los que vuelven a escribir la historia, como yo los denomino, es decir, quienes exploran los hechos históricos desde nuevas perspectivas. A la luz de mi interés en el género cinematográfico que aborda la segunda Guerra Mundial, me aconsejaron que leyera las memorias de la Wehrmacht. El género que aborda la segunda Guerra Mundial está muy desarrollado y yo buscaba una nueva perspectiva. A partir de mi propia experiencia, pues tengo dos hermanos con serias discapacidades de desarrollo, exploré en Menschen qué sucedía a las personas con graves trastornos de desarrollo en el régimen nazi y, en lugar de centrar mi atención en su trágica situación, escribí una historia alentadora de esperanza y humanidad en un entorno de brutalidad institucional; una historia que va más allá de los estereotipos y que, espero, dejará una huella duradera. Menschen también me permitió llamar la atención del público respecto de esas discapacidades.
Considero que el cine sirve para entretener, pero también para apoyar a los más desfavorecidos. Conor Long, que representa el papel de Radek, padece síndrome de Down. Al elegirlo para el papel pudimos acercarnos a los grupos de asistencia y apoyo de las personas con discapacidades. Me ocurrió algo maravilloso hace poco en un festival de cine: una joven con síndrome de Down se me acercó con una gran sonrisa y me dijo que se veía reflejada en la película.
La realización cinematográfica abre grandes oportunidades para sensibilizar y llegar realmente a las personas. Es una forma de comunicación muy poderosa. Nada me anima más que escribir una historia y ver que puede transformarse en una obra audiovisual. Creo que cualquier creador podrá decir lo mismo.
¿Por qué filmó Menschen en alemán?
Considero que ser auténtico es una responsabilidad del cineasta. En una película de época, ello significa mantenerse lo más cercano posible a la identidad de los personajes que se representan. Por eso decidimos filmar la película en alemán; llegamos a contratar un asesor en dialectos para estar seguros de que los acentos fueran los correctos. Gracias a ello el filme resulta creíble para el público europeo.
¿Cuánto tiempo le llevó la investigación previa y la realización de la película?
Entre la preproducción y la versión final pasaron solo nueve meses, en 2012. Soy muy ambiciosa como cineasta y quiero que las cosas se hagan lo más rápido posible. Menschen fue una tarea importante, aun tratándose de un cortometraje independiente. El primer día de filmación llegó a haber 80 personas en el plató, en la toma de acción más numerosa. Para filmar secuencias de acción complejas se precisa mucha planificación y coordinación. También la edición fue un proceso largo.
¿Cuáles fueron los principales desafíos que se le plantearon al filmar Menschen?
Conseguir financiación siempre constituye un desafío para los cineastas independientes, en particular si se trata de pequeños proyectos, como Menschen. Optamos por buscar financiación colectiva, dividiendo la campaña de financiación en tres fases, lo que nos permitió recabar pequeñas cuantías en distintas etapas del proceso de producción y nos ayudó a obtener un flujo constante de efectivo. La financiación colectiva fue utilizada con éxito por cineastas representativos, como Spike Lee y Zach Braff. También da a los pequeños cineastas independientes desconocidos, como yo, una excelente oportunidad para realizar sus proyectos.
Los cineastas tienen que conocer y nutrir a su público, y la financiación colectiva es útil en ese sentido. Cuando se realiza una película como Menschen, dirigida a un público específico, es ese público el que se interesa por el filme y contribuye a su éxito.
A menudo, los cineastas independientes se topan con un círculo vicioso. Por ejemplo, se negocia la participación de un actor conocido, pero éste no quiere firmar porque aún no se ha obtenido la financiación, pero la financiación no llega si el productor no demuestra que cuenta con activos, por ejemplo, un actor conocido. Es la historia de nunca acabar. Por ello, la financiación colectiva es una bendición para la cinematografía independiente, porque se puede ir reuniendo un público que realmente cree en el proyecto y ese es un elemento que sirve para negociar, aunque se busque financiación colectiva para obtener pequeñas cuantías y no la totalidad del presupuesto.
Los cineastas independientes tratan de lograr la participación de actores conocidos en sus obras. Ello abre las puertas para que su trabajo se exhiba no solo en los cines, sino también en el circuito de festivales. Hoy en día se observa una tendencia entre los actores de clase “A” a querer participar en proyectos cinematográficos independientes. Para algunos, un filme independiente con un buen guion es una oportunidad de alejarse de los papeles típicos en los que están encasillados y representar papeles que no obtendrían normalmente en una producción de carácter más comercial. Si tienen un hueco en su agenda, están dispuestos a participar en una obra que pueda parecerles interesante, aunque tengan que cobrar menos por ello.
¿Por qué el derecho de autor es importante para usted como cineasta?
El derecho de autor es vital para los cineastas y para el proceso de realización cinematográfica. La realización cinematográfica es un esfuerzo realizado en colaboración y esa colaboración se alimenta del derecho de autor. Menschen se produjo como corto, pero estamos tratando de convertirlo en largometraje. Eso sería imposible si no fuéramos titulares del derecho de autor. El derecho de autor protege los intereses de los creadores e impide a terceros utilizar una obra sin la autorización de su creador. Lamentablemente, en este mundo tan competitivo, no siempre se respeta al creador. El derecho de autor da a los creadores los medios para defenderse contra la utilización no autorizada de su obra.
¿Cuál es la función de los festivales de cine?
Los festivales de cine permiten a los cineastas promover su obra en el ámbito de la industria. Hay muchos tipos de festivales cinematográficos, algunos se centran en las producciones internacionales y locales, otros en distintos géneros o temas y otros simplemente son una celebración del cine. Al final de cuentas, lo que me alegra es que mi obra se exhiba en un entorno en el que el público pueda disfrutarla. Y ello nos remite a la importancia del derecho de autor y las licencias. Por ejemplo, si cuento con una licencia para utilizar una obra musical en mi película, pero solo he negociado esa licencia para la exhibición en un festival de cine y de pronto tengo la oportunidad de negociar la distribución de la película, resultaría costoso y engorroso tener que volver a la fuente y negociar una nueva licencia para el uso de la obra musical. Al negociar una licencia, lo mejor es tratar de conseguir la cobertura más amplia posible, para no tener que volver a negociarla.
¿Cuál es el futuro de la cinematografía?
Los medios en plataformas múltiples están cobrando cada vez más importancia. En un número creciente de proyectos se utiliza contenido para crear una visualización más interactiva entre varias plataformas de medios. Las posibilidades de explotar contenido creativo son ilimitadas y dan la posibilidad de llegar a un nuevo público, dándole participación en una historia. Tomemos como ejemplo el cortometraje de Lance Weiler Pandemic 41.410806,-75.654259, que une cinematografía con tecnología móvil y de Internet, dispositivos, juegos sociales y visualización de datos. La película fue el núcleo de una experiencia interactiva de medios en plataformas múltiples, titulada Pandemic 1.0, en el Festival Sundance en 2011, durante la cual el público trabajó activa y mancomunadamente para detener la expansión de una pandemia ficticia en un lapso de 120 horas. El interés en este tipo de experiencia interactiva está impulsado, creo yo, por la generación de los videojuegos. Los videojuegos han pasado ser una parte importante de la cultura juvenil y esa industria se está expandiendo.
¿Qué mensaje transmitiría a los piratas?
Entiendo que la piratería exista, porque las películas no siempre están disponibles simultáneamente en los formatos deseados y en distintas partes del mundo. La industria trabaja mucho para resolver ese problema; sin embargo, como cineasta independiente, puedo decir que es muy difícil ganarse la vida realizando películas. Nuestros derechos de P.I. son la única manera de recuperar la inversión realizada, y respetar esos derechos es la única manera de que la industria prospere.
Me apena ver que hay gente que va al cine con una videocámara, filma la película y la exhibe en Internet. Esas grabaciones no se parecen en nada a lo que el artista tenía en mente a la hora de crear. Por más que anhele que el público vea mi película, realmente quiero que se respalde activamente el aspecto económico del filme y eso solo ocurrirá si se pone freno a la piratería.
Hasta hace poco, la única manera de ver una película era ir al cine, pero hoy en día, con tantos dispositivos que permiten visualizar imágenes, una salida al cine es prácticamente un lujo. Dicho esto, como cineasta, deseo que la gente sepa qué expectativas tengo con respecto a mi trabajo. Ver una película en la pantalla grande, con la sonorización adecuada, es una experiencia completamente distinta a verla en un teléfono y con auriculares.
¿Puede decir algo sobre el cine como actividad realizada en colaboración?
Aunque el concepto de una película surja de un único artista o de un grupo de artistas, la realización cinematográfica siempre es un esfuerzo conjunto. Distintos grupos de personas se incorporan en diferentes etapas del proceso para completar el proyecto. Es imposible que una sola persona realice una película. Orson Wells dijo que el escritor tiene su pluma y el pintor su pincel, pero el cineasta necesita un ejército. ¡Cuánta razón tenía! La medida del éxito de los directores solo depende de su capacidad de trabajar con el equipo de filmación y los actores. La función de director es apasionante, pero puede dar miedo porque hay que superar muchos obstáculos; sin embargo, no hay que perder de vista que, como seres humanos, nos ennoblece la posibilidad de colaborar con otros y crear juntos una gran obra. Creo que por eso me gusta.
La tecnología digital ¿representa una oportunidad o una amenaza?
La tecnología digital es siempre una oportunidad porque posibilita la creación de obras de calidad a precios asequibles. Por ejemplo, el formato de paquete de cine digital (DCP, por sus siglas en inglés) permite a los cineastas como yo exhibir sus películas en una sala grande con sonido envolvente y una resolución de 2k (el equivalente de una película en bobina). Los costos de convertir un filme digital a película son prohibitivos, comparados con los costos de convertirlo a DCP. Sin esos avances, los cineastas que cuentan con un presupuesto limitado no podrían exhibir su trabajo. Las tecnologías digitales están derribando las barreras de acceso para los nuevos cineastas y dando un enorme impulso a la industria.
¿Cuáles son sus directores favoritos?
Lo que más me gusta de este medio es su versatilidad. Ninguna película es perfecta. Siempre habrá filmes que nos gusten y nos enseñen cosas. Me gusta mucho el trabajo que hizo Joe Wright en Expiación, Hanna y Ana Karenina. Del panteón de clásicos, me gustan especialmente El séptimo sello, de Ingmar Bergman, y Un hombre para la eternidad, de Fred Zinnemann.
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