Comercializar la P.I.: cambio de mentalidad en el ámbito académico
Por Danilo B. Largo, Ph.D., Director de la Oficina de Investigación y Gerente de la Oficina de Apoyo a la Innovación y la Tecnología (OAIT) de la Universidad de San Carlos (USC) (Filipinas)
El principio “publicar o morir” ha regido la investigación académica durante años, en Filipinas y en otros lugares. En consecuencia, se consideraba que el derecho de autor era el único activo intangible, el más importante, de las universidades. Sin embargo, está surgiendo un nuevo principio gracias al empeño, apoyado por la OMPI, de la Oficina de Propiedad Intelectual de Filipinas (IPOPHL) por crear Oficinas de Apoyo a la Innovación y la Tecnología (OAIT) en las universidades y los institutos de investigación de todo el país. Se está popularizando un nuevo lema –“patentar, publicar y rentabilizar”, que subraya el amplio uso de la propiedad intelectual (P.I.) para aprovechar los conocimientos generados por los investigadores de las universidades con el fin de resolver los problemas de la sociedad.
Hasta hace pocos años, la transferencia de tecnología no formaba parte del plan de trabajo de la Universidad de San Carlos (USC); se trataba de un concepto ajeno. Sin embargo, hoy en día, la comercialización de la P.I. está suscitando mucho interés en el ámbito universitario y, valiéndose del sistema de P.I., la Universidad refuerza su capacidad de complementar la que ha sido su única fuente de ingresos durante muchos años –los derechos de matrícula– con los ingresos procedentes de la comercialización de las tecnologías desarrolladas a partir de la investigación llevada a cabo en la USC.
La idea de comercializar la P.I. surgió en el Centro de Investigación en Ingeniería de Bioprocesos (BioPERC), que forma parte del Departamento de Ingeniería Química de la USC. BioPERC alberga el laboratorio más avanzado de la Universidad, especializado en análisis químicos de productos naturales y de fermentación. La investigación llevada a cabo en el Centro gira en torno a los residuos y la energía, y ha dado origen a varias tecnologías revolucionarias destinadas a mejorar la gestión de los residuos sólidos. Una de las prioridades en materia de investigación de BioPERC es el tratamiento de los residuos sanitarios y del mango, un desafío de los más apremiantes a los que hacen frente las autoridades gubernamentales en la provincia de Cebú, donde tiene su sede la Universidad. El objetivo de BioPERC es generar ahorros, desde el punto de vista medioambiental y económico, y crear medios de subsistencia para los habitantes del lugar mediante la conversión en productos útiles y comercializables de las ingentes cantidades de residuos que se generan cada día en la zona metropolitana de Cebú.
Nace una empresa emergente
La piel del mango suele ser considerada como un producto de desecho de la elaboración de la fruta y, por lo general, es arrojado en basureros o en vertederos abiertos. En Cebú, la industria de elaboración del mango genera cada día unas 1.000 toneladas de desechos de mango (aproximadamente el 10% de todos los residuos sólidos). Sin embargo, la investigación realizada por BioPERC ha puesto de manifiesto que la piel del mango posee importantes propiedades, beneficiosas para la salud. Contiene elevadas cantidades de carbohidratos y fibra, puede ser una excelente fuente de pectina y tiene propiedades antioxidantes y antimicrobianas.
BioPERC ha desarrollado una nueva forma de recuperar los elementos benéficos de los residuos del mango para convertirlos en productos de elevado valor. Los investigadores de BioPERC, la Dra. Evelyn Taboada y el Dr. Francis D. Siacor, presentaron una solicitud de patente ante la IPOPHL en 2012 y presentaron posteriormente una solicitud internacional de patente en virtud del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) de la OMPI. Gracias al peso de esas solicitudes, la Universidad ha logrado participar en una empresa conjunta con un inversor local para crear una pequeña empresa emergente, Green Enviro Management Systems (GEMS), Inc., que cuenta con una licencia exclusiva para utilizar el proceso y crear productos destinados a un amplio espectro de aplicaciones en la industria alimentaria, farmacéutica, cosmética y de la energía eléctrica.
La aplicación por la Universidad de una completa política en materia de P.I. (que abarca las marcas, los diseños, el derecho de autor y los secretos comerciales) trae consigo nuevas e importantes corrientes de ingresos. Los inventores y los departamentos responsables de esas invenciones también se benefician del régimen de distribución de regalías previsto en la política sobre P.I. de la Universidad. Lentamente, pero con certeza, la comercialización de la P.I. se está haciendo realidad. A medida que algunas de las grandes empresas filipinas se interesan en el trabajo de la Universidad, se va plasmando la promesa de sostenibilidad financiera a largo plazo.
Las patentes como eje de la actividad comercial
La firme decisión de la Universidad de comercializar la P.I. consolidará su capacidad de rentabilizar los productos de su I+D. Actualmente, la Universidad está estudiando distintos medios, entre otros, empresas conjuntas, contratos de concesión de licencias y sublicencias, para expandir la aplicación de su tecnología de gestión de desechos a otras ciudades y jurisdicciones que enfrentan desafíos en ese ámbito. El éxito logrado hasta el momento por la Universidad en la presentación de solicitudes de patente y la celebración de contratos con empresas locales para comercializar su tecnología, demuestra que una estrategia eficaz en materia de P.I. encierra la capacidad de generar ingresos. Ello, a su vez, abre la mentalidad del sector académico hacia las innumerables posibilidades que ofrece tender puentes con las empresas mediante el uso estratégico de la P.I.
La Oficina de Apoyo a la Innovación y la Tecnología puede impulsar el cambio
Establecida en marzo de 2013, la Oficina de Apoyo a la Innovación y la Tecnología (OAIT) de la USC fue la primera en presentar sus dos solicitudes de patente en el marco del Plan de incentivos a la protección de las patentes de la IPOPHL. En otra iniciativa histórica, también fue la primera en presentar una solicitud internacional de patente (para la tecnología de gestión de desechos de BioPERC) en virtud del PCT. El apoyo invalorable del equipo de la OAIT de la USC, con su asesoramiento a los investigadores que desarrollaron la tecnología que constituye actualmente el eje de la actividad comercial de GEMS, ha sido fundamental para el éxito que la Universidad ha cosechado hasta el momento en esa esfera.
En el marco del acuerdo de franquicia entre la OAIT y la IPOPHL, la USC se comprometió a ofrecer espacio de oficinas y equipos informáticos, además de asignar personal para realizar una serie de tareas relacionadas con la P.I., entre otras cosas, búsqueda de patentes, redacción y tramitación de solicitudes de patente y gestión de la P.I. Esas aptitudes se adquirieron gracias a un riguroso programa de capacitación, de tres años de duración, impartido por la IPOPHL y sus asociados. Los servicios que la USC presta por conducto de la OAIT se dirigen a clientes internos, principalmente de los departamentos de ciencia e ingeniería.
Si bien su principal foco de atención son las patentes, la Oficina también realiza tareas de docencia en materia de P.I. El personal de la OAIT ha impartido seminarios y pronunciado conferencias para sensibilizar acerca de la P.I. a los docentes, los estudiantes y el personal administrativo. La USC no tiene dudas sobre la importancia vital de contar con una OAIT en pleno funcionamiento en las instituciones educativas que procuran generar, adaptar y transferir conocimientos y tecnología con miras al desarrollo del país y la competitividad a escala mundial.
Crear una masa crítica de conocimientos técnicos
A pesar del éxito obtenido prontamente por la USC, aún queda mucho por hacer para mejorar la capacidad general de la Universidad de proteger sus activos de P.I. Las aptitudes y los conocimientos adquiridos desde el establecimiento de su OAIT ofrecen una buena base para incrementar y fortalecer sus capacidades en materia de P.I. Además de la sólida formación de base que imparten la IPOPHL y sus asociados internacionales, los cursos de capacitación y enseñanza a distancia que la OMPI imparte continuamente han generado una masa crítica de examinadores de patente y redactores de solicitudes en las universidades de todo el país. Varios de los estudiantes que han recibido esa formación han aprobado el examen de aptitud de los agentes de patente (PAQE) de la Oficina Europea de Patentes.
Un número cada vez mayor de universidades procura establecer OAIT, reconociendo la capacidad potencial y las ventajas que presenta la comercialización de la P.I. De momento, se han establecido OAIT en unas 70 universidades e institutos de investigación en Luzón, Visayas y Mindanao. Con el respaldo constante del Gobierno, los conocimientos especializados de las OAIT y los servicios que prestan seguirán dando forma al panorama de innovación en Filipinas, mejorando los niveles de competitividad y el rendimiento económico del país en su conjunto.
La Ley de Transferencia de Tecnología de 2009 (R.A. 10055), que fomenta la capacidad de las universidades de explotar sus activos de P.I. con potencial comercial, ha allanado el camino hacia esa transformación. Aunque algún día las universidades podrán generar importantes ingresos a partir de las regalías derivadas de la comercialización de los resultados de su I+D, hoy en día aún es necesario que la investigación de las universidades reciba financiación continua para impulsar las iniciativas de I+D. Sin el apoyo constante de los gobiernos es difícil imaginar cómo podrán las universidades crear innovaciones patentables y comercialmente viables, para aprovechar plenamente las ventajas de la comercialización de la P.I.
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.