Sacar a la luz el potencial de diseño oculto en los países en desarrollo
Por Catherine Jewell, División de Comunicaciones, OMPI
Contar con un buen diseño es fundamental para triunfar en los negocios. El diseño puede dinamizar la innovación, mejorar la experiencia del consumidor, propulsar el crecimiento de las empresas y aumentar su rentabilidad. Por ejemplo, en el Reino Unido el diseño aporta 71.100 millones de libras esterlinas a la economía del país.
Ahora bien, para que las empresas puedan sacar provecho del potencial que encierra el diseño, los empresarios necesitan tener suficiente confianza para poder invertir en diseño y, factor fundamental, requieren de los conocimientos especializados necesarios para proteger sus valiosos activos de propiedad intelectual y explotarlos en los mercados local e internacional.
En muchos de los países en desarrollo y países menos adelantados, a menudo se desconoce el inmenso potencial económico e innovador que entrañan el diseño y la reflexión sobre el diseño. Por este motivo, hace dos años, tomando como punto de partida una propuesta del Gobierno de la República de Corea, la OMPI puso en marcha un proyecto piloto en la Argentina y Marruecos destinado a sensibilizar a las pymes y alentarlas a utilizar estrategias de diseño basadas en el uso de los derechos de propiedad intelectual.
Un vasto potencial desaprovechado
En 2014, la OMPI puso a andar el Proyecto piloto sobre la propiedad intelectual y la gestión de diseños para fomentar las actividades comerciales en los países en desarrollo y los países menos adelantados (PMA), con la colaboración del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI) de la Argentina y la Oficina Marroquí de Propiedad Industrial y Comercial (OMPIC). El objetivo del proyecto es aprovechar el amplio potencial de diseño que está oculto en las pymes de la Argentina y de Marruecos, pues está sobradamente documentada la capacidad que tienen las pymes de impulsar el crecimiento económico, generar riqueza y crear empleo, así como su poder de innovación y creación.
La Argentina y Marruecos son los candidatos idóneos para el proyecto. Las pymes suponen más del 90% del sector empresarial de ambos países y emplean, respectivamente, al 60% y al 21,6% de la mano de obra nacional. Sin embargo, debido a la escasa sensibilización en materia de propiedad intelectual, el potencial económico de dichas empresas está aún en gran medida sin explotar, a pesar de que está listo para desarrollarse.
“Este proyecto piloto, una iniciativa sin precedentes, ilustra cómo los derechos de propiedad intelectual, en particular los derechos sobre los diseños industriales, pueden ayudar a alcanzar los objetivos de desarrollo económico de todos los países, en especial los países en desarrollo y los países menos adelantados”, señala la Directora General Adjunta de la OMPI, Binying Wang, responsable del Sector de Marcas y Diseños de la Organización.
El proyecto
En este proyecto se ha adoptado un nuevo enfoque global y plenamente integrado que incluye a todos los actores pertinentes, con el propósito de fomentar la sensibilización y dar a conocer las ventajas que entraña la reflexión sobre el diseño cuando viene respaldada por el ejercicio efectivo de los derechos de propiedad intelectual. En sendos países se ha puesto en marcha un programa que cuenta con una plataforma excepcional de alianzas publico-privadas (DiseñAr en la Argentina y Namadij en Marruecos), cuyo objetivo es garantizar que todos los elementos del proyecto apunten en la misma dirección, con coherencia y en completa coordinación.
Estas plataformas reúnen en un único proyecto a las autoridades encargadas de la propiedad intelectual y a las empresas, de modo que contribuyen a garantizar que los sistemas nacionales de propiedad intelectual evolucionen de forma que puedan ir respondiendo a las necesidades de la comunidad empresarial. Al mismo tiempo, estas plataformas también sirven para informar a las empresas sobre las ventajas de los servicios de propiedad intelectual que están a su disposición y cómo pueden utilizarlos para explotar el valor de sus activos de propiedad intelectual.
“Al poner en funcionamiento el proyecto, hemos adoptado una nueva metodología: nos hemos esforzado en reunir a todos los actores pertinentes y garantizar que todos los aspectos relativos a las instituciones, la regulación y la práctica estén en plena sintonía”, explica María Zarraga, quien se encarga en la OMPI de gestionar el proyecto piloto. “En el futuro, estas plataformas facilitarán el trabajo de los países a la hora de tomar medidas concretas encaminadas a promover el uso estratégico a largo plazo de los derechos sobre los diseños en pos de sus objetivos nacionales en materia de innovación”.
Tras un minucioso proceso de selección, fueron elegidas 68 empresas (42 de la Argentina y 26 de Marruecos) para participar en el proyecto piloto. Se organizaron talleres y otros actos para que las empresas participantes pudieran intercambiar experiencias e ideas entre ellas y con expertos y funcionarios del campo de la propiedad intelectual. Además, durante seis meses, cada una de las empresas recibió orientaciones prácticas de un equipo de expertos provenientes de distintas disciplinas.
“El diseño puede determinar el éxito de una empresa. Los productos bien diseñados destacan en el mercado e incrementan la demanda y los beneficios. Por ello consideramos que era importante que nuestro equipo multidisciplinario de expertos trabajara directamente con las empresas participantes”, afirma la Sra. Zarraga. “Las orientaciones prácticas que recibieron han cambiado de forma radical la manera en que muchas de estas empresas consideran el diseño y la propiedad intelectual. Muchas de ellas han pasado a integrar la lógica del diseño en sus estrategias empresariales y utilizan el sistema de la propiedad intelectual en mayor medida que en el pasado. Poco a poco se va demostrando que las empresas que participaron en el proyecto están más capacitadas para gestionar sus activos de propiedad intelectual, son más competitivas y el valor de sus empresas va en aumento. En pocas palabras, esas empresas están empezando a explotar su potencial en el campo del diseño”.
Reacciones de los participantes argentinos
Reacciones de los participantes argentinos
“Desde que empezamos a participar en este programa, los consejos y el apoyo que hemos recibido de los profesionales han cambiado nuestro enfoque respecto del registro de las marcas y los diseños industriales. Hemos constatado un aumento significativo del valor de la marca Intorno y del valor de mercado de la empresa”, asegura Gabriel Intorno, Consejero Delegado de Intorno Argentina, una de las empresas participantes.
“Este tipo de programas proporciona acceso desde el primer momento a un asesoramiento profesional sumamente necesario, que ayuda a evitar los problemas de crecimiento a los que podemos enfrentarnos en el futuro. Conozco muchos ejemplos de empresas que al inicio no pensaron que fuera necesario registrar su marca y luego se dieron cuenta de que, cuando la empresa creció y deseó proteger la marca, no podían hacerlo porque ya había sido registrada por otra persona. Después de haber trabajado tanto en su creación, esas empresas perdieron todo el valor de la marca y tuvieron que empezar de cero para crear otra nueva”, apunta el empresario.
“Gracias al programa, ahora contamos con una visión realista del valor de nuestra experiencia técnica en el campo de la ingeniería acuática”, reconoce Luis Chiodo, Socio Gerente de Fish & Lakes. “Ahora estamos mucho más concentrados en proteger este valor y hemos adoptado un enfoque más dinámico respecto al registro de nuestros diseños y patentes. En 2016, solicitaremos una patente internacional para un biorreactor que produce algas (espirulina). También hemos previsto registrar varios diseños de equipos para el tratamiento del agua. Por medio del programa realizamos nuestras primeras búsquedas internacionales de patentes, que confirmaron que nuestro trabajo es innovador no solo en la Argentina y en nuestra región, sino también en el resto del mundo. Este hallazgo ha cambiado de forma considerable nuestra perspectiva y nos está abriendo mercados nuevos e interesantes”.
Reacciones de los participantes marroquíes
“La iniciativa Namadij nos ha abierto los ojos a una realidad completamente distinta de lo que imaginábamos al principio. El apoyo que hemos recibido ha arrojado luz sobre los aspectos jurídicos de la protección de nuestros productos y nos ha permitido responder a las profundas preocupaciones que albergábamos al respecto”, confiesa Bassam Haddad, Consejero Delegado de Inspiration Ethnique, en Rabat.
“Hemos invertido en la creación de nuevos diseños, más contemporáneos, y nuestra participación en el programa Namadij llega en buen momento, porque nos ha permitido integrar la lógica del diseño en nuestra estrategia empresarial. Ahora estamos más capacitados para proteger nuestros productos y prever cómo defendernos en el futuro si alguien los copia”, apunta Driss Benchekroun, Consejero Delegado de Puzzelige, una empresa de Rabat que produce revestimientos decorativos de suelos y paredes hechos de mosaicos artesanales.
Resultados
Un estudio ha demostrado que, en ambos países, el proyecto piloto está teniendo repercusiones significativas en pequeñas empresas con alto coeficiente de diseño. En noviembre de 2015, las empresas ya tenían registrados (o estaban a punto de registrar) 117 diseños industriales, 29 marcas y varias patentes. Lo más destacable es que el 95% de las empresas encuestadas manifestó la voluntad de continuar protegiendo sus diseños de forma estratégica. Las empresas reconocieron las ventajas que podían derivarse del uso estratégico de los derechos de propiedad intelectual e indicaron que seguirían fortaleciendo sus capacidades para poder utilizar e integrar plenamente los derechos de propiedad intelectual en sus planes de negocios a largo plazo.
La confianza es fundamental
Un aspecto crucial de la metodología innovadora del proyecto ha sido la importancia que se ha otorgado a establecer relaciones entre todos los actores del proyecto. “Desde el inicio, hicimos hincapié de forma incisiva en la necesidad de instaurar la confianza entre todas las partes. Esto fue especialmente importante para las empresas participantes, pues muchas de ellas creían que los canales oficiales tenían poco que ofrecerles cuando se enfrentaban a desafíos empresariales. Instaurar esa confianza ha resultado fundamental para que se dieran los cambios culturales que ahora empezamos a observar”, explica la Sra. Zarraga.
“Gracias al apoyo activo del Ministerio de Industria de la Argentina así como del Ministerio de Industria, Comercio y Nuevas Tecnologías y el Ministerio de Artesanía de Marruecos, actualmente los interlocutores opinan que, a su entender, el proyecto ha generado cambios en la Argentina y Marruecos, ha permitido divulgar información acerca de la propiedad intelectual y ha apoyado el desarrollo de las industrias del diseño y los sistemas nacionales de propiedad intelectual de los dos países”, afirma la Sra. Zarraga.
Aprovechando el impulso del proyecto piloto, la Argentina y Marruecos tienen previsto lanzar una segunda edición de sus programas DiseñAr y Namadij en 2016 y 2017, respectivamente. Otros países también han manifestado interés por utilizar la metodología y los instrumentos del proyecto con miras a revelar el potencial oculto en sus propias empresas ricas en diseño y aprender de los conocimientos especializados y las experiencias de la Argentina y de Marruecos.
Enlaces
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