Avivando el ecosistema de innovación de Colombia
Por María del Pilar Noriega, directora general, Laura Restrepo, ingeniera biomédica y Laura Moscoso, abogada, (ICIPC), Medellín (Colombia)
Colombia es el cuarto mayor productor de petróleo de América Latina. Como tal, el petróleo y el gas han desempeñado y siguen desempeñando un importante papel en su economía, catalizando el desarrollo de muchas industrias secundarias como las de petroquímicos, plástico y caucho, que participan en la fabricación de una gran variedad de bienes de consumo.
Durante más de dos décadas, el Instituto de Capacitación e Investigación del Plástico y del Caucho (ICIPC) de Colombia, un centro de desarrollo tecnológico sin ánimo de lucro, ha estado a la vanguardia de los esfuerzos destinados a impulsar la innovación, aumentar la productividad y mejorar la competitividad de las compañías que operan en los sectores del plástico, del caucho y afines del país. Tan solo tres años después de iniciar su labor en 1993, el ICIPC se asoció con COLCIENCIAS, entidad gubernamental encargada de la ciencia, la tecnología y la innovación, consolidando aún más su función como actor clave en la intención de Colombia de reforzar y expandir su ecosistema nacional de innovación.
La misión del ICIPC consiste en “convertir el conocimiento en riqueza”, y ha obtenido un amplio reconocimiento por alcanzar ese objetivo con las empresas para las que trabaja. Su gran experiencia en generar conocimiento y transferirlo al sector privado aporta ideas útiles para aquellos que estén comprometidos con el desarrollo y la aplicación de prácticas óptimas en materia de innovación y transferencia de tecnología.
El ICIPC brinda soluciones tecnológicas a los sectores del plástico, del caucho y afines de Colombia y América Latina. Hasta la fecha ha trabajado con más de 1.200 empresas. Más de 700 de estas empresas operan en el sector y tienen su sede en las principales ciudades de Colombia. El ICIPC también lleva a cabo pruebas de laboratorio de última generación (de conformidad con las normas ISO) para el control y la garantía de calidad de proyectos de I+D e innovación, así como programas de formación.
La creación de un sistema de innovación nacional sostenible y eficaz es un proceso a largo plazo, complejo y multifacético, en el que intervienen múltiples agentes. Gracias a una serie de reformas políticas e institucionales llevadas a cabo en Colombia en los últimos años, la innovación y las iniciativas de empresas innovadoras están en auge.
El firme compromiso del gobierno por reforzar el potencial del país en la esfera de la ciencia, la tecnología y la innovación, y por garantizar la mejora de la vida de las personas, empieza a dar sus frutos. En el recientemente publicado Índice Mundial de Innovación de 2016, Colombia se posicionó como la quinta economía más innovadora de América Latina (ocupando el puesto 63º en la clasificación mundial). Pero, siendo su objetivo convertirse en el país más innovador de América Latina para el 2025, queda todavía mucho por hacer para ampliar y reforzar el ecosistema nacional de innovación.
Los principales objetivos de la política de innovación de Colombia son impulsar un desarrollo económico y social sostenible y aumentar el bienestar de los colombianos. El éxito dependerá de la mejora del sistema de innovación y de que se garantice que este no solo responde a la demanda del mercado sino también a la demanda social de innovación en ámbitos como la protección medioambiental, la vivienda e infraestructura de buena calidad para las comunidades de bajos ingresos, y la mejora de la productividad agrícola. Como país con la mayor biodiversidad del mundo por metro cuadrado, los recursos naturales de Colombia –con potenciales aplicaciones para la salud, la agricultura y el desarrollo de cosméticos y fármacos– tienen un enorme potencial para diversificar la economía del país e impulsar su desarrollo. Para ello, es necesario centrarse en:
- impulsar la competencia y el espíritu empresarial;
- proporcionar mecanismos de apoyo más diversos y centrarse en los sectores con un alto potencial de crecimiento;
- aumentar el porcentaje de inversión de las empresas en investigación y desarrollo (I+D) hasta al menos el 50% en el plazo de una década;
- desarrollar capacidades, en particular las que están relacionadas con la transferencia de tecnología y la P.I.;
- mejorar las relaciones entre las empresas;
- mejorar el acceso a las fuentes externas de conocimiento; y
- reforzar las instituciones de ciencia, tecnología e innovación e incrementar la calidad y repercusión de la investigación y el conocimiento.
En este proceso, es fundamental mejorar la transferencia de tecnología, promocionar el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación como instrumentos de crecimiento e iniciativa empresarial, y crear una cultura que valore y gestione el conocimiento y la innovación. Colombia solo podrá aprovechar sus puntos fuertes y aplicarlos en esferas con un importante potencial de crecimiento mediante la concienciación de los agentes clave de la innovación –en particular el sector privado y las instituciones de investigación, pero también el público en general– con respecto a la relevancia de la P.I. para sus actividades de innovación.
Por su parte, el ICIPC ha estado trabajando desde 1998 con empresas de las cadenas productivas del plástico y del caucho en colaboración con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), COLCIENCIAS y BANCOLDEX, banco estatal colombiano de exportación e importación y desarrollo empresarial, para incrementar la productividad e impulsar la innovación en el sector. Ello ha resultado en considerables mejoras de la productividad en las empresas destinatarias y en diversas innovaciones en materia de productos y procedimientos protegidas por derechos de P.I.
Esta labor también ha permitido demostrar las ventajas prácticas de aplicar una estrategia sólida en materia de P.I. a nivel de la empresa. Asociarse con las empresas de este modo es una forma eficaz de crear conciencia entre los círculos empresariales acerca del modo en que la P.I. puede aumentar el valor económico de la innovación, crear nuevas corrientes de ingresos y apoyar el desarrollo empresarial. Esto es especialmente importante en un país en el que los niveles de concienciación en materia de P.I. y el número de solicitudes de derechos de P.I. son bajos. Dichas alianzas también garantizan que la investigación que realiza el ICIPC obedece a una demanda, tiene una aplicación práctica y llega, en última instancia, al mercado.
Una colaboración estrecha entre los centros de investigación como el ICIPC y la industria es beneficiosa para todos: genera unos ingresos sumamente necesarios para los centros de investigación y garantiza que la investigación sigue siendo relevante; la industria se beneficia de nuevas ideas y de la innovación y el público se beneficia de productos y servicios nuevos y mejorados.
La función del gobierno
El gobierno, obviamente, tiene una función clave a la hora de asegurar la coherencia y la coordinación eficaz en torno a los sistemas de ciencia, tecnología e innovación, y la entidad COLCIENCIAS ha sido extremadamente activa a ese respecto. Pero si el país pretende mejorar sus resultados de innovación, se necesita una mayor inversión en ciencia, tecnología e inversión, tal y como lo indican los análisis del Índice Mundial de Innovación de 2016. La disponibilidad de cánones mineros para financiar la expansión del ecosistema de innovación de Colombia –el campo de la ciencia, la tecnología y la innovación recibe actualmente el 10% de esas regalías– es una gran oportunidad, pero es vulnerable a los mercados volátiles de minerales. Idealmente, la inversión en la innovación se convertirá en una parte fija del presupuesto habitual del gobierno, lo que evitará la aplicación de medidas políticas a corto plazo y contribuirá a atenuar los efectos del declive de los cánones mineros sobre la inversión en la innovación.
Desarrollo de capacidades
Para aumentar la calidad y la repercusión de la investigación, y facilitar la transferencia de tecnología, se requiere un sistema sólido que permita llevar a cabo una investigación básica y aplicada de alta calidad, y las capacidades para transferir ese conocimiento al sector productivo y la sociedad en general. COLCIENCIAS y sus asociados también están abordando este tema.
A pesar de las recientes mejoras, los resultados de ciencia, tecnología e innovación de Colombia, tal y como se evalúan tradicionalmente (publicaciones científicas, solicitudes de patentes y marcas), siguen estando muy por debajo de la media. Colombia cuenta con 81 universidades, pero solo un pequeño porcentaje de los profesores poseen un título de doctorado, y estos están concentrados en un pequeño número de universidades de élite. La mejora de la calidad y del alcance de los resultados de ciencia, tecnología e innovación en Colombia sigue siendo por lo tanto un reto difícil, pero al que ya nos estamos enfrentando activamente.
Las oportunidades de financiación externa y el nuevo enfoque del gobierno con respecto a la investigación y a la innovación han disparado la producción nacional de títulos de doctorado, colocando al país en el buen camino para cumplir su objetivo de 3.000 títulos de doctorado para el 2025. También observamos una nueva tendencia en las universidades de profesionalización de la gestión de las investigaciones, tal y como indica el nombramiento de un número cada vez mayor de vicerrectores para cubrir puestos de investigación. La legislación moderna sobre P.I., similar a la Ley Bayh-Dole de los Estados Unidos (véase el recuadro), también ha permitido la creación de oficinas de transferencia de tecnología y otras funciones especializadas en las universidades, aunque las condiciones y normativa actuales en materia de empleo siguen obstaculizando la creación de empresas derivadas.
El desarrollo de capacidades es un punto importante para el ICIPC. En colaboración con la Universidad EAFIT, el Instituto ejecuta un Programa de Especialización en Procesos de Transformación del Plástico y del Caucho y una Maestría en Ingeniería de Procesamiento de Polímeros, así como varios cursos cortos, y hasta la fecha ha formado a más de 10.000 personas.
Acerca de la Ley Bayh-Dole
La Ley Bayh-Dole (Patent and Trademark Law Amendments Act), promulgada por los Estados Unidos en 1980, trata la cuestión de la titularidad de las invenciones resultantes de la investigación financiada por el gobierno federal. La ley permite a una universidad, una pequeña empresa o una institución no lucrativa conservar la titularidad de cualquier invención que resulte de la financiación federal. Antes de la entrada en vigor de esta ley, dichas invenciones eran cedidas obligatoriamente al gobierno federal pero la explotación de muy pocas de ellas era objeto de contratos de licencia. La ley facilita la transferencia de tecnología, el proceso de comercialización de dichas invenciones y el de convertirlas en nuevos servicios o productos.
Aumentar la concienciación en materia de P.I.
A principios de la década de 2000, reconociendo la importancia de la P.I. para la sostenibilidad de su propia estrategia comercial, el ICIPC empezó a gestionar activamente sus activos de P.I. y desde entonces ha adquirido una amplia experiencia en licencias de derechos de P.I. y en la gestión de los activos. De hecho, actualmente la P.I. se ha convertido en el mayor activo del Instituto, con más de 50 solicitudes de títulos de P.I. que abarcan múltiples derechos de P.I. El Instituto también ha reforzado sus servicios de investigación, desarrollo y diseño, ofreciendo búsquedas en el estado de la técnica y desarrollando métodos de transferencia de tecnología y de innovación.
El ICIPC se ha comprometido a crear una cultura de investigación abierta, que pueda buscar de manera creativa formas de afrontar los retos, así como medios para mantener la financiación de la investigación y crear una red de asociaciones para ampliar las oportunidades de investigación. Así pues, está perfectamente posicionado para dirigir el centro de P.I. SECOPIND, una red de 16 miembros académicos e industriales (véase p. 29) establecida en 2008 con el apoyo de COLCIENCIAS.
Cumpliendo con esa función, el ICIPC trabaja para fomentar la concienciación en materia de innovación y de P.I. y para facilitar la transferencia de tecnología de las universidades y las instituciones de investigación al sector privado. Si bien las grandes empresas tienen acceso directo a la ciencia mundial, muchas empresas más pequeñas solo pueden acceder a ella asociándose con universidades e instituciones de investigación locales, de ahí la necesidad de mejorar la calidad de sus resultados de investigación. Estas instituciones desempeñan un papel fundamental ayudando a las empresas a incrementar, con el tiempo, sus capacidades en materia de innovación interna y P.I. Nuestra propia experiencia es reflejo de lo que ya ocurre en el plano internacional, a saber, que mantener la relación con los egresados cuando entran en la industria es una forma eficaz de aumentar la capacidad de absorción de las empresas y de intercambiar conocimientos. Los graduados son unos asociados potenciales de un valor inestimable para futuros proyectos conjuntos de investigación e innovación.
Miembros del SECOPIND
Universidad de Antioquía, Universidad Nacional de Colombia, Universidad EAFIT, Universidad Pontificia Bolivariana, Universidad del Norte, Universidad del Valle, Institución Universitaria ITM, CIDET, CECIF, Vidarium, Ruta N, Tecnnova, Servicios Nutresa, Sumicol, Argos e ICIPC (núcleo de la red).
Al reunir a los agentes fundamentales de la innovación, SECOPIND puede aunar recursos para garantizar el acceso a una serie de servicios compartidos especializados en P.I., que abarcan la búsqueda en el estado de la técnica, la prueba de concepto, la valoración de la P.I. y la transferencia de tecnología y la comercialización. La red también apoya los programas de formación y aporta el tan necesitado pensamiento crítico al campo de la P.I. en Colombia.
Al 19 de octubre de 2015, la red de P.I. SECOPIND había presentado 323 solicitudes de patente y el país en su conjunto tiene por objetivo presentar 1.000 solicitudes de patente al año para el 2025. Si bien la red presume de una importante cartera de patentes en expansión, el modo de llevar esas tecnologías al mercado está resultando ser un reto clave, ya que solo se han concedido licencias de uso para el 20% de las patentes en cartera. Esperamos que esto mejore conforme la innovación y la P.I. se arraiguen más profundamente en la cultura empresarial de Colombia.
A pesar de que expandir y reforzar el ecosistema de innovación de Colombia en pos de un desarrollo económico y social sostenido sigue siendo un complejo desafío, y que aún queda mucho por hacer, el futuro ofrece grandes expectativas. Las tasas de crecimiento del país, sus abundantes recursos naturales, su importante fuente de talento, el compromiso del gobierno y sus objetivos declarados en materia de innovación, así como el reciente acuerdo de paz del país son todos motivos de optimismo.
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