Forjar el futuro a la manera de Fraunhofer
Por Catherine Jewell, División de Comunicaciones, OMPI
Fraunhofer es la organización de investigación aplicada más grande de Europa. Sus institutos de investigación están llevando la innovación a una variedad sorprendente de campos, como la salud, la seguridad, las comunicaciones, la energía y el medio ambiente. Las investigaciones de Fraunhofer inciden de muchas maneras en las vidas de millones de personas: desde las salchichas sin grasa hasta las tecnologías de compresión de audio y video que nos permiten escuchar música sobre la marcha, pasando por mejores biopsias para los pacientes de cáncer de mama y paneles solares (Fraunhofer ostenta la plusmarca mundial de eficiencia en paneles solares).
Alexander Kurz, vicepresidente Ejecutivo de Recursos Humanos, Asuntos Jurídicos y Gestión de la Propiedad Intelectual (P.I.), explica qué es lo que promueve la innovación en Fraunhofer y cuál es el apoyo que aporta la P.I.
¿Puede hacernos una idea del alcance de las actividades de Fraunhofer?
En su condición de organización de investigación aplicada, nuestra misión principal es asegurar que nuestras investigaciones tienen una aplicación práctica, por ejemplo tendiendo puentes entre la universidad y la industria. Fraunhofer lo integran 69 institutos de investigación ubicados por toda Alemania y emplea a unos 24.500 trabajadores en su extenso abanico de investigaciones. Desarrollamos tecnologías, diseñamos nuevos productos y mejoramos los métodos de producción y la tecnología en los campos de la salud, las comunicaciones, la seguridad, la energía y el medio ambiente. Nuestro compromiso es con la investigación de verdad para la gente de verdad. Esto implica solucionar los problemas existentes y abrir nuevos horizontes en el desarrollo tecnológico. En este sentido, se podría decir que estamos en el negocio de forjar el futuro.
¿Cómo se financia Fraunhofer y quiénes son sus principales socios?
En su condición de organización sin ánimo de lucro, Fraunhofer opera bajo un modelo de financiamiento único. El 30 por ciento de nuestro presupuesto –lo que denominamos nuestra financiación base– procede de subvenciones públicas federales y estatales (Länder), y el 70 por ciento se genera a través de la investigación con la industria, los ingresos procedentes de la P.I. y los proyectos de investigación financiados con dinero público. Esto obliga a nuestros investigadores a llevar a cabo su trabajo con espíritu empresarial. En 2016 Fraunhofer funcionó con un presupuesto de aproximadamente 2.100 millones de euros.
En lo que se refiere a nuestra colaboración con la industria, trabajamos con las empresas más pequeñas –por ejemplo, con un carnicero bávaro para la elaboración de salchichas sin grasa– y con las corporaciones más grandes, entre ellas las compañías automotrices o las empresas de productos electrónicos. Pero el grueso de nuestros socios –en torno al 60 por ciento– son pequeñas y medianas empresas (pymes). Estas compañías son la columna vertebral y los “desconocidos artífices” de la innovación en Alemania.
También tenemos vínculos muy sólidos con el mundo académico. De hecho, muchos de nuestros científicos son profesores en universidades de todo el país. Esto genera muchas oportunidades de intercambio de ideas: comparten las investigaciones más recientes de Fraunhofer con sus estudiantes, y muchos de estos estudiantes realizan sus investigaciones académicas en nuestros institutos.
Tenemos acuerdos marco en materia de P.I. con unas 180 universidades alemanas. Esto nos permite maximizar la repercusión de nuestro trabajo en todo el país. En los acuerdos se estipula simplemente que debe informarse a todas las partes pertinentes acerca de cualquier nueva invención, de manera que se pueda elaborar una estrategia adecuada de P.I., que incluya acuerdos sobre regalías. En general, si un investigador utiliza las instalaciones de Fraunhofer, la titularidad de la P.I. será de Fraunhofer. También existe la posibilidad de que elaboremos un acuerdo de asociación que establezca la contribución de cada parte y los pagos por regalías equivalentes en función del éxito en la comercialización. Estas negociaciones no siempre resultan fáciles. Fraunhofer gestiona todos los aspectos relacionados con el proceso de patentamiento y comercialización y cubre todos los costos relacionados. Por supuesto, cuando se trata de nuestro trabajo con socios de la industria recurrimos a contratos para resolver las cuestiones relacionadas con la P.I. y con el pago de las regalías. Siempre se produce un debate acalorado.
Nuestros estrechos vínculos con el mundo académico y nuestra financiación base nos dan la libertad y el margen de maniobra científicos para desarrollar nuestra cartera interna de investigación en nuevas áreas de investigación tecnológica que pueden ser útiles a la sociedad y que todavía no están en la pantalla del radar de nuestros socios en la industria. Este no es el caso en nuestros trabajos por contrato, donde nuestros objetivos de investigación están predefinidos. De hecho, nuestra financiación base es el terreno en el que crece todo. Nos permite seguir siendo creativos y competitivos. Las grandes compañías tienen sus propias instalaciones de I+D, por lo que solo usarán nuestros conocimientos si somos mejores y más originales, o si tenemos conocimientos en un campo que ellos no pueden abarcar. Por lo tanto, este aspecto de nuestro negocio es fundamental para nuestro éxito a largo plazo.
¿Ha cuantificado alguna vez la repercusión económica del trabajo que hace Fraunhofer?
Sí. Aunque es algo muy difícil de hacer desde el punto de vista científico, evaluamos periódicamente la repercusión de nuestro trabajo. Las conclusiones principales del estudio más reciente al respecto indican que el trabajo de Fraunhofer genera un importante bienestar económico y rentabilidad financiera para la sociedad. Estas conclusiones también ponen de relieve el modo en que apoyamos el desarrollo de ecosistemas de innovación, por ejemplo mediante la formación de estudiantes de doctorado, y en que alentamos la formación de nuevas empresas. Estas pequeñas empresas forman parte del programa de viveros empresariales de Fraunhofer, que está vinculado y complementa los viveros empresariales regionales ya existentes.
¿Quién determina qué invenciones son prometedoras y cómo se establecen las nuevas prioridades en materia de investigación?
En el primer caso, son los propios investigadores, pero contamos con un proceso estructurado para evaluar la patentabilidad y el potencial comercial de las invenciones. El departamento de P.I. de Fraunhofer se encarga de esto y del desarrollo de estrategias de P.I. adecuadas en colaboración con los institutos. La necesidad que tenemos de generar el 70 por ciento de nuestros ingresos se traduce en que los investigadores buscan a conciencia las oportunidades que les permitan aplicar o comercializar los resultados de sus investigaciones. Trabajamos duro para generar una mentalidad orientada hacia la P.I. entre los miembros de nuestro personal.
En lo que se refiere al modo de proteger nuestras invenciones, el Tratado de Cooperación en materia de Patentes de la OMPI es la piedra angular de nuestro negocio de P.I. Proporciona una gran seguridad jurídica y nos concede un tiempo adicional para dar con el socio comercial más conveniente y con el mercado que más se ajuste a nuestras invenciones. Es un modo excelente de establecer derechos de P.I. a nivel internacional. Por eso lo utilizamos.
En cuanto a determinar nuestras prioridades en materia de investigación, estamos pendientes del panorama tecnológico para detectar nuevos acontecimientos. Y, por supuesto, cuando podemos, intentamos marcar tendencia. Este ha sido el caso, por ejemplo, con nuestras investigaciones sobre tecnologías de compresión de audio y video y de energías renovables, pero todo lo que hacemos tiene que estar en consonancia con la misión de Fraunhofer. En Fraunhofer, es genial tener una idea, pero es incluso mejor cuando esa idea tiene una aplicación práctica y genera un beneficio. De hecho, esto es lo que atrae a muchos investigadores a trabajar con nosotros.
También empleamos una variedad de mecanismos estratégicos internos para fomentar la innovación. Por ejemplo, si decidimos estimular la investigación en ámbitos específicos, como los algoritmos de aprendizaje profundo o la inteligencia artificial, ponemos a disposición con ese fin una porción de nuestra financiación base, y los institutos presentan sus solicitudes a través de un proceso interno de licitación pública. También empleamos ciertos indicadores de desempeño como punto de partida para asignar la financiación base entre los institutos. Estos mecanismos están demostrando ser muy eficaces en el fomento de la cooperación entre nuestros distintos institutos, algo que es muy importante pero que puede ser complicado.
¿Qué función desempeña la P.I. en su organización?
La P.I. es fundamental en nuestro modelo de negocio. Desde un punto de vista jurídico, necesitamos la P.I. para tener el derecho exclusivo a explotar nuestra tecnología, pero una vez adquiridos, esos derechos pueden utilizarse de maneras muy diversas. La cartera de P.I. de Fraunhofer pone de relieve nuestra orientación de mercado, refuerza nuestra posición en el mercado de la investigación y hace que seamos atractivos para la industria. La P.I. también nos permite generar ingresos adicionales. Aunque hemos logrado algunos éxitos con el MP3 y otras tecnologías de compresión de audio y video, puede resultar difícil ganar dinero con una patente. A veces no lo logramos, pero afortunadamente sí lo logramos en otras ocasiones.
Actualmente, Fraunhofer cuenta con 30.000 patentes activas y unas 7.000 familias de patentes que abarcan la mayoría de áreas en las que desarrollamos nuestro trabajo de investigación. También registramos aproximadamente 60 marcas al año y contamos con unas 700 marcas activas. Nuestra cartera la gestionan 60 expertos en materia de P.I., que trabajan en el departamento central de P.I. de Fraunhofer, en Múnich, y que colaboran de manera estrecha con los gestores de P.I. en cada uno de nuestros 69 institutos.
Nuestra P.I. tiene que aportar valor y asegurar que somos visibles y atractivos en el mercado de la investigación, y tenemos que ser capaces de generar ingresos gracias a ella.
Generalmente, en toda colaboración nos esforzamos en generar P.I. Si encontramos soluciones para la industria, negociamos diferentes opciones de licencia, incluidas las licencias exclusivas, pero, como norma, la titularidad de la propiedad sigue siendo nuestra. Este enfoque respalda nuestra investigación precompetitiva y mejora nuestra posición en el mercado. Los conocimientos más destacados que desarrollamos hoy en día, mañana pasarán a ser parte de nuestra cartera histórica de P.I.: la suma de todos nuestros conocimientos y nuestra P.I.
¿Cómo aborda Fraunhofer la cuestión de la transferencia de tecnología?
Nosotros fomentamos la transferencia de tecnología y el desarrollo de entornos de innovación de diferentes maneras. Nuestra misión es poner en práctica la innovación, razón por la cual todos los canales de transferencia tecnológica son importantes para nosotros. Uno de los caminos es la investigación por contrato. Actualmente, tenemos unos 10.000 proyectos activos que están reportando resultados a nuestros socios en la industria. Otro camino son las patentes y las licencias tecnológicas, y un tercero son las empresas derivadas. Establecemos y externalizamos tecnología de Fraunhofer a unos 25 nuevos proyectos cada año, un 90 por ciento de los cuales siguen operativos al cabo de cinco años. También somos accionistas en varios de ellos. Esta vertiente de nuestro negocio también genera ingresos adicionales mediante el trabajo por contrato que hacemos con ellos, y cuando son comprados por compañías más grandes liquidamos nuestras acciones. Otro camino, que suele infravalorarse, es la movilidad laboral. Cada año, aproximadamente 900 científicos dejan Fraunhofer. Muchos de ellos se incorporan a trabajos punteros en la industria.
Sin embargo, la transferencia de tecnología no está exenta de problemas. Por ejemplo, motivar a las personas para que se conviertan en empresarios no siempre es fácil. Es una actividad arriesgada y no todo el mundo lo lleva en su ADN. Tampoco ayuda la cultura renuente a asumir riesgos que por lo general existe en Europa, a lo que hay que sumar el estigma asociado con el fracaso empresarial. Un producto puede fracasar en el mercado por muchas razones que no tienen nada que ver con sus virtudes o calidad técnica. En líneas generales, cuando hablamos de innovación tendemos a prestar atención exclusivamente a los casos exitosos, y olvidamos que el fracaso es una parte esencial de la investigación científica. Mucha gente propicia el desarrollo de nuevas tecnologías porque identifican lo que no funciona. Son los héroes anónimos de la innovación. Tenemos que cambiar esta mentalidad y adoptar un enfoque más positivo y realista con respecto a la innovación y el desarrollo empresarial.
¿Qué le depara el futuro a Fraunhofer?
En el radar de Fraunhofer hay varios nuevos ámbitos muy estimulantes. Van desde la robótica cognitiva y los sistemas basados en la inteligencia artificial a los algoritmos de aprendizaje profundo y los chips neuromórficos, que posiblemente sean la próxima tecnología revolucionaria en computación, pasando por los materiales inteligentes, la fabricación aditiva y la edición genómica. La aplicación de muchas de estas tecnologías implicará grandes cambios sociales y planteará importantes cuestiones éticas. Si queremos aprovechar al máximo sus enormes ventajas potenciales –y hay muchas– necesitamos un contrato social. Necesitamos expertos procedentes de todos los ámbitos que se impliquen en el proceso de configurar este mundo nuevo. Siempre ha sido así cuando se trata de la ciencia y la tecnología.
En los últimos 10 años, el volumen y la movilidad de nuestro personal ha aumentado de manera significativa, pero mirando hacia al futuro nuestro objetivo principal no es el crecimiento en sí; nuestro planteamiento general es aportar innovación y tecnologías que sean nuevas y mejores.
Por lo tanto, en el futuro seguiremos desarrollando nuestras carteras de investigación y P.I. en consonancia con las necesidades y demandas de un panorama tecnológico en constante evolución. Hace diez años, bastaba con desarrollar una tecnología; hoy en día nuestros socios también quieren un sistema. Esto significa que tenemos que adoptar un enfoque más interdisciplinario y ser más flexibles y ágiles en nuestra manera de trabajar. También implica que tenemos que evaluar la manera en que los nuevos planteamientos en materia de innovación, como la innovación abierta y los espacios compartidos por compañeros de trabajo, pueden complementar las prácticas investigadoras vigentes.
¿Por qué es importante para ustedes tener una estrategia internacional?
Fraunhofer tiene una serie de proyectos internacionales de colaboración con institutos de investigación y empresas innovadoras. Nuestra actividad principal, la ciencia y la investigación, es global, y la innovación es global. Si quieres colaborar con los mejores del mundo, no debes quedarte a las puertas.
¿Cuál es el secreto del éxito de Fraunhofer?
Trabajamos duro para asegurar que nuestra misión no se diluya. Todo lo que hacemos tiene que cimentar nuestra misión y nuestro modelo de negocio. Creo que la cuestión se reduce a tener una estrategia, indicadores eficaces y –el factor más importante– gente entregada.
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