Primer Concurso de Inventos Patentados de América Latina
Por Constanza Zülch y Francisco Carrasco, Departamento de Comunicaciones, Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), Chile
En septiembre de 2018, PROSUR, organización regional cuya misión es fomentar la cooperación en el ámbito de la propiedad industrial, organizó, con el apoyo de la OMPI, el primer Concurso de Inventos Patentados. El objetivo del concurso era estimular la innovación y un mayor uso del sistema de propiedad intelectual (PI) en general, y del sistema de patentes en particular, en América Latina.
“El concurso nos ha ayudado a dar a conocer en mayor medida en la región la contribución de las patentes al fomento de la innovación, a la mejora de la competitividad de la región y al impulso de su desarrollo económico”, afirmó Harry Peralta López, presidente en funciones de PROSUR.
“Cada año se presentan más de 50.000 solicitudes de patente en América Latina. Nuestro objetivo al organizar el concurso es fomentar un uso mucho mayor del sistema de patentes y, por supuesto, demostrar la capacidad de la región de crear invenciones revolucionarias que poseen valor comercial”.
Acerca de PROSUR
En 2009 varios países de América Latina aunaron fuerzas para crear PROSUR, entidad cuya misión es fomentar la cooperación en el ámbito de la propiedad industrial (por ejemplo, patentes, marcas, diseños o indicaciones geográficas) en la región. Además de promover una mayor colaboración técnica entre las oficinas de PI de sus países miembros, PROSUR desempeña un papel fundamental en la promoción de la transferencia de tecnología y de la capacidad empresarial en apoyo del desarrollo social y económico de la región.
Países miembros de PROSUR: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Convocatoria del concurso
La convocatoria de candidaturas para participar en el concurso estaba abierta a los 13 países miembros de PROSUR (ver cuadro). Tras un riguroso proceso de selección, fueron escogidos para participar en el concurso 23 candidatos, de los cuales 11 habían presentado solicitudes de patente en virtud del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) de la OMPI. Los candidatos debían presentar pruebas de que su invención poseía un registro de patente, de invención o de modelo de utilidad concedido hasta cinco años antes de la fecha de lanzamiento del concurso.
“El concurso fue ideado no solo con el fin de otorgar un reconocimiento especial a los innovadores de América Latina, sino también de fomentar la innovación y la creatividad, las cuales constituyen elementos esenciales para el desarrollo de la región”, señaló Peralta López.
Un jurado formado por expertos de la Federación Internacional de Asociaciones de Inventores, el Instituto Max Planck, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la revista Marca Sur evaluó las candidaturas.
Los ganadores
Los ganadores del concurso, provenientes de la Argentina, Chile y el Perú, fueron anunciados en enero de 2019. Entre las innovaciones participantes figuran algunas de las mejores invenciones patentadas de la región. Todas las invenciones que llegaron a la última fase del proceso de selección fueron evaluadas en función de los siguientes criterios: potencial para la generación de beneficios sociales y económicos; potencial de impacto ambiental; número de países en los que están protegidas y enfoque de género.
El premio a la mejor invención fue para un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de la Argentina por su trabajo contra los efectos nocivos del rotavirus, un patógeno que provoca anualmente la muerte de unos 550.000 niños en el mundo.
Los jueces recompensaron el trabajo del equipo ganador – Thomas Surrey, Aurelien Olichon, Silvia Gómez-Sebastián, José Ángel Martínez Escribano, Andrés Wigdorovitz, Lorena Laura Garaicoechea, Gisela Ariana Marcoppido y Gladys Viviana Parreño – al considerar que su descubrimiento mejorará considerablemente el bienestar de los niños de América Latina y del mundo en general.
La iniciativa cobró forma en 2011 cuando los investigadores comenzaron a buscar la manera de neutralizar diferentes variantes del rotavirus usando nanoanticuerpos derivados de camélidos herbívoros comunes en la Argentina como llamas, alpacas y vicuñas. Uno de los objetivos del equipo era elaborar productos lácteos que contuvieran esos anticuerpos para proteger de la diarrea a los niños menores de cinco años.
“La invención es un importante aporte a la sociedad y con este logro el INTA alcanza un nuevo reconocimiento internacional que ratifica la calidad de sus investigaciones y la posibilidad de transferir sus innovaciones a la sociedad” afirmó Juan Balbí, presidente del Instituto.
El equipo ganó el Trofeo de PI de la OMPI para empresas y uno de sus miembros fue invitado a presentar su trabajo en la edición anual de la Exposición Internacional de Invenciones de Ginebra en 2019. Esta fue una excelente oportunidad para que el equipo diera a conocer su trabajo, conociera a otros inventores e inversores potenciales y ampliara su red de contactos.
Segundo lugar para una invención que permite mejorar el proceso de parto
El mecánico argentino Jorge Ernesto Odón ganó el segundo premio del concurso por su dispositivo de bajo costo para la extracción del bebé durante el parto. Su invención ayuda a que el parto sea más seguro, especialmente en partos con complicaciones, sin necesidad de que su uso requiera conocimientos médicos especializados, por lo que constituye una opción ideal para entornos donde el acceso a profesionales de la salud es limitado. El inventor de este dispositivo innovador espera que se convierta en la primera opción frente a los métodos convencionales de asistencia en el parto.
“Es un orgullo para el país que se reconozca la potencia de nuestros inventores con los premios otorgados a dos patentes argentinas. Este reconocimiento afirma la capacidad creativa de los argentinos y el poder de la innovación y de la propiedad intelectual para el desarrollo económico de nuestro país”, indicó Dámaso Pardo, presidente del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) de la Argentina.
Chile y el Perú comparten el tercer puesto
El tercer lugar del concurso lo comparten invenciones de Chile y el Perú. La invención chilena, desarrollada por investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Chile, es una vacuna que confiere protección contra el virus respiratorio sincicial, la principal causa de bronquiolitis y neumonía en niños menores de un año. Su invención, una de las primeras vacunas para el tratamiento del virus, promete tener repercusiones directas en la salud infantil.
La vacuna ha superado la fase 1 de ensayos clínicos y los investigadores – Alexis Kalergis Parra, Pablo González Muñoz y Susan Bueno Ramírez – buscan ahora financiación adicional para comercializarla y continuar su investigación.
“Estamos muy orgullosos como académicos e investigadores de la Universidad Católica por el reconocimiento internacional que nuestro trabajo científico ha recibido de parte de PROSUR. Resulta especialmente gratificante que a través del trabajo que hemos hecho en la universidad, Chile haya sido uno de los tres países reconocidos como innovadores desde la ciencia y el conocimiento hacia tecnologías que benefician a la sociedad”, señaló el profesor Kalergis.
Por su parte, la invención peruana, desarrollada por Rodrigo Coquis Sánchez-Concha, permite eliminar bacterias en combustibles fósiles para prevenir fallas en inyectores y bombas, por lo que tiene gran potencial de aplicación en la industria automotriz. Al ser instalado en los tanques de combustible de los vehículos, el dispositivo reduce el consumo de combustible y las emisiones de monóxido de carbono y humo.
“Según Rodrigo Coquis, inventor ganador del premio, “este nuevo e innovador dispositivo viene en cuatro versiones que pueden ser instaladas en motocicletas, automóviles livianos y hasta en tractores, cisternas de combustible de minas y embarcaciones”.
Reconocimiento a las inventoras
En la primera edición del concurso de PROSUR se otorgó un premio especial para las inventoras. El premio es un reconocimiento a aquellas mujeres que con sus innovaciones tecnológicas han contribuido al desarrollo de nuevos conocimientos y que son fuente de inspiración para las nuevas generaciones de científicas e inventoras.
Fueron premiadas con este galardón cuatro mujeres que forman parte del equipo de investigadores argentinos que obtuvo el primer premio del concurso: Lorena Laura Garaicoechea, Gisela Ariana Marcoppido, Gladys Viviana Parreño y Silvia Gómez-Sebastián.
Graciela Guzmán, secretaria de Promoción, Protección y Cambio Tecnológico del Ministerio de Producción y Trabajo, aplaudió su logro. “Quiero destacar a las investigadoras de este equipo, que obtuvieron el reconocimiento a las inventoras, y que son solo algunas de tantas mujeres, profesionales y emprendedoras que todos los días contribuyen al desarrollo económico de nuestro país y nos recuerdan la enorme responsabilidad que tenemos todos de seguir trabajando para hacer realidad una sociedad y un mercado laboral más igualitario e inclusivo”.
Todos los ganadores recibieron un diploma al mérito de la OMPI que les fue entregado en ceremonias paralelas celebradas en la Argentina, Chile y el Perú en marzo de 2019.
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.