Impulsar la competitividad empresarial en África mediante la PI y la innovación
Por McLean Sibanda, director ejecutivo de Bigen Global Limited, Harare (Zimbabwe), y el profesor Tom Peter Migun Ogada, director ejecutivo del Centro Africano de Estudios Tecnológicos y presidente de la Comisión Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Kenya, Nairobi (Kenya)
Se calcula que la población de África se duplicará de aquí a 2050, pasando de 1.200 millones de habitantes en la actualidad a 2.400 millones, de los cuales más del 60% tendrán menos de 25 años. Esta gran población joven presenta oportunidades y dificultades importantes. Por una parte, los países africanos, al tener una mayor proporción de personas económicamente activas, podrían beneficiarse de un crecimiento económico acelerado. Por otro lado, los bajos niveles de industrialización en la mayoría de los países africanos, y el elevado desempleo juvenil conexo, suscitan una creciente preocupación.
¿Cómo pueden garantizar los encargados de formular políticas en África la inclusión de los jóvenes africanos en la economía mundial? ¿Qué iniciativas son necesarias para desarrollar las competencias y la especialización requeridas para que los jóvenes africanos participen en la innovación y la economía del futuro basada en el conocimiento? ¿Qué deben hacer los gobiernos africanos para acelerar la transformación de las economías de producción intensiva de recursos naturales en economías basadas en el conocimiento? ¿Y cómo pueden los encargados de formular políticas fomentar la innovación mediante una mejor comprensión y un mayor uso de los derechos de propiedad intelectual (PI) para impulsar la competitividad de las empresas africanas y encauzar la economía del continente hacia una vía sostenible?
La diversificación económica es una prioridad para los países africanos, sobre todo en sectores con posibilidades de crear empleo y generar productos de alto valor.
Oportunidades y dificultades
En las dos últimas décadas, los países de África han alcanzado tasas de crecimiento económico rápido y sostenido. Las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el African Economic Outlook 2019 indican que la tendencia continuará. En Uganda, Benin, Kenya, la República Unida de Tanzanía, el Senegal, Côte d’Ivoire, Ghana, Rwanda, Etiopía y Libia se observarán tasas de crecimiento de entre el 6% y el 11%. La alta demanda de exportaciones africanas, el acceso relativamente fácil a la financiación, las reformas microeconómicas y las mejoras en el entorno empresarial son motores importantes de este crecimiento. Sin embargo, la preocupación reside en que el número de puestos de trabajo disponibles para la creciente población en edad de trabajar—que se prevé que ascenderá a casi 1.000 millones en 2030— no ha seguido el ritmo de este crecimiento económico. Los datos correspondientes a 2017 muestran que las tasas de desempleo (7,5%) en los países africanos son muy superiores a la media mundial (4,3%). Solo el 40% de la población activa tiene un empleo productivo y, de ese porcentaje, el 70% se encuentra en situación laboral vulnerable.
La mayoría de las oportunidades laborales (65%) surgen en el sector agrícola, que representa más del 15% del PIB del continente, seguido por los servicios, en particular los servicios financieros y las telecomunicaciones. Cerca del 80% de los puestos de trabajo se encuentran en el sector informal. Sin embargo, la fabricación —el sector con mayor margen para añadir valor a las materias primas— solo representa el 6,5% de los puestos de trabajo. No resulta sorprendente teniendo en cuenta los bajos niveles de industrialización de los países africanos en comparación con el resto del mundo (véase la ilustración 1).
El desempleo constituye un gran problema en África, especialmente en vista del tamaño de su población joven, que es desproporcionadamente mayor al de la mayoría de las economías desarrolladas donde la población está envejeciendo. Por lo tanto, los encargados de formular políticas tienen que encontrar formas de potenciar la industrialización, aumentar la capacidad de fabricación y la productividad y mejorar la competitividad empresarial. El objetivo es reducir la dependencia de los países africanos de la exportación de materias primas. Esta dependencia los hace vulnerables a los volátiles mercados de productos básicos y las fluctuaciones de la economía mundial. Por lo tanto, la diversificación económica es una prioridad para los países africanos, sobre todo en sectores con posibilidades de crear empleo y generar productos de alto valor.
Crear empleo y crecimiento empresarial mediante la PI y la innovación
La historia nos demuestra que en los entornos donde prosperan la innovación y el uso del sistema de PI se crean oportunidades de empleo y desarrollo socioeconómico. Son prueba de ello las experiencias de países como el Japón, la República de Corea y, más recientemente, China. Para que los países africanos compitan en la economía mundial del conocimiento, es esencial el desarrollo de ecosistemas de innovación dinámicos respaldados por sistemas de PI equilibrados y eficaces. Es un paso fundamental para cumplir las aspiraciones de los países africanos de convertirse en productores de bienes y servicios de alto valor basados en el conocimiento. Solo entonces podrán revertir la tendencia existente —África importa la mayor parte de lo que consume— y empezar a añadir valor a los productos que exportan. La innovación y la PI son el núcleo de este proceso.
La inversión en investigación y desarrollo (I+D) y en innovación apoya la producción de nuevas tecnologías mejoradas para atender las necesidades locales, creando al mismo tiempo oportunidades de crecimiento empresarial y empleo. El sistema de PI también facilita la transferencia, la adaptación y la asimilación eficaces de tecnologías desarrolladas en otros lugares en los países africanos. Los países que cuentan con ecosistemas de innovación sólidos sustentados en un sistema de PI equilibrado y eficaz se han beneficiado de un aumento del crecimiento económico, el empleo, los ingresos fiscales y la inversión extranjera directa, así como acceso a tecnologías punteras a través de acuerdos de transferencia de tecnología.
Un sistema de PI eficaz es una parte integral de un ecosistema de innovación próspero. Incentiva la inversión en I+D y otras innovaciones y permite a las empresas comercializar y monetizar sus innovaciones y justificar y sostener sus inversiones en I+D.
Beneficios potenciales de la PI
Las empresas utilizan los derechos de PI de manera estratégica para desarrollar y comerciar sus productos y servicios innovadores y obtener ingresos de ellos. Estos derechos ayudan a las empresas a adquirir y mantener una ventaja competitiva en los mercados dentro y fuera del país. Por lo general, las empresas con una estrategia de PI eficaz gozan de una posición negociadora más sólida, logran mayor éxito y tienen un valor de mercado superior a las que no cuentan con ella. Así sucede especialmente en un mercado mundial sumamente competitivo en el que las licencias cruzadas están cada vez más extendidas, sobre todo en los sectores del automóvil, las tecnologías de la información y las comunicaciones y los medicamentos.
La sensibilización sobre la PI es especialmente importante entre las pequeñas y medianas empresas (pymes), ya que en general impulsan el crecimiento económico y la creación de empleo. A aquellas que acogen los derechos de PI con los brazos abiertos les suele ir mejor en términos de crecimiento, ingresos y empleo que a las que no saben cómo puede apoyar la PI su negocio.
Los consumidores y la sociedad en su conjunto también salen beneficiados. Los derechos de PI apoyan el proceso de comercialización de un producto, ofreciendo así acceso a los consumidores a una gama cada vez más amplia de productos y servicios innovadores. Por supuesto, los derechos de PI también protegen a los consumidores de los productos falsificados y pirateados. Esta actividad ilegal menoscaba a las empresas legítimas y su capacidad para invertir en el desarrollo de productos. También pone en riesgo la salud y la seguridad de los consumidores.
Un mejor conocimiento de los beneficios que pueden derivarse de la innovación y el acceso a un sistema de PI eficaz ayudará a asegurar que los inventores, creadores y emprendedores africanos puedan proteger y aprovechar con facilidad y eficacia el valor de sus activos de PI y generar así oportunidades de empleo, creación de riqueza y crecimiento económico.
Tender puentes entre el mundo académico y las empresas
Las universidades y las instituciones de investigación, así como las pymes basadas en el conocimiento, son el pilar de la actividad económica en la mayoría de los países. Estos actores tienen un papel esencial que desempeñar en la transformación de las economías africanas y el aumento de su competitividad a escala mundial. Su capacidad de innovar y desarrollar tecnologías punteras y conocimientos es fundamental para impulsar la capacidad de África para dar mayor respuesta a sus necesidades, producir y exportar productos y servicios de alto valor y establecerse como actor económico mundial.
Los encargados de formular políticas en África reconocen cada vez más el papel esencial de las universidades, las organizaciones de investigación y las pymes como productoras de nuevos conocimientos para atender las necesidades locales. También reconocen la necesidad de reforzar los vínculos entre el mundo académico y las empresas a fin de que los programas de investigación generen productos pertinentes y útiles para la sociedad. Las políticas que fomentan el uso activo de los derechos de PI para proteger y aprovechar el valor económico de las nuevas tecnologías, productos y procesos que generan estos importantes actores —por ejemplo, a través de la concesión de licencias y los regímenes de fomento de empresas emergentes— les permitirán conseguir una financiación sostenida para la investigación y promover el crecimiento empresarial.
Al vincular la PI y la innovación, los encargados de formular políticas tienen la oportunidad de crear entornos favorables para que las empresas africanas compitan en los mercados mundiales. El surgimiento de empresas como Sasol en Sudáfrica y MPESA en Kenya son prueba de ello. Las experiencias de determinados países asiáticos también ofrecen perspectivas interesantes sobre la forma de lograr un crecimiento económico sostenido fomentando la generación, la adquisición y el uso de la PI. Por ejemplo, hace 60 años, la República de Corea era más pobre que Mozambique. Sin embargo, su compromiso con la innovación y el uso estratégico de la PI le ha permitido erigirse como importante economía. La experiencia de la República de Corea pone de relieve lo que puede lograrse cuando los gobiernos adoptan un enfoque intencionado a largo plazo de innovación y uso estratégico de la PI para aprovechar los puntos fuertes de un país.
Conjugar investigación previa con comercialización posterior
En general, las actividades de investigación de las universidades e instituciones de investigación, como generadoras y divulgadoras tradicionales de conocimientos, se concentran en las primeras fases de las cadenas de valor de la innovación. En cambio, las pymes tienden a centrarse en las fases ulteriores, adaptando y aplicando nuevos conocimientos para producir bienes y servicios que el mercado pueda consumir.
Con el fin de crear las condiciones óptimas para que se generen y luego se comercialicen los conocimientos, los encargados de formular políticas tienen que abordar muchas cuestiones difíciles. Por ejemplo, ¿en qué medida deben intervenir las universidades e instituciones de investigación posteriormente en cuestiones de comercialización para asegurar la pertinencia de su trabajo? ¿Qué mecanismos de apoyo (incentivos y estructuras de política) se necesitan para aumentar las actividades tanto en las fases preliminares como ulteriores con el fin de servir a la sociedad? ¿Cómo pueden apoyar las universidades los esfuerzos para mejorar la capacidad tecnológica e industrial de los países africanos? ¿Qué tipo de apoyo deben recibir las pymes para animarlas a apostar por la innovación? ¿Cómo pueden los países reforzar los vínculos entre el mundo académico y la industria y alentarles a utilizar el sistema de PI?
La Conferencia sobre Propiedad Intelectual (PI), Innovación y Adición de Valor para la Competitividad Empresarial en África
Harare (Zimbabwe), 5 a 8 de noviembre de 2019.
La OMPI está organizando la conferencia en colaboración con la Organización Regional Africana de la Propiedad Intelectual (ARIPO) y la Organización Africana de la Propiedad Intelectual (OAPI), con el apoyo de la Oficina Japonesa de Patentes (JPO) y el Gobierno de Zimbabwe.
Los participantes examinarán:
- las dificultades y las oportunidades para África en el contexto de la Cuarta Revolución Industrial;
- las formas de aprovechar el potencial de las universidades y las instituciones de investigación como generadoras de nuevos conocimientos y activos de PI; y
- las formas de alentar a la comunidad empresarial, especialmente las pymes, a apostar por la innovación y la PI para apoyar el crecimiento económico nacional.
En la conferencia se elaborarán un proyecto de hoja de ruta y un plan de acción quinquenal sobre el uso eficaz de la PI y la innovación para crear un ecosistema avanzado de innovación en África que serán estudiados y eventualmente aprobados por la ARIPO y la OAPI.
La colaboración es esencial para desarrollar ecosistemas de innovación prósperos
Deben estudiarse asimismo formas de alentar al mundo académico, la industria y los gobiernos a trabajar juntos para dar más a conocer los beneficios económicos que puede generar el uso estratégico de la PI. Esta colaboración es esencial para justificar y conseguir la financiación necesaria para la investigación y es especialmente importante en el contexto de la Cuarta Revolución Industrial para garantizar que los programas de investigación se adecuen a las necesidades locales y futuras. La colaboración también promete profundizar la comprensión de las repercusiones de la transformación digital en curso para la innovación y la PI, lo que permitirá a los países africanos aprovechar las oportunidades potenciales y anticipar y atenuar las dificultades derivadas de la rápida implantación y utilización de tecnologías digitales avanzadas. Solo trabajando juntos se podrá fomentar un uso más amplio de la PI para impulsar el desarrollo y la competitividad empresariales.
El objetivo, por supuesto, es asegurar que las instituciones académicas y de investigación de África pasen a formar parte de un ecosistema nacional de innovación plenamente integrado, en el que todos los participantes, incluidas las empresas, apuesten por la innovación con el fin de crear las tecnologías necesarias para abordar las necesidades y dificultades sociales. La creación de oportunidades de empleo decente y el aumento de la competitividad mundial son subproductos sumamente importantes de este proceso. El grado de éxito en la consecución de este objetivo determinará lo lejos que está África de poder aumentar su participación en la producción mundial de PI en un panorama tecnológico y económico en rápida evolución.
En la actualidad, existe una necesidad acuciante de diálogo para apoyar la elaboración de la hoja de ruta africana de PI e innovación. Esta hoja de ruta dará un impulso añadido a los esfuerzos en todo el continente para mejorar las perspectivas de empleo y los niveles de vida aprovechando la abundancia de talento de África en una era de rápida transformación tecnológica.
En noviembre de 2019, la OMPI y sus asociados (véase el recuadro), reconociendo la importancia de estas cuestiones, organizarán en Harare (Zimbabwe) una conferencia internacional sobre la PI, la innovación y la adición de valor para la competitividad empresarial en África. El acto brindará a los encargados de formular políticas la oportunidad de intercambiar puntos de vista sobre la utilización del sistema de PI con el fin de crear un entorno propicio para el desarrollo socioeconómico, científico y tecnológico en África. Los debates desembocarán en un proyecto de hoja de ruta y un plan de acción quinquenal sobre el uso eficaz de la PI y la innovación para crear un ecosistema avanzado de innovación en África que serán estudiados y eventualmente aprobados por la ARIPO y la OAPI.
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.