Airbus: por unos cielos azules más verdes
Por James Nurton, escritor independiente
Airbus, el mayor fabricante de aviones del mundo, tiene en marcha una serie de iniciativas para hacer frente al cambio climático. Los resultados no solo beneficiarán a la industria aeronáutica sino también a otros sectores.
Hacer frente al cambio climático se ha convertido en una prioridad para la industria aeronáutica en todo el mundo. Según estimaciones, la aviación contribuye actualmente hasta al 3% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), pero, habida cuenta de que se espera que el número de viajes en avión se duplique cada 15 a 20 años, es fundamental la adopción inmediata de medidas pertinentes para que esos futuros viajes sean más respetuosos con el medio ambiente.
La industria de la aviación es compleja, con muchos participantes del sector público y privado, entre otros, las aerolíneas comerciales, los operadores de aviones privados, las agencias gubernamentales y los fabricantes y proveedores de aviones, motores y piezas, así como las infraestructuras conexas.
El sistema de propiedad intelectual promueve la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías. En primer lugar, protege la inversión en innovación verde, por ejemplo, a través de patentes que otorgan derechos exclusivos a los inventores. En segundo lugar, permite la difusión de activos de tecnología mediante la concesión de licencias, publicación de patentes, actividades conjuntas de I+D y otras formas de colaboración
Carsten Sprenger, asesor jurídico principal, Airbus
Esto significa que la concesión de licencias y la transferencia de tecnología desempeñan una función esencial a la hora de garantizar que los beneficios de las innovaciones concebidas para hacer frente al cambio climático se repartan por todo el tejido industrial. Las aplicaciones de muchas de estas innovaciones no se limitan solo a la industria aeronáutica y, mediante un uso eficaz de los derechos de propiedad intelectual (PI), se pueden otorgar licencias a empresas de otros sectores muy diferentes.
Airbus es el mayor fabricante del mundo de aviones tanto civiles como militares, y como tal está a la vanguardia cuando se trata de ayudar a la industria en el desarrollo y la comercialización de nuevas tecnologías que respalden sus objetivos medioambientales. Como afirma la compañía en su sitio web: “El futuro de la aviación son aeronaves eléctricas, autónomas y cero emisiones. En Airbus, creemos que la innovación puede contribuir a un mundo más sostenible. La adopción de un enfoque poco convencional para hacer frente a los desafíos de hoy nos permitirá construir la aviación sostenible del mañana".
La empresa ya ha aportado su contribución al progreso al reducir la producción de ruido y emisiones en sus modelos recientes de aeronaves. Por ejemplo, en comparación con las generaciones anteriores de aviones, el A350 XWB ofrece una reducción del 25% en consumo de combustible y emisiones de CO2. Del mismo modo, el A330neo tiene un consumo de combustible por asiento un 25% inferior al de aviones anteriores de la misma clase.
En Airbus aprovechamos las tecnologías emergentes para posicionarnos como pioneros en el futuro de la aviación. Las pruebas de configuraciones disruptivas de aeronaves permiten a Airbus evaluar su potencial y viabilidad como productos futuros.
Jean-Brice Dumont, vicepresidente ejecutivo de ingeniería, Airbus
Con la mirada puesta en el futuro, Airbus está invirtiendo en investigación y desarrollo (I+D) en diversos ámbitos, para explorar tecnologías (en particular, la energía eléctrica), materiales y soluciones más limpios. Los resultados podrían provocar un terremoto en la industria aeronáutica. En el Salón Aeronáutico de Singapur, en febrero de 2020, la empresa presentó un demostrador de modelo tecnológico a escala (2 metros de largo y 3,2 metros de envergadura) de un avión curvilíneo llamado MAVERIC (acrónimo en inglés de Modelo de Aeronave para Validación y Experimentación de Controles Innovadores Robustos). La configuración de ala fuselada (ala fusionada con el fuselaje) permitiría recortar las emisiones de carbono en un 20% en comparación con los aviones de pasillo único actuales. Al presentar el MAVERIC, el vicepresidente ejecutivo de ingeniería de la compañía, Jean-Brice Dumont, dijo: “En Airbus aprovechamos las tecnologías emergentes para posicionarnos como pioneros en el futuro de la aviación. Las pruebas de configuraciones disruptivas de aeronaves permiten a Airbus evaluar su potencial y viabilidad como productos futuros". Agregó: “Necesitamos estas tecnologías revolucionarias para responder al desafío ambiental que se nos plantea. Esta es la próxima generación de aviones; es una opción que estudiamos". Según el Sr. Dumont, el MAVERIC podría ser "decisivo para lograr un cambio en la configuración de las aeronaves, en aras de un futuro sostenible desde el punto de vista ambiental para la industria aeronáutica".
¿Sabía que…
En los últimos 50 años, la industria aeronáutica:
- ha reducido el consumo de combustible y las emisiones de CO2 por asiento y kilómetro en más del 80%;
- ha reducido las emisiones de NOx en un 90%;
- ha reducido los niveles de ruido en un 75%?
Para 2036, el tráfico aéreo crecerá un 4,4% anual por lo que se deberán construir 35.000 nuevas aeronaves, al objeto de satisfacer el aumento de la demanda de viajes (Previsión Global del Mercado de Airbus).
Por una aviación sostenible
De conformidad con los compromisos establecidos en 2015, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Acuerdo de París), el Grupo de Acción del Transporte Aéreo (ATAG, por sus siglas en inglés), un organismo independiente que engloba entidades de toda la industria aeronáutica y promueve el crecimiento sostenible, ha fijado tres objetivos ambientales. El primero es mejorar la eficiencia del combustible de la flota mundial en un 1,5% anual entre 2009 y 2020. Este objetivo ya se ha logrado con una reducción de más del 2% de CO2 durante todo el período. El segundo objetivo es limitar las emisiones netas de CO2 a partir de 2020 mediante medidas de compensación de carbono, y el tercero, garantizar que, para el año 2050, las emisiones netas de CO2 se reduzcan a la mitad, en comparación con los niveles de 2005.
Estos objetivos se sustentan en los cinco pilares de la acción climática, a saber: innovación tecnológica; mejoras en el entorno operacional; infraestructuras eficientes; combustibles sostenibles para la aviación; e incentivos de mercado para compensar el aumento del CO2.
Los derechos de PI desempeñan un papel fundamental en el logro de esos objetivos, en particular en lo concerniente al desarrollo de nuevas tecnologías para construir aeronaves más eficientes y explorar el uso de combustibles alternativos. Como Carsten Sprenger, asesor jurídico principal de Airbus, señala: “El sistema de PI promueve la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías. En primer lugar, protege la inversión en innovación verde, por ejemplo, a través de patentes que otorgan derechos exclusivos a los inventores. En segundo lugar, permite la difusión de activos de tecnología mediante la concesión de licencias, publicación de patentes, actividades conjuntas de I+D y otras formas de colaboración".
“Airbus considera que el sistema de PI existente está bien preparado para incentivar la innovación ecológica. Este sistema permite adaptar con facilidad las estrategias de PI para apoyar objetivos ambientales y ecológicos”, dice el Sr. Sprenger, a lo que añade que los derechos de PI son también esenciales para llevar la innovación a diferentes industrias: "Los derechos de PI permiten que diversos sectores e industrias en todo el mundo accedan a las tecnologías, y eso es aún más importante cuando se trata de tecnologías sostenibles".
Ámbitos de innovación
Airbus es una empresa que se sitúa a la vanguardia de la innovación, con un presupuesto anual para I+D de unos 2.000 millones de euros, inversiones en I+D autofinanciadas por un total de 3.400 millones de euros, en 2019, y más de 1.000 científicos e investigadores en todo el mundo. En total, la compañía posee cerca de 37.000 patentes que abarcan un amplio abanico de tecnologías. "Muchas de las novedades técnicas de Airbus en el ámbito de la innovación ecológica están protegidas mediante patentes", dice el Sr. Sprenger.
Entre los ámbitos prioritarios de la empresa están los siguientes:
Combustible sostenible para la aviación (SAF, por sus siglas en inglés): Airbus lleva a cabo investigaciones sobre combustibles sintéticos que utilizan energías renovables para sustituir el queroseno. Estos combustibles se pueden fabricar con materiales reciclados, como aceite de cocina usado, residuos agrícolas o desechos municipales, y permiten reducir las emisiones de CO2 en un 80%. Desde 2016, la empresa ha realizado vuelos de entrega alimentados con combustible sostenible en Toulouse (Francia), Mobile (EE. UU.) y Hamburgo (Alemania). En septiembre de 2018, Airbus fue el primer miembro de la industria aeronáutica que se incorporó al Consejo del Hidrógeno. En diciembre de 2019, comenzó a introducir combustible sostenible para responder a sus necesidades en materia de transporte industrial.
Propulsión eléctrica e híbrida eléctrica: desde 2010 Airbus ha trabajado en el desarrollo de estos sistemas y, en noviembre de 2017, presentó el E-Fan X, un demostrador híbrido eléctrico, producido en asociación con Rolls-Royce. Se espera que realice su primer vuelo en 2021. Asimismo, Airbus ha desarrollado dos demostradores de una aeronave de despegue y aterrizaje vertical llamada Vahana, un vehículo totalmente eléctrico, de asiento único inclinable, con el que se han realizado más de 80 vuelos de prueba hasta la fecha, y CityAirbus, un dron multirotor de cuatro plazas totalmente eléctrico, que realizó su primer despegue en mayo de 2019. ¿Quizá los taxis aéreos autónomos del futuro? En 2018, Zephyr, su pseudo satélite solar de gran altitud batió el récord mundial de mayor duración de vuelo, superando a cualquier otro avión. Promete revolucionar las misiones de defensa, humanitarias y ambientales en todo el mundo.
Nuevos materiales ecoeficientes: Airbus estudia una amplia gama de materiales que incluyen compuestos livianos y funcionales. Uno de ellos es, por ejemplo, el plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP), que ofrece una mayor resistencia al desgaste y a la corrosión, por lo que tiene una vida útil más prolongada que los materiales metálicos tradicionales, además de poseer importantes propiedades que redundan en ahorro de combustible y reducción de peso. También analiza el uso de materiales de origen biológico como la seda de araña (más fuerte que el acero, más resistente que el Kevlar e increíblemente ligera), que prometen revolucionar el diseño aeroespacial. Asimismo, realiza experimentos con revestimientos y recubrimientos complejos y materiales y cerámicas de ultra alta temperatura. Estos nuevos recubrimientos y materiales, como el revestimiento de carburo de tungsteno y las nuevas aleaciones metálicas, se pueden usar en piezas esenciales de la aeronave, como las aletas de compresión y las palas de la turbina, para proporcionar una mayor eficiencia y reemplazar materiales perjudiciales para el medio ambiente.
Colaboración con asociados
Además del considerable alcance de las actividades de I+D que lleva a cabo a nivel interno, Airbus trabaja con varias organizaciones con las que ha forjado asociaciones centradas en la investigación y la tecnología, pues considera que son una forma de acelerar y diseminar la innovación. Entre los ejemplos de esas asociaciones, cabe destacar:
Programa Clean Sky (cielo limpio): iniciativa europea que pretende impulsar la investigación e innovación aeronáutica en aras de un transporte aéreo más eficiente desde el punto de vista ecológico, y del fortalecimiento de la competitividad de la industria aeroespacial europea. El programa busca promover el desarrollo de tecnologías que permitan reducir el ruido y las emisiones de CO2 y de otros gases. Airbus, un protagonista esencial en el programa, encabeza el desarrollo de una serie de tecnologías de vanguardia, con miras a cumplir con los objetivos ambientales establecidos. A continuación, se describen algunas de ellas.
UltraFan: una colaboración con Rolls-Royce, ofrece una reducción del consumo de combustible de hasta un 25% respecto a la primera generación del motor Trent de Rolls-Royce. Airbus y Rolls-Royce trabajan actualmente en la puesta a punto de un demostrador con UltraFan para realizar pruebas de vuelo (un proyecto cofinanciado por Clean Sky), con miras a incorporar el motor en futuros aviones.
BLADE (acrónimo en inglés de Avión Demostrador Laminar de Ruptura en Europa): en el marco de este proyecto, Airbus dirige un equipo que cuenta con más de 20 asociados. BLADE tiene por objeto modificar la forma, los materiales y la superficie de las alas con miras a reducir la resistencia aerodinámica en hasta un 50%, y transformar así la aviación comercial. Este proyecto también forma parte del programa Clean Sky.
Wings of Tomorrow (alas del mañana): el programa de investigación de Airbus más importante a nivel mundial es fruto de una asociación de toda la industria aeronáutica, con vistas a la creación de un nuevo y revolucionario diseño de estructuras y sistemas para las alas de carbono. El proyecto aspira a imitar la técnica de vuelo de la legendaria ave marina albatros que, a diferencia de cualquier otra ave, puede volar cientos de kilómetros sin batir sus alas, para diseñar aviones más livianos y eficientes desde el punto de vista del consumo de combustible.
MOZAIC: junto con seis aerolíneas (Lufthansa, China Airlines, Air France, Iberia, Cathay Pacific y Air Namibia) Airbus también participa en el programa para la Medición de ozono y de vapor de agua desde aeronaves Airbus en ruta (MOZAIC, por sus siglas en inglés). Para ello ha equipado siete aviones de fuselaje ancho con dispositivos de medición, con el propósito de capturar datos como las concentraciones de ozono, vapor de agua y monóxido de carbono.
Su colaboración con asociados permite a Airbus usar sus patentes y otros derechos de PI, dice Carsten Sprenger: “En el sector de la propulsión eléctrica, Airbus utiliza los derechos de PI en sus transacciones con socios de I+D para la creación de ámbitos complementarios de explotación, como la concesión de derechos de uso a Airbus para el transporte aéreo, y al asociado para el transporte terrestre. Esta práctica ayuda a hacer frente a la inversión considerable que requieren algunas de estas tecnologías y favorece una amplia difusión de los resultados”.
Más aún, añade, es también posible conceder los derechos de PI a otras industrias para asegurar la plena explotación de todas las posibilidades que encierra la innovación: “Mediante acuerdos de licencia hemos puesto a disposición de industrias verdes, como el sector de la energía eólica, tecnologías que Airbus en un inicio desarrolló para aplicaciones aeroespaciales".
Evolución de las estrategias de PI
La diversidad de medios para usar los derechos de PI significa que no existe una respuesta simple a la pregunta de cuáles son los beneficios que conllevan, dice el Sr. Springer: “Hay literalmente cientos de casos de uso en diversos contextos [que ilustran] el modo en que una empresa puede usar los derechos de PI. Los beneficios dependen siempre de los objetivos del titular de esos derechos”. Y añade: "En el contexto de la innovación en aras de un futuro verde, prevemos la posibilidad de que el calentamiento de la tierra y los problemas ambientales impulsen el desarrollo de estrategias de PI adaptadas que permitan respaldar los objetivos tecnológicos, ambientales y políticos de quienes se mueven en el espacio de la tecnología verde".
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