El panorama mundial de la edición después de la COVID-19: entrevista con Bodour Al Qasimi
Por Catherine Jewell, División de Información y Difusión por Medios Digitales, OMPI
En enero de 2021, Sheika Bodour bint Sultan Al Qasimi comenzó su mandato de dos años como presidenta de la Unión Internacional de Editores (UIE). La Sra. Al Qasimi, madre de cuatro hijos, fundadora del Grupo Kalimat, una editorial pionera en su ámbito con sede en los Emiratos Árabes Unidos, y defensora acérrima de la diversidad y la inclusión, habla de la labor de la UIE y de los retos a los que se enfrentan las editoriales en la era posterior a la COVID-19.
¿Qué significa para usted ser la segunda mujer que dirige la UIE en toda su historia y, más aún, la primera procedente de Oriente Medio?
Si bien lo considero un verdadero honor, no pierdo de vista la gran responsabilidad inherente a este cometido. En mi opinión, es fundamental aportar una mayor diversidad e inclusión a la actividad editorial y, por ende, pretendo predicar con el ejemplo. Si aspiramos a que la UIE desempeñe un papel protagonista y obtenga resultados óptimos, es crucial nutrirla con diferentes voces, experiencias y culturas, a través de la escucha, la colaboración y la adaptación a nuestros miembros y socios de todo el mundo. La unión de nuestras fuerzas en aras de unos objetivos comunes multiplica nuestras posibilidades de ser escuchados y alcanzar nuestras metas. Esto tiene más sentido que nunca en el mundo que deja tras de sí la COVID‑19.
¿Qué papel desempeña la UIE en el mundo editorial?
Creo que la UIE está en su punto álgido de pertinencia y adecuación a las circunstancias. Cuando estalló la COVID-19, la UIE organizó una respuesta colectiva y un plan de recuperación que recogió y divulgó las experiencias de las editoriales y dio a conocer las nuevas medidas compensatorias. En estos momentos, estamos unificando la voz y la visión del ecosistema editorial a través de nuestro plan International Sustainable Publishing and Industry Resilience (InSPIRe) [Actividad editorial sostenible y resiliencia del sector; sus siglas en inglés forman la palabra “Inspirar”] y de la Academia de la UIE, un portal de enseñanza en línea en fase de desarrollo. Estas iniciativas permitirán a los editores mejorar sus conocimientos y controlar con mayor soltura las transformaciones digitales a las que se enfrentan. El paraguas unificador de la UIE ha posibilitado la aplicación de un enfoque constructivo y colectivo.
La nueva normalidad plantea un desafío para muchas editoriales. Aunque muchas han sabido dar respuesta al giro hacia la enseñanza y la lectura en línea, se precisan datos de calidad para comprender de manera cabal las nuevas tendencias editoriales. Aunque hemos estrechado la colaboración con la OMPI al objeto de recopilar estadísticas mundiales de calidad sobre el mundo editorial, convendría fomentar una mayor cooperación en el ámbito de la investigación y la recopilación de datos de los mercados para estar de verdad al tanto de las nuevas corrientes.
La transición a los formatos digitales exige a las editoriales grandes inversiones y, asimismo, conlleva riesgos asociados a la piratería en Internet, un grave problema que persiste en todo el mundo. Por este motivo, apoyamos a nuestros miembros para que soliciten a los gobiernos un fortalecimiento de la protección y la observancia del derecho de autor. Además, representamos a todos los editores que forman parte de la OMPI y de otros foros internacionales pertinentes.
¿Cuál ha sido la incidencia de la pandemia en la industria editorial?
El informe de la UIE del año 2020, From Response to Recovery (De la respuesta a la recuperación) (disponible en inglés y en árabe), demuestra con claridad que los mercados dotados de una infraestructura de comercio electrónico y una cultura de la lectura más evolucionada capearon el temporal mucho mejor que aquellos que carecían de ellas. La pandemia ha dejado al descubierto una brecha enorme que debemos colmar si queremos asegurar el crecimiento futuro de la industria editorial. El ecosistema editorial de todo el mundo está de acuerdo en que somos más fuertes cuando trabajamos como un todo cohesionado. Los mercados en los que autores, editoriales, librerías y gobiernos se unieron durante la pandemia con miras a estabilizar y fortalecer el ecosistema editorial muestran indicios de una recuperación más rápida. Es esencial prestar apoyo a las alianzas creadas durante los momentos difíciles para que la industria se mantenga en su camino de recuperación y consolide su resiliencia de cara al futuro.
¿De qué manera fomenta la UIE el desarrollo de un sector editorial más innovador y sostenible?
Durante la pandemia, muchos gobiernos consideraron que la edición era un sector “no esencial” y negaron a los editores las ayudas estatales básicas. Esto fue una llamada de atención para la industria y puso de manifiesto la urgente necesidad de redoblar los esfuerzos para educar a los responsables políticos sobre la contribución vital de las editoriales a la educación, la investigación y el desarrollo cultural. Nuestra continuidad depende de ello.
Asimismo, hemos de gestionar la recuperación de la industria de manera ecuánime. La pandemia puso de manifiesto tanto los puntos débiles como las fortalezas de los mercados. A todos nos beneficia el apoyo específico que, a través de nuestro plan InSPIRe, se presta a los países más afectados.
La identificación de las tendencias de consumo a largo plazo será esencial para que el sector goce de una viabilidad duradera. Habida cuenta de ello, tenemos en curso de desarrollo sistemas fiables de acopio de datos que nos facilitarán un mejor conocimiento de las tendencias del mercado. Gracias a estos sistemas, las editoriales podrán elaborar estrategias más eficaces y acondicionar sus negocios para enfrentarse al futuro. Este reto está vinculado a la apremiante necesidad de apoyar en la digitalización de sus operaciones a las empresas editoriales, en particular a las pequeñas y las medianas, que constituyen la mayor parte de nuestro sector.
La UIE también se enorgullece de haber creado el Sustainable Development Goals Publishers Compact, un pacto editorial en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con el que las editoriales pueden manifestar su compromiso con la sostenibilidad.
¿Cómo cree que evolucionará la industria editorial en los próximos años?
No cabe duda de que el futuro se presenta en formato digital. En nuestro informe From Response to Recovery se muestra que el flujo de trabajo y la distribución por cauces digitales fueron determinantes para que las editoriales pudieran plantar cara a las dificultades que acarreó la pandemia. La transformación digital también es esencial para la producción de libros en formatos accesibles. Sin embargo, muchas regiones carecen de los conocimientos necesarios para dar el salto al terreno digital. Por ello, a través de la Academia de la UIE y de iniciativas como el Círculo de Editores de la OMPI, promovemos el intercambio de las mejores prácticas y ayudamos a las editoriales de todo el mundo en su transición a la era digital.
No cabe duda de que el futuro se presenta en formato digital.
No obstante, el auge de lo digital no tiene por qué conllevar el fin de la impresión. Existen pruebas contundentes de que el aprendizaje es distinto en función de si se extrae de un formato digital o de un soporte de papel y, en consecuencia, las editoriales educativas llevan tiempo produciendo recursos híbridos adaptados a cada alumno. Nuestro informe de 2020, Paper and Digital: Current research into the effectiveness of learning materials, (Papel y digital: investigación actual sobre la eficacia de los materiales didácticos) (disponible en inglés), analiza este aspecto de forma detallada.
La defensa del derecho de autor es uno de los pilares de la labor de la UIE. En su opinión, ¿cuáles son las cuestiones más importantes que se deben abordar en materia de derecho de autor?
El derecho de autor y su observancia efectiva revisten una importancia vital para la sostenibilidad de la industria editorial. Sin ir más lejos, el proceso de digitalización de las editoriales africanas se ve frenado por su temor a que los devastadores efectos de la piratería a los que ya se enfrentan en medios impresos sean aún peores si dan el paso a la edición digital. Nuestra industria aplica cambios constantes con las consiguientes adaptaciones, y las editoriales precisan de un marco jurídico claro que les inspire confianza para hacerlo. Los derechos exclusivos pertinentes que se establecen en los tratados de la OMPI son esenciales para que las editoriales puedan producir y distribuir libros en todos los formatos, y su observancia efectiva demuestra que esos derechos son inalienables.
El derecho de autor y su observancia efectiva revisten una importancia vital para la sostenibilidad de la industria editorial.
Cuéntenos acerca de la labor de la UIE en el ámbito de la alfabetización.
La alfabetización siempre ha sido un tema crucial para la UIE. Contamos con un grupo de trabajo centrado en la alfabetización supervisado por Gvantsa Jobava, de Georgia. Nuestro informe Reading Matters (La importancia de la lectura) (disponible en inglés) destaca muchas de las iniciativas de alfabetización que llevan a cabo los miembros de la UIE en todo el mundo. La alfabetización tiene múltiples aplicaciones, no se reduce tan solo a aprender a leer y escribir. Es vital para entender el mundo y tomar decisiones con conocimiento de causa. Más aún, dota de entidad a las personas.
¿Qué le impulsó a crear PublisHer?
Puse en marcha PublisHer en 2019 porque percibí una clara necesidad de emprender un esfuerzo organizado que abordase las desigualdades que padecen las mujeres en el mundo de la edición. La industria editorial emplea a muchas más mujeres que hombres (las mujeres representan alrededor de dos tercios de las plantillas de las empresas editoriales en Occidente); no obstante, los hombres ostentan una parte desproporcionada de los altos cargos y los puestos mejor pagados.
Una encuesta realizada en 2018 en el Reino Unido reveló que, en algunas empresas, la brecha salarial entre géneros alcanzaba el 30%. Estas disparidades son aún más indignantes si se tiene en cuenta la gran cantidad de mujeres con talento a las que se puede introducir en los procesos de selección y promoción.
PublisHer constituye un intento de reunir la voluntad y el espíritu innovador de las numerosas mujeres inteligentes y competentes del sector del libro en aras del bien colectivo. Mi deseo es que PublisHer se sitúe en el centro de una red mundial en la que las mujeres encuentren y brinden apoyo, y en la que las buenas ideas se puedan transmitir para ser revisadas y pulidas con la ayuda de pares.
El evento de la OMPI Empoderamiento de la mujer en la industria editorial (página disponible en inglés), celebrado en 2019, representó un paso adelante en ese sentido. Tanto la UIE como yo misma esperamos seguir contribuyendo a esta causa.
¿Cómo se adentró en el mundo de la edición?
Siempre he sentido un gran interés por la literatura, en parte porque me crie en Sharjah, la capital cultural de los Emiratos Árabes Unidos. Los libros y la educación empapan cada rincón de la ciudad, y creo que ello ha ejercido una influencia determinante en mis elecciones de vida.
Entré en el mundo de la edición y fundé una editorial, el Grupo Kalimat, motivada por una conversación con mi hija pequeña en la que se quejaba de que los libros de literatura infantil en árabe estaban anticuados. En varios sentidos, razón no le faltaba. Esa conversación me dio impulso para empezar a crear libros infantiles en árabe repletos de ilustraciones maravillosas. Desde entonces, también nos hemos trasladado al universo de la literatura juvenil y adulta.
Me encanta poder decir que el Grupo mantiene un crecimiento sostenido y ya cuenta con más de 400 libros publicados en 15 países. Muchos de esos libros han sido traducidos, lo cual me resulta satisfactorio en grado sumo pues significa que estamos haciéndonos eco de nuestra creatividad y cultura, un aspecto que me parece esencial. Asimismo, estamos publicando libros de educación temprana para niños, cómics y libros de cocina. En el futuro, Kalimat enfocará más sus esfuerzos en los contenidos digitales, el comercio electrónico y el marketing en Internet. Al mismo tiempo, seguiremos aprendiendo de nuestros logros, nos expandiremos a nuevos mercados y continuaremos apoyando y promoviendo el talento de la región.
¿Cuál es el mayor logro que ha conseguido hasta la fecha?
Me siento inspirada por mi faceta como madre y como editora y, más recientemente, también por el papel que desempeño como presidenta de la UIE. Aunque no cabe duda de que estos logros son independientes, creo que el conjunto de esos tres roles marca un camino en el que la alfabetización y el aprendizaje sirven de brújula. Los libros y la lectura son la piedra angular del conocimiento, la comprensión, la educación y la imaginación. Estas funciones me han permitido hacer énfasis en la importancia de los libros, la lectura y la edición, con la esperanza de que no solo sea en beneficio de mis propios hijos, sino también de una comunidad mundial más amplia. Para mí, esta labor es fundamental porque significa que me hallo en una posición que me otorga la capacidad de ayudar a los demás y de velar por que la alfabetización, la lectura y la educación sigan siendo el elemento central de la industria editorial.
En 2018, la Fundación Kalimat firmó un acuerdo con el Consorcio de Libros Accesibles (ABC) para producir libros accesibles desde su concepción. ¿Qué le impulsó a emprender este proyecto?
Esta iniciativa se enmarca en la función definitoria de la Fundación Kalimat de procurar que los libros sean un derecho fundamental en cualquier parte del mundo con independencia de las circunstancias. Todos los niños deben tener acceso a los libros para adquirir conocimientos y acceder a la educación. La escasez de libros en árabe en formatos accesibles, como el braille, el audio y los tipos de imprenta grandes, nos impulsó a firmar este acuerdo. El acuerdo de Kalimat con el ABC nos permitió localizar a los niños de habla árabe que necesitaban nuestra ayuda, en concreto, en Oriente Medio y África Septentrional, así como a aquellos que han sido desplazados a otras zonas del mundo. Hasta ahora, la Fundación Kalimat ha producido 30.000 libros accesibles y ha distribuido 5.000 de ellos a nivel local, regional e internacional. Y tal vez lo que es más importante, en colaboración con el ABC, fuimos la primera organización de la región en facilitar talleres formativos y técnicos para las editoriales árabes. El intercambio de conocimientos y experiencias tiene un valor inestimable y, gracias a ello, los editores de la región han reflexionado sobre la manera de hacer que sus libros sean accesibles para todas las personas. Nuestras actividades reivindican este derecho universal y ayudan a las personas a forjar su propio futuro y a convertirse en miembros productivos en el seno de sus comunidades.
¿Cuál es la parte que más disfruta de ser editora?
Los libros son mi pasión, así que me siento de verdad afortunada por trabajar en esta industria. Toda insistencia es poca a la hora de enfatizar cuán importante es la función que desempeña el sector editorial en la educación, en el empeño de dar voz a los que no la tienen y en ofrecer a millones de personas la oportunidad de soñar. Los libros tienen el poder de generar entendimiento y armonía entre culturas, dos cualidades que solo se consiguen mediante el diálogo y el respeto mutuo. En este sentido, la edición tiene una misión entre manos en aras de la paz y la estabilidad. Otro factor que me ilusiona es el hecho de que la industria editorial está tomando la iniciativa en lo atinente a la diversidad y la inclusión. Aunque todavía queda mucho por hacer, esta industria, en comparación con otros sectores, ofrece un ejemplo positivo de diversidad e inclusión y contribuye a la creación de un mundo mejor y más justo.
¿Cuál es su autor favorito y qué lectura le acompaña en este momento?
Actualmente estoy leyendo Los condenados de la tierra, de Frantz Fanon. Como editora internacional, tengo acceso a una gran variedad de autores y temas y, como resultado, mis gustos de lectura son un tanto eclécticos. Me gustan todos los géneros y trato de estar al día en cuanto a las últimas novedades. Hace poco he publicado varios libros de autores africanos traducidos al árabe porque me habían encantado las versiones en su idioma original, el inglés. También soy una ávida lectora de literatura sobre misticismo y espiritualidad. Me gusta en particular la literatura de ficción escrita por autoras, ya que a menudo me brinda la posibilidad de conocer otras culturas y otras vidas, lo que se me antoja fascinante.
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