Julius K-9®: cultivar la innovación y el diseño para satisfacer las necesidades de los amantes de los perros
Por Catherine Jewell, División de Información y Difusión por Medios Digitales, OMPI
La marca húngara Julius K-9® es conocida entre los dueños de perros por sus arneses, correas y otros accesorios de gran calidad. Su fundador, Gyula Sebő, creó la empresa en el garaje de su casa en Budapest (Hungría) en 1997. A pesar de sufrir algunos altibajos, la empresa ha logrado convertirse en un fabricante y distribuidor líder de arneses y accesorios que suministra equipos innovadores a los amantes de los perros de todo el mundo. Gyula Sebő explica por qué es tan importante para empresas como Julius K-9® contar desde el primer día con una estrategia de propiedad intelectual bien pensada.
Cuéntenos cómo llegó a crear Julius K-9®.
Creé la empresa con mi mujer, Anikó Bakos, en 1997. Empezamos en nuestro garaje, al más puro estilo de las empresas emergentes. Yo había trabajado como entrenador voluntario de perros durante algún tiempo en Austria, donde trabajaba con perros policía. Durante ese tiempo, pude constatar que, pese a que el entrenamiento era muy profesional, el equipo era bastante básico. Si bien en aquella época tan solo era un nicho, me di cuenta de que había un vacío en el mercado. Me formé como guarnicionero para aprender a fabricar arneses y así me metí en la fabricación de arneses para perros y acabé creando la empresa. Nuestros primeros clientes fueron la policía y empresas de seguridad. Trabajar con perros de asistencia significaba que podíamos desarrollar equipos especiales. De hecho, fuimos la primera empresa de Europa en fabricar chalecos antibalas para perros. No obstante, más tarde decidimos centrarnos en el mercado de consumo. No queríamos que pareciera que nos lucrábamos de situaciones conflictivas, y al mismo tiempo apreciábamos el valor sentimental de los perros y la compañía que ofrecen a las personas. Estoy seguro de que si nuestros amigos perrunos pudieran hablar, nos dirían que las personas merecen sentirse queridas. He dedicado mi vida a innovar en el bienestar de los animales de compañía. Desde mi punto de vista, tener un perro significa cuidarlo y asumir responsabilidades. A cambio, los perros aportan alegría a nuestra vida. Hace 25 años, comprendimos que se necesitaban accesorios bien diseñados que permitieran a los dueños disfrutar al máximo con su perro, y seguimos comprometidos con ese objetivo.
¿Cómo se les ocurrió el nombre de Julius K-9®?
Elegir un nombre para una empresa no se puede hacer a la ligera. Lo hicimos de una forma muy sencilla. Teniendo en cuenta que exportábamos desde Hungría a Austria y Alemania, elegimos Julius, el equivalente en alemán de mi nombre, Gyula, y lo combinamos con K-9, que hace referencia al número 9 de la calle Kele, en Budapest, donde vivíamos y donde tuve mi primer perro.
¿Cuáles han sido las mayores dificultades a las que se han enfrentado en el desarrollo de su empresa?
Ha habido muchos altibajos. A mediados de la década de 2000, por ejemplo, la industria textil y del cuero húngara se hundió durante un par de años, lo que hizo que se disparara el precio de los materiales que utilizamos para nuestros arneses. Y por si fuera poco, nos vimos envueltos en años de litigios, entre otras cosas porque tuvimos la mala suerte de que un representante extranjero sin escrúpulos hizo que un fabricante de bajo costo copiara toda nuestra gama de productos y sustituyera todo nuestro inventario en unas 1.700 tiendas de toda Alemania. Esto supuso a la empresa pérdidas por valor de millones de euros. Por eso tomamos deliberadamente la decisión de invertir en nuestra marca, establecer una estrategia sólida de propiedad intelectual (PI) e innovar constantemente.
¿Por qué es importante para empresas como Julius K-9® pensar en la protección de la PI?
Cuando emprendes un negocio en el mercado actual, te ves sumido en una guerra comercial mundial y no puedes entrar desarmado al campo de batalla. Eso es lo que nos pasó cuando iniciamos nuestra actividad en 1997, y en la actualidad es más cierto si cabe. Cuando empezamos a desarrollar nuestros productos, teníamos muchas innovaciones técnicas, pero no sabíamos cuáles debíamos proteger ni cuáles se convertirían después en un éxito mundial. Vimos que la competencia se fijaba en nuestro nombre, así que aprovechamos la primera oportunidad para registrar la marca y protegerla. Presentamos una marca figurativa, que contenía el nombre de la marca Julius K-9®. Creo que cometimos un error. Deberíamos haber protegido también "Julius" y "K-9" por separado. Si lo hubiésemos hecho, hoy tendríamos muchos menos problemas legales. Cuando se crea una empresa, es realmente importante tener una estrategia de propiedad intelectual sólida y una idea clara de los activos de PI que se van a proteger y cómo se van a proteger. A tenor de mi experiencia, el primer golpe se produce cuando ya has creado valor en tus productos y tus competidores y otros agentes del mercado ven la oportunidad de beneficiarse de ello. Esa es la razón por la que las empresas deben contar con una estrategia de PI para proteger y defender sus intereses comerciales desde los primeros momentos.
¿Cómo utiliza la PI en su empresa?
Después de proteger el nombre de la marca, empezamos a centrarnos en la protección de los contenidos técnicos. Esto era importante porque los imitadores estaban empezando a utilizar nuestros diseños y elementos técnicos y estaban reduciendo efectivamente nuestra cuota de mercado. Entonces empezamos a proteger nuestra segunda línea de productos más importante con modelos de utilidad, que son similares a las patentes pero más fáciles de obtener. Los abogados de PI con los que consultamos no entendían del todo qué es lo que yo quería, por lo que decidí participar en cursos de formación y sumergirme en el campo de la propiedad industrial y aprendí a redactar solicitudes de patente y de modelos de utilidad.
Las patentes son importantes. Las utilizamos para proteger nuestra tecnología básica en múltiples mercados. De hecho, utilizamos el Tratado de Cooperación en materia de Patentes, que simplifica el proceso. Pero, en general, el proceso de patentamiento es complicado y caro y hay que esperar mucho tiempo hasta obtener una patente. Por eso, en el mercado en que nos movemos, que evoluciona con tanta rapidez, protegemos los nuevos elementos técnicos que creamos, algunos de los cuales no tendrían derecho a la protección por patente de todos modos, con modelos de utilidad y derechos de diseño. Conseguir esos derechos lleva menos tiempo y es más barato.
Nos centramos en desarrollar innovaciones y diseños de gran calidad, tanto si los utilizamos como si no. Luego sacamos al mercado los mejores diseños y contenidos técnicos más pertinentes. Normalmente nos aseguramos de que los nuevos productos tengan diseños llamativos, ya que esto supone una gran diferencia en su funcionamiento en el mercado. De hecho, nuestros diseños han ganado muchos premios. Gracias a los derechos de diseño, podemos ofrecer a nuestros minoristas productos que no pueden obtener de otras fuentes, con la seguridad de que estamos protegidos.
Durante muchos años, fuimos víctimas de nuestro propio éxito. El extraordinario éxito de nuestra línea de productos tradicionales y los elevados volúmenes de producción necesarios para abastecer esa demanda nos impedían lanzar nuevos productos. Por eso, hace dos o tres años, cambiamos de rumbo y empezamos a automatizar la producción. Esto nos ha permitido mejorar la productividad, ampliar la gama de productos y responder al hambre de innovación de los propietarios de perros, lo cual es importante, ya que son nuestros principales clientes. También hemos implantado un enfoque triple de la protección de la PI; protegemos la marca, el diseño y los elementos técnicos de nuestras innovaciones. Hemos utilizado tanto el Sistema de Madrid como el Sistema de La Haya para proteger nuestras marcas y dibujos y modelos industriales, en diferentes segmentos de mercado. Estos sistemas nos han permitido hacerlo de forma sencilla y rentable.
¿Suponen un problema las infracciones?
Sí, es algo que nos tomamos muy en serio. Tenemos un pequeño equipo que vigila constantemente las 50 plataformas de venta en línea más importantes para detectar productos que puedan estar infringiendo nuestros derechos de PI. Tenemos que hacer esto para evitar que productos de menor precio e idénticos a los nuestros, e incluso con nuestro nombre, inunden el mercado. A medida que aumentan las ventas en línea, tenemos que asegurarnos de que nuestra estrategia de PI sea eficaz y puede aplicarse fácilmente en el mundo en línea. Por consiguiente, para nuestros mercados en línea, nos estamos centrando en la protección de la marca y los dibujos y modelos industriales, que es la mejor manera de defendernos contra los productos falsificados.
A medida que aumentan las ventas en línea, tenemos que asegurarnos de que nuestra estrategia de PI sea eficaz y puede aplicarse fácilmente en el mundo en línea.
¿De qué manera les está permitiendo su estrategia de PI hacer crecer su negocio?
Nuestro enfoque en la protección de la propiedad intelectual abre nuevas posibilidades en lo que a la valoración de la empresa se refiere. El hecho de que nuestras líneas de productos estén protegidas en todos sus aspectos y puedan distribuirse sin riesgos tiene un gran valor estratégico para nosotros. Los derechos de PI nos permiten tomar medidas para impedir que los competidores vendan productos similares con un contenido técnico o una innovación comparables.
¿Cuáles son sus planes para el futuro?
Recientemente hemos abierto una nueva planta de fabricación en Tiszafüred (Hungría). Con ello, nuestra plantilla asciende a unos 500 empleados. En Julius K-9® no faltan las ideas, así que seguiremos innovando. Estoy seguro de que nuestras innovaciones seguirán ganando adeptos y que nuestros productos se impondrán en los mercados del futuro. Un ejemplo son nuestros arneses inteligentes para perros, que llevan sensores incorporados para medir las funciones vitales del animal y hacer un seguimiento de su actividad diaria.
¿Cuáles son las principales lecciones que ha aprendido de la comercialización de sus productos?
La principal enseñanza que he extraído de mi experiencia en el lanzamiento de nuevos productos durante el último decenio es que hay que proteger la innovación en todos los frentes, si es posible, especialmente en lo que se refiere al diseño y el contenido técnico. No hacerlo te hace vulnerable. También hemos aprendido lo importante que es estar bien informados sobre los mercados en los que queremos vender nuestros productos, dados los peligros del comercio global en línea. Antes de lanzar cualquier nuevo producto, investigamos a fondo el mercado para tener un conocimiento claro de la oferta de productos. También investigamos los derechos de patente y de diseño que existen para evitar infringir cualquier derecho preexistente.
Los derechos de PI nos permiten tomar medidas para impedir que los competidores vendan productos similares con un contenido técnico o una innovación comparables.
Si tuviera que volver a empezar, ¿qué haría de forma diferente?
Si tuviera que comenzar de nuevo, probablemente habría empezado a desarrollar productos personalizables mucho antes. Hemos aprendido que, habida cuenta del elevado costo que puede suponer la protección de los derechos de PI, el enfoque más eficaz es proteger las tecnologías básicas y complementarlas con accesorios y variaciones personalizables, que también pueden ser objeto de protección. Este es el enfoque que seguimos actualmente y está funcionando bien. La diversidad de nuestra cartera de PI es uno de nuestros puntos fuertes, pero no tenemos la capacidad para traducir todas las ideas en productos. Por eso nuestro objetivo es desarrollar y ampliar el programa de concesión de licencias. Ya hemos cerrado varios acuerdos de licencia con éxito y haremos más en el futuro. La concesión de licencias es una buena opción para las empresas que no tienen capacidad para convertir sus ideas en innovaciones. Estamos anunciando la concesión de licencias en plataformas especializadas con la esperanza de atraer a posibles inversores.
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.