La producción de alcaparras en Pantelaria renace gracias a la protección de la indicación geográfica (IG)
Por Michele Evangelista, Registro de Lisboa y Catherine Jewell, División de Información y Difusión por Medios Digitales, OMPI
En la pequeña isla de Pantelaria, situada frente a la costa sur de Sicilia, se encuentran las que algunos consideran las mejores alcaparras del mundo. Estos capullos aromáticos de intenso sabor son una delicia gastronómica y la guarnición favorita de muchos platos y aperitivos. Durante muchos años fueron las únicas alcaparras de Italia protegidas con indicación geográfica (IG). Gabriele Lasagni, que dirige Bonomo & Giglio, única empresa de Pantelaria que sigue dedicándose al cultivo de alcaparras, a su procesamiento y a la elaboración de especialidades a base de este producto, explica cómo la protección de la IG ha apoyado la producción de alcaparras en la isla y ha permitido que su empresa prospere, y nos cuenta sus planes para el futuro.
Cuéntenos de Bonomo & Giglio y sus comienzos.
Dos primos, Antonio Bonomo y Girolamo Giglio, de Pantelaria, crearon la empresa al terminar la Segunda Guerra Mundial. En septiembre de 1943, cuando Italia firmó el Armisticio de Cassibile con las Fuerzas Aliadas, Antonio Bonomo, el abuelo de mi mujer, era soldado en el norte de Italia. Tras el armisticio, decidió dejar el ejército y regresar a su casa en Pantelaria. Sin embargo, como todavía era demasiado peligroso atravesar Italia, decidió detenerse un tiempo en Reggio Emilia. De hecho, allí conoció a su mujer y se estableció. En los años de posguerra, empezó a organizar envíos de productos tradicionales, como alcaparras y uvas, desde Pantelaria a Reggio Emilia. Vio que sus familiares y amigos se deleitaban con su calidad y su sabor único y aquello le impulsó a crear una empresa con su primo, Girolamo Giglio. La empresa, a la que llamaron Bonomo & Giglio, comenzó vendiendo uvas y alcaparras, aunque en los años 70 decidieron centrarse exclusivamente en las alcaparras. Tras el fallecimiento de los dos primos en 2004, me hice cargo del negocio familiar como marido de la nieta de Antonio Bonomo.
¿Tenía alguna experiencia previa con las alcaparras?
No, me crié en Emilia Romaña, en el norte de Italia. Cuando me hice cargo de la empresa en 2004, no sabía nada de alcaparras ni tenía ninguna experiencia en la gestión de un negocio como este. De hecho, cuando empecé, remaba contracorriente porque la producción de alcaparras en Pantelaria estaba en declive. Fue mi mujer la que me hizo conocer Pantelaria y sus alcaparras. En mi primera visita, me enamoré de las rocas negras y el mar brillante de la isla. Y cuando murió Antonio Bonomo, decidí hacerme cargo del negocio familiar de mi mujer. Estaba convencido de que este producto maravilloso y único tenía que ser apreciado y valorado. Me alegra decir que mi determinación y mi pasión han dado sus frutos.
Háblenos de sus productos.
Hoy en día, la empresa produce y vende alcaparras con la marca La Nicchia. Ofrecemos alcaparras en múltiples formatos: en sal, en aceite, secas y en crema. Vendemos también una selección de otros productos de alta calidad de la isla, como miel, mermelada y vino. Al principio, solo producíamos alcaparras en sal, que es la modalidad de alcaparra protegida como IG, el derecho de propiedad intelectual que certifica que la calidad de un producto está vinculada a su origen geográfico. Después, empecé a producir y comercializar alcaparras en otros formatos, por ejemplo, en aceite y secas. También empezamos a fabricar productos derivados, como cremas y salsas, a fin de satisfacer las necesidades de una gama más amplia de consumidores e incrementar nuestras ventas. Aunque la condición de IG que poseen las alcaparras de Pantelaria ha sido fundamental para reforzar nuestra posición en el mercado, he querido explorar diferentes caminos e invertir en nuevos proyectos que permitan a mi empresa crecer y mejorar su reputación, así como dar valor a otros productos locales.
¿Cómo ha ayudado a su negocio el estatus de IG de las alcaparras de Pantelaria?
Mi empresa, consciente de la singularidad de las alcaparras de la isla - quizá más que ningún otro productor de la isla - ha sabido sacar partido a la IG desde que se registró. Entendimos que era necesario invertir en la calidad del producto para reforzar nuestra posición en el mercado y recuperar competitividad.
En la década del 2000, las grandes cadenas de supermercados italianas lanzaron una iniciativa que tuvo importantes consecuencias para nuestro negocio. Decidieron crear una línea de productos regionales y locales de primera calidad que reflejaran la excelencia de la gastronomía italiana. Su objetivo era recordar a los consumidores las tradiciones culinarias de Italia y sus productos de alta calidad. Como puede imaginarse, los fabricantes de productos con IG se mostraron muy satisfechos, ya que la IG es una garantía irrefutable del origen, el método de producción y la calidad vinculados al lugar del que proviene el producto. Para las cadenas de supermercados italianas, los sistemas de calidad y certificación porIG eran la forma más sencilla de ofrecer a sus consumidores productos auténticos y de confianza. Su iniciativa abrió las puertas de nuestra IG Cappero di Pantelleria a los canales de distribución de los mayores supermercados italianos y consiguió que nuestro producto estuviera más disponible, al menos en Italia y en el resto del Mediterráneo.
La IG ha sido fundamental para el resurgimiento de las alcaparras de Pantelaria.
Gabriele Lasagni, CEO, Bonomo & Giglio
¿Cómo adquirieron la condición de IG las alcaparras de Pantelaria?
En los años 60 y 70, el negocio de las alcaparras era una de las principales fuentes de ingresos de los isleños. Producíamos nuestras propias alcaparras y complementábamos nuestra cosecha con la de otros productores locales para luego venderlas a mayoristas, proveedores y envasadores. En aquella época no habíamos empezado a crear nuestra marca y las alcaparras de Pantelaria aún no estaban protegidas como IG.
Luego, a mediados de los años 80, la supresión de barreras aduaneras entre Italia y otros países mediterráneos supuso un fuerte descenso de las ventas. Los productores de la isla no podían competir con las alcaparras de Grecia, el norte de África y España. Muchos isleños abandonaron la producción de alcaparras y la agricultura y se dedicaron al floreciente sector turístico de la isla.
Viendo el declive de la producción, los productores decidieron que una forma de reavivar el negocio sería registrar las alcaparras de la isla como IG. Entendimos que hacía falta una etiqueta oficial que certificara el origen, la historia, las tradiciones y cualidades únicas de las alcaparras de la isla si queríamos recuperar nuestra competitividad. Gracias a los esfuerzos de la Cooperativa Agricola Produttori Capperi, el Cappero di Pantelleria fue registrado como IG en Italia en 1993 y en la Comunidad Económica Europea (ahora Unión Europea) en junio de 1996.
Las alcaparras de Pantelaria son las mejores del mundo. Pantelaria está situada entre Sicilia y África. Sus suelos volcánicos bien drenados, fértiles y ricos en minerales y su clima mediterráneo (lluvias escasas y veranos calurosos) se combinan para crear el sabor único de las alcaparras que cultivamos aquí.
Desde que las alcaparras de Pantelaria se registraron como IG, hemos mantenido el compromiso de cultivarlas con los estándares más altos, para así ofrecer un producto de calidad a los consumidores. Este compromiso dio sus frutos en 2007, cuando, como he mencionado, las grandes cadenas de supermercados italianas incluyeron el Cappero di Pantelleria con IG entre sus líneas de productos de primera calidad. Fue una gran noticia para nosotros, porque en aquel momento Bonomo & Giglio era la única empresa del mercado que podía abastecerles. Ese año recibimos pedidos que superaban con creces nuestra capacidad de producción. Tuve que comprar alcaparras a los agricultores locales y al año siguiente tuvimos que aumentar nuestra propia capacidad de producción. La IG ha sido fundamental para el resurgimiento de las alcaparras de Pantelaria. Sin la IG no habríamos podido abastecer a los supermercados. Todavía hoy, la demanda de alcaparras con IG de los supermercados italianos es la mayor parte de mi negocio y me permite cubrir costos e invertir en otros proyectos.
Aunque las IG suelen utilizarse para preservar especialidades y tradiciones locales, estas no son inmutables y pueden adaptarse a las nuevas tendencias de producción y consumo. ¿Cómo le gustaría que evolucionara la IG Cappero di Pantelleria?
Hay aspectos del pliego de condiciones que hay que revisar para dar mayor valor a la calidad y reputación del Cappero di Pantelleria. La última revisión tuvo lugar en 2010. El pliego de condiciones establece las normas de producción del producto que recibe la certificación de IG, según lo acordado por los productores. No es inmutable y puede actualizarse cuando sea necesario en función de los nuevos conocimientos y técnicas que descubran los productores, siempre que se mantengan fieles al origen, la especificidad y la tradición de la IG.
En mi opinión, hay que modificar el pliego de condiciones para relajar las normas que se establecieron en relación con el uso de la IG. Así podríamos mantenernos al día de las nuevas tendencias de producción y consumo sin dejar por ello de preservar las especificidades y la autenticidad de las alcaparras de Pantelaria. En la actualidad, la etiqueta de la IG solo permite comercializar un determinado volumen de alcaparras por planta/metro cuadrado. Cuando se registró el Cappero di Pantelleria como IG, no había ninguna otra alcaparra en Italia protegida de esta manera, y los productores se inspiraron en el pliego de condiciones del Passito di Pantelleria, una IG para vinos locales, a la hora de establecer las normas de uso de la IG para el Cappero di Pantelleria. En la producción de uvas, la poda realizada en las vides es inversamente proporcional a la calidad de las uvas. En otras palabras, cuantas menos uvas se produzcan, mayor será su calidad. Sin embargo, las alcaparras no son uvas y a lo largo de los años hemos visto que con las alcaparras no existe una verdadera relación entre cantidad y calidad. Además, cuando los productores elaboraron el pliego de condiciones de la IG Cappero di Pantelleria, solo se referían a las alcaparras curadas en sal. Hoy en día, sería conveniente poder mencionar claramente la IG Cappero di Pantelleria como ingrediente de otras preparaciones que se elaboran exclusivamente con ellas, como las alcaparras en aceite y las cremas. Si los productores de alcaparras de la isla pudieran aprovechar la posibilidad de actualizar el pliego de condiciones, se podría captar un mayor valor para la IG Cappero di Pantelleria.
La IG es una garantía irrefutable del origen, método de producción y calidad vinculados al lugar de origen del producto.
Gabriele Lasagni, CEO, Bonomo & Giglio
También me gustaría ayudar a crear una asociación de productores para la IG Cappero di Pantelleria. En Italia, estas asociaciones apoyan tradicionalmente a los productores de productos con IG y se esfuerzan por salvaguardar sus derechos en su promoción y comercialización, haciendo valer sus derechos contra la imitación, el uso indebido, la evocación u otros actos de apropiación indebida y competencia desleal, e interactuando con las autoridades públicas nacionales e internacionales en nombre de los productores. Hay conversaciones entre los productores de alcaparras de la isla para crear una asociación de este tipo que gestione nuestra IG.
¿Qué pueden hacer las autoridades para apoyar a empresas como la suya?
Sería de gran ayuda un control más riguroso en el mercado contra los actos de imitación, uso indebido, evocación y otros actos de apropiación indebida y competencia desleal, incluidos los productos transformados. Según mi experiencia, aunque las autoridades realizan controles exhaustivos dentro de la cadena de valor del producto para asegurarse de que la producción se ajusta al pliego de condiciones y a la legislación nacional y europea, se realizan menos controles fuera de la cadena de valor para proteger la IG contra los aprovechados. Si busca en Internet, encontrará muchas alcaparras de las que se afirma falsamente que proceden de Pantelaria.
¿Qué planes tiene para el futuro?
Actualmente, nuestras alcaparras atraen la atención de muchos actores nuevos en el mercado. Por ejemplo, los chefs gourmet las están utilizando porque cocinar con productos que poseen certificación IG añade prestigio y valor a sus menús. La demanda creciente de alcaparras en diferentes formatos es otra de las razones por las que urge modificar el pliego de condiciones. Así podremos satisfacer la nueva demanda del mercado sin perder las cualidades y características únicas de la IG Cappero di Pantelleria. Estoy convencido de que el desarrollo estratégico de la IG seguirá beneficiando a mi empresa y a otros productores de Pantelaria.
También me gustaría crear asociaciones con otros productores locales, incluyendo los de miel y azafrán, para ampliar mi oferta con la marca La Nicchia. El acuerdo que propongo les permitirá centrarse en el crecimiento y el desarrollo de sus negocios mientras yo me encargo de la adquisición y distribución de sus productos. Es un acuerdo en el que todos salimos ganando. Trabajando juntos de esta manera, podemos añadir valor a los productos de cada uno, crear puestos de trabajo y, en general, impulsar la economía de la isla.
Nueva exposición virtual de la OMPI sobre productos vinculados a su origen geográfico
Exposición virtual sobre productos vinculados a su origen geográfico
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