Wend Wendland, director de la División de Conocimientos Tradicionales (OMPI) y secretario del Comité Intergubernamental de la OMPI (CIG)
El pasado mes de julio, en un avance inesperado, los Estados miembros de la OMPI decidieron agilizar las negociaciones sobre recursos genéticos y conocimientos tradicionales conexos al convocar una conferencia diplomática con miras a la adopción de un acuerdo internacional sobre estos temas en 2024 a más tardar. Con este paso decisivo, celebrado por muchos países, se ha reavivado el debate sobre los conocimientos tradicionales en general y las expresiones culturales tradicionales/expresiones del folclore. Esta noticia infunde esperanza tras largos años de intensas negociaciones y preocupaciones crecientes sobre el futuro de estas cuestiones.
Una conferencia diplomática es una reunión de alto nivel en la que los representantes de los países miembros se unen para ultimar y adoptar un tratado o convenio internacional. Acto seguido, los países y las organizaciones regionales firmantes integran las disposiciones de dicho instrumento en las respectivas legislaciones nacionales.
Si la conferencia diplomática finaliza con éxito, se logrará poner fin a un proceso de negociaciones largo, complejo y a menudo frustrante, y se iniciará una nueva etapa de trabajo para la OMPI en torno a estas cuestiones. En un artículo de la Revista de la OMPI publicado en febrero de 2022, se resumen los altibajos de dichas negociaciones, que se han prolongado durante más de dos décadas. En dicho artículo se exponen las ventajas políticas, jurídicas, normativas y económicas de dicho acuerdo y la labor más amplia llevada a cabo por el Comité Intergubernamental de la OMPI (CIG), en cuyo seno se están celebrando las negociaciones.
Los Estados miembros de la OMPI, reunidos en su Asamblea General de 2022, tomaron la decisión de convocar dos conferencias diplomáticas: una sobre recursos genéticos y conocimientos tradicionales conexos, y otra sobre un tratado sobre el Derecho de los diseños, con el fin de armonizar las formalidades relacionadas con la obtención de derechos sobre los diseños. Esa decisión emanó de los debates en torno a una propuesta de los países del Grupo Africano. Sin embargo, en dicha Asamblea General se produjeron una serie de cambios profundos y cruciales para permitir que la decisión se tome por consenso, los cuales se exponen a continuación.
El CIG, cuya labor se centra en cuestiones de PI relativas a los conocimientos tradicionales, las expresiones culturales tradicionales y los recursos genéticos, se había reunido en junio de 2022, en el marco de su programa de trabajo y mandato para 2022/23. Conforme a lo previsto por la Asamblea General en 2021, presentó un informe fáctico con recomendaciones a la Asamblea General en 2022.
En el informe se facilitaba información detallada de dos sesiones del CIG sobre recursos genéticos celebradas previamente en 2022, en las que las negociaciones se habían estancado por el principal texto de negociación del Comité, un proyecto de Documento consolidado en relación con la propiedad intelectual y los recursos genéticos. Muchos miembros (aunque no todos) expresaron su preferencia por el texto de instrumento jurídico internacional elaborado por el anterior presidente del CIG, Sr. Ian Goss, bajo responsabilidad propia, denominado “texto del presidente", como base para la labor futura.
En la Asamblea General de 2022, la previsión era que simplemente se tomaría nota del informe del CIG con una expresión de apoyo a la labor continua del Comité. Sin embargo, la Asamblea General convocó la conferencia diplomática y declaró que el texto del presidente serviría de base para las negociaciones.
Dos países se desvincularon formalmente de la decisión. Unos más expresaron dudas al respecto, pero decidieron no bloquear el consenso.
En la Asamblea General de 2022 se produjo un punto de inflexión, que fue crucial para facilitar la adopción de una decisión “por consenso”. Mientras debatían otro punto del orden del día, los Estados miembros optaron por celebrar una votación, en lugar de recurrir a la práctica tradicional de adoptar las decisiones por consenso. En adelante, la opción de votar puede tener repercusiones para la adopción intergubernamental de decisiones en la OMPI respecto de diversas cuestiones.
A fin de preparar la conferencia diplomática, se reunirá un comité del 11 al 13 de septiembre de 2023 para poner punto a la logística necesaria para la conferencia, entre otras cosas, el lugar de celebración, las fechas y el reglamento. Asimismo, aprobará la “propuesta básica” para las disposiciones administrativas y cláusulas finales del tratado.
En lo que se refiere a la sustancia propiamente dicha de las negociaciones, el CIG se reunirá en una sesión extraordinaria antes del comité preparatorio, del 4 al 8 de septiembre de 2023, con el fin de “reducir las carencias existentes hasta un nivel suficiente”. Estas reuniones tendrán lugar en la sede de la OMPI en Ginebra (Suiza) y podrán asistir a ellas observadores acreditados conforme a la práctica establecida.
En la Asamblea General de 2022 se decidió que el texto del presidente, mencionado anteriormente, será el texto de los artículos sustantivos de la “propuesta básica”. La propuesta básica es el proyecto de texto que se examinará en la conferencia diplomática. No obstante, el comité preparatorio incorporará también a ese texto “los acuerdos que se alcancen en el CIG […], en el entendimiento de que todo Estado miembro y la delegación especial de la Unión Europea podrá presentar propuestas en la conferencia diplomática.”
En la antesala de la sesión extraordinaria y del comité preparatorio, es probable que algunos Estados miembros se reúnan para preparar y coordinar sus posiciones negociadoras. Dada la naturaleza técnica de la materia, cabe prever que participen en dichas reuniones expertos de las capitales, especialmente de las oficinas de patentes.
Para ayudar a los miembros y los observadores, se han facilitado en línea una serie de publicaciones y materiales de referencia elaborados por la Secretaría del CIG.
Los recursos genéticos son, entre otros, las plantas medicinales, los cultivos agrícolas y las razas animales.
Si bien los recursos genéticos, tal como se encuentran en la naturaleza, no pueden protegerse directamente como PI, las invenciones que se desarrollan usando dichos recursos sí pueden protegerse, a menudo por medio de una patente. Los recursos genéticos suelen usarse en la investigación científica moderna. Así pues, hay invenciones protegidas por patente que pueden estar basadas en recursos genéticos.
Algunos recursos genéticos están relacionados con los conocimientos tradicionales, ya que los pueblos indígenas y las comunidades locales los usan y conservan, a menudo durante generaciones. Estos conocimientos a veces se usan en la investigación científica y, por ello, contribuyen al desarrollo de invenciones protegidas.
Al mismo tiempo, más allá del mundo de la PI, los recursos genéticos y sus conocimientos tradicionales conexos están sometidos a acuerdos de acceso y participación en los beneficios, conforme a lo dispuesto en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (1992), su Protocolo de Nagoya (2010) y otros acuerdos internacionales.
La investigación moderna en ciencias de la vida a través del uso, entre otras cosas, de recursos genéticos y conocimientos tradicionales ofrece grandes beneficios a la humanidad. Sin embargo, a muchos países les preocupa que se concedan patentes para proteger invenciones basadas en recursos genéticos y conocimientos tradicionales conexos que no cumplan los requisitos de patentabilidad, como son la novedad, el carácter inventivo y la aplicación industrial. La concesión de esas “patentes erróneas”, a su juicio, favorece la apropiación indebida de recursos genéticos y conocimientos tradicionales conexos. Esto es lo que coloquialmente se denomina “biopiratería”.
Así pues, ¿cómo puede el sistema de patentes ayudar al personal científico, las empresas y las instituciones públicas de investigación a sacar el máximo provecho de la investigación científica protegiendo al mismo tiempo los intereses de países, pueblos indígenas y comunidades locales con una gran riqueza de diversidad biológica, y de la comunidad científica en general?
Muchas personas opinan que un nuevo requisito de divulgación en la legislación de patentes ayudaría a alcanzar ese equilibrio, pero cabe plantearse cuál es el alcance y el fundamento en sí de dicho requisito, así como los argumentos que existen en su contra.
La transparencia que trae consigo la divulgación de la descripción de una invención es una característica esencial del sistema de patentes. De acuerdo con la legislación aplicable, para proteger una invención se necesita, entre otras cosas, divulgar suficiente información técnica sobre la misma. Desde un punto de vista social, esa divulgación es crucial para promover el progreso científico y tecnológico, y avances en innovación. Esta es una de las principales razones de ser del sistema de patentes.
La propuesta central en la próxima conferencia diplomática consiste en que los solicitantes que deseen proteger por patente sus invenciones basadas en recursos genéticos y conocimientos tradicionales conexos deban incluir en su solicitud cierta información adicional. Se trataría de información sobre la fuente o el origen de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales conexos.
Actualmente, no suele ser necesario divulgar esa información en una solicitud de patente, ya que, por lo general, esta no se considera relevante para determinar la patentabilidad de una invención.
Los defensores del requisito sostienen que aportaría seguridad jurídica, transparencia y eficiencia al sistema de patentes. Por ejemplo, ayudaría a los examinadores a determinar el estado de la técnica pertinente y reduciría así el riesgo de que se concedan patentes con respecto a invenciones que no cumplan los requisitos de novedad y actividad inventiva.
Opinan además que esa obligación de divulgación permitiría hacer un seguimiento de la aportación de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales conexos a las invenciones patentables. Dado que algunos países cuentan con leyes que exigen el consentimiento previo y fundamentado, y acuerdos de participación en los beneficios antes de acceder a un recurso y a los conocimientos conexos, el requisito ayudaría a velar por que dichos conocimientos y recursos se utilicen con permiso de los países o las comunidades de las que emanan, permitiéndoles beneficiarse en cierto modo de las invenciones resultantes.
Los defensores creen que con nuevas obligaciones de divulgación se podría impedir la apropiación indebida y promover una distribución justa y equitativa en los beneficios entre usuarios y proveedores de recursos genéticos y conocimientos tradicionales conexos. Entre los poseedores de estos se encuentran los países, así como los pueblos indígenas y las comunidades locales, que cuentan con una gran riqueza de diversidad biológica, mientras que los usuarios son aquellos que utilizan tecnologías modernas para explotar el potencial científico y comercial de aquellos recursos.
En este momento, más de 30 países , entre los cuales se encuentran tanto países desarrollados como en desarrollo, han incluido, o están incluyendo, este requisito adicional de divulgación o un mecanismo equivalente en su legislación nacional. En la publicación de la OMPI Cuestiones clave sobre el requisito de divulgación de recursos genéticos y conocimientos tradicionales en las solicitudes de patente se examinan y comparan estas disposiciones nacionales.
Sin embargo, quienes se oponen al nuevo requisito consideran que este pondría trabas a la innovación, al hacer que los inventores recurran cada vez más a los secretos para proteger sus innovaciones. Consideran que generará incertidumbre entre los solicitantes de patentes, los inversores y el sector de I+D, y será extenso, intrincado y costoso de aplicar para los solicitantes y las oficinas. Los detractores creen además que el sistema de patentes no está concebido para aplicar objetivos o metas ajenas al sistema de PI (como, por ejemplo, objetivos relacionados con el acceso y la participación en los beneficios). Por su parte, defienden un uso más generalizado de las bases de datos (más información a continuación).
El texto del presidente propone que sea obligatorio incorporar dicho requisito de divulgación en la legislación de patentes. La finalidad es aportar eficacia, transparencia y calidad al sistema de patentes, y evitar que se concedan patentes erróneamente con respecto a invenciones que no son novedosas o no conllevan actividad inventiva con respecto a los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales conexos.
En el texto del presidente se plantea una propuesta para el contenido del requisito, así como el alcance de la materia, las excepciones y limitaciones, el alcance temporal y geográfico o espacial, las sanciones por incumplimiento, la relación con otros instrumentos y otras cuestiones. Existe una reseña informal de las principales disposiciones del texto del presidente.
En el texto del presidente también se propone que se establezcan bases de datos con información sobre recursos genéticos y conocimientos tradicionales, y que se pongan a disposición de los examinadores de patentes para reducir el riesgo de concesión errónea. Hay quien opina que las bases de datos son otra herramienta que puede ayudar a solucionar el problema de alto nivel en materia de política pública mencionado anteriormente.
La decisión de la Asamblea General de 2022 de acelerar las negociaciones sobre los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales conexos es un avance crucial en la labor del CIG.
Si bien la decisión de la Asamblea General de 2022 no está directamente relacionada con las negociaciones en curso sobre los conocimientos tradicionales y las expresiones culturales —estas prosiguen de acuerdo con el mandato actual del Comité —, sí ha crecido el interés en dichas negociaciones. De hecho, la actual presidenta del CIG, Sra. Lilyclaire Bellamy, ya está celebrando consultas sobre un texto de la presidencia para abordar las complejidades de la PI y el vínculo con los conocimientos tradicionales y las expresiones culturales. Ese texto podría sin duda dar nuevas fuerzas a la labor del CIG en ese ámbito.
En junio de 2022, el CIG pidió que se organizara una nueva serie de actividades virtuales complementarias para abordar, en primer lugar, los sistemas de información, registros y bases de datos de recursos genéticos, conocimientos tradicionales y expresiones culturales tradicionales, y, en segundo lugar, los posibles requisitos de divulgación. Estas actividades se pusieron en marcha a finales de 2022 y continuarán durante 2023. Abarcan tanto la vía de negociaciones del CIG relativa a los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales conexos como la de los conocimientos tradicionales y las expresiones culturales tradicionales.
Varias sesiones del CIG irán precedidas por reuniones de expertos ad hoc. Además, la sesión del Comité de febrero de 2023 irá precedida por un taller de expertos de las comunidades indígenas.
Estas actividades prosiguen a pesar de la decisión de la Asamblea General. La División de Conocimientos Tradicionales garantiza que esas actividades están coordinadas y contribuyen sustancialmente a las distintas vías de negociaciones, incluida la nueva relacionada con la conferencia diplomática.
La decisión de la Asamblea General de 2022 de acelerar las negociaciones sobre los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales conexos supone un avance muy importante en la labor del CIG. La decisión, si bien es impactante, es en términos de procedimiento una llamada de atención: queda mucha labor sustancial. Este cambio inesperado, que responde a la comprensible frustración generada por los lentos progresos logrados en el Comité durante estos años, hace a todos vislumbrar la emocionante posibilidad de concluir con éxito estas negociaciones de tan largo recorrido.
Agradecimiento: Edward Kwakwa, Begoña Venero, Shakeel Bhatti y Fei Jiao, Sector de Alianzas y Desafíos Mundiales (OMPI)
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