Por Catherine Jewell, División de Información y Difusión por Medios Digitales, OMPI
Aisha Bowe no es solo ingeniera aeroespacial, sino también una empresaria experimentada al mando de dos prósperas empresas: STEMBoard, una de las empresas de más rápido crecimiento de Estados Unidos, y LINGO, una empresa de tecnología educativa. Bowe también está a punto de pasar a la historia espacial por ser la primera mujer negra que viajará al espacio con Blue Origin a bordo del vehículo de lanzamiento New Shepard. Además, es una apasionada defensora de la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM) entre las mujeres y las niñas, y se ha propuesto inspirarlas para que persigan sus sueños y puedan alcanzar las estrellas.
Me siento emocionada, honrada y encantada de poder formar parte de la historia del espacio. Empresas como Blue Origin están brindando oportunidades maravillosas a los astronautas civiles. Me siento verdaderamente privilegiada por tener la oportunidad de alcanzar los límites de la Tierra desde el espacio. Va a ser algo trascendental.
No pongas límites a lo que crees que puedes lograr. Cuando consigas algo, ponte metas para llegar más lejos todavía.
Me he propuesto inspirar a mujeres y niñas de todo el mundo para que sueñen a lo grande y den lo mejor de sí mismas. Hago todo lo que puedo para estimular su imaginación y hacer del espacio algo emocionante y real para el mayor número de personas posible. Para cumplir esta misión, trabajaré con asociados de todo el mundo. Por ejemplo, tengo previsto llevar conmigo varios objetos pertenecientes a personas de distintos países, de manera que también posean algo que haya volado al espacio. La misión me permitirá poner de relieve el papel de las mujeres y las niñas en materia de CTIM y abrir la puerta a otras personas para que se impliquen conmigo en este tema tan importante.
Cuando estudiaba secundaria, andaba un poco perdida. No sabía lo que quería hacer de adulta. Recuerdo que pensaba que sólo necesitaba conseguir un trabajo en el que ganara lo suficiente para poder irme de casa y valerme por mí misma. En el primer semestre de colegio preuniversitario, me matriculé en una asignatura de introducción a la administración de empresas, pero mis notas no fueron muy buenas. No obstante, mi padre me convenció para que me apuntara a una clase de introducción al álgebra. Saqué un sobresaliente y me enamoré de las matemáticas. Fue entonces cuando me di cuenta de que me aferraba a toda una serie de creencias limitadoras que tenía que dejar de lado. Al hacerlo, obtuve buenos resultados en mis estudios, y me cambió la vida. Me hizo replantearme lo que yo creía que era capaz de hacer. En cuanto me permití creer que podía graduarme en la Universidad de Michigan, una de las mejores escuelas aeroespaciales del país, ¡sucedió! Luego pasé seis años en la NASA trabajando como ingeniera aeroespacial. Tuve que luchar contra el síndrome del impostor, pero lo conseguí. Luego fundé dos empresas prósperas y ahora me dedico a ayudar a otros a cuestionar sus creencias limitadoras y perseguir sus sueños.
Lo desconocido. Cuanto más exploramos el espacio, más conscientes somos de lo poco que sabemos de nuestro universo. Estamos encontrando acumulaciones de agua en muchos lugares nuevos que tal vez podamos explorar o que pueden albergar otras formas de vida que nos expliquen por qué vivimos aquí en la Tierra. Hay muchas iniciativas espaciales interesantes, como la misión Kepler y el telescopio James Webb, que nos están ayudando a comprender mejor nuestro universo.
Los beneficios de la exploración espacial para la vida en la Tierra son enormes. Desde aprender a cultivar alimentos en entornos inhóspitos hasta desarrollar colchones de espuma viscoelástica, pasando por los sistemas de posicionamiento global y los datos en tiempo real que ayudan a vigilar el cambio climático. Todo ello es fruto, de alguna manera, del espacio y de la exploración espacial. No me puedo creer que haya llegado a ver volar un helicóptero en Marte en vida. Actualmente están pasando muchas cosas en el ámbito espacial y me emociona aportar mi granito de arena.
Hay muchas iniciativas espaciales interesantes, como la misión Kepler y el telescopio James Webb, que nos están ayudando a comprender mejor nuestro universo.
Nunca he tenido un modelo a seguir. Decidí convertirme en el modelo al que yo aspiraba y tomé fragmentos de diferentes personas para convertirme en lo que quería llegar a ser. Eso me obligó a ampliar mi experiencia. Además de mi interés por trabajar en la NASA, también soy empresaria y viajo por todo el mundo con mi trabajo de defensa de las CTIM.
Lo he manifestado muy públicamente porque resulta muy difícil emular un éxito que no puedes definir. Cuando eres joven, es muy importante tener a alguien a cuya trayectoria puedas acceder y que resuene con tu forma de ser. Seamos o no conscientes de ello, todos somos modelos de conducta, y hoy en día las redes sociales nos permiten intercambiar experiencias profesionales y que otros se inspiren en ellas. Animo a todo el mundo, especialmente a las mujeres, a contar sus experiencias profesionales en las redes sociales y a sentirse más cómodas haciendo público quiénes son y qué han conseguido. Les aseguro que siempre hay alguien que busca en ustedes inspiración y orientación.
Por suerte, he conocido a directivos que comprendían que, a veces, para avanzar hay que dar algo a cambio. Estas personas extraordinarias dedicaron su tiempo a apoyarme de muchas maneras. Para mí, los mentores son como mi consejo personal de asesores. Representan distintos aspectos de mí misma en diferentes grupos demográficos y de edad. Es muy importante crear buenos vínculos de mentoría y cultivarlos a lo largo de toda la carrera.
En la NASA aprendí mucho y crecí enormemente. Sin embargo, pronto comprendí que para conseguir los resultados que yo quería, tenía que crear mi propia empresa. Mis amigos no entendían por qué dejé la NASA, pero yo sabía que había algo más dentro de mí. Quería que la gente viera que se puede desarrollar una carrera espacial, ser empresaria y viajar por el mundo como defensora de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Cuando fundé la empresa, no tenía dinero y apenas contactos, pero encontré un mentor y aproveché mis conocimientos para generar ingresos e impulsar lo que hoy es una de las empresas de más rápido crecimiento en los Estados Unidos. Eso requiere pasión y determinación. No lo habría conseguido si hubiera aceptado quedarme en la NASA.
Tengo una empresa de ingeniería llamada STEMBoard, que presta servicios de asesoramiento profesional a organizaciones gubernamentales de élite. Me permite mantenerme firmemente arraigada en el sector aeroespacial y, al mismo tiempo, prestar servicios de consultoría a clientes del ámbito empresarial. Con STEMBoard, quería crear una empresa con un flujo de ingresos que me permitiera invertir año tras año en sectores importantes, aunque infrafinanciados.
Vídeo: Aisha Bowe | What is STEMBoard?
En nuestro primer año como empresa, tanto mis empleados como yo nos comprometimos a dedicar una parte de nuestro trabajo a financiar iniciativas de educación y divulgación. Hasta la fecha, hemos invertido alrededor de un millón de dólares en este tipo de actividades, desarrollando planes de estudios en CTIM para muchas organizaciones nacionales sin ánimo de lucro, incluidas organizaciones como INROADS®. El primer año suministramos nuestros kits de codificación a más de 5.000 hogares, y desde entonces nos hemos convertido en el kit de codificación preferido por los distritos escolares y muchas grandes marcas, como Microsoft y Siemens. Esta empresa tuvo tanto éxito que la escindimos para crear mi segunda empresa, LINGO, especializada en tecnología educativa.
Mucha gente habría elegido un camino distinto si hubiera tenido la oportunidad de explorar otras opciones profesionales. Estos kits de codificación, que ya están disponibles en 10 países, dan a los estudiantes acceso a conceptos de ingeniería que les ayudan a decidir la carrera que les gustaría seguir. Los kits se han desarrollado de conformidad con las normas nacionales en materia de educación y pueden utilizarse en las escuelas y en los hogares.
Las CTIM son democratizadoras. Favorecen la colaboración, la creatividad, la innovación y la participación al ofrecer a las personas acceso a las competencias que necesitan para aprovechar las futuras oportunidades de empleo.
Las CTIM son democratizadoras. Favorecen la colaboración, la creatividad, la innovación y la participación al ofrecer a las personas acceso a las competencias que necesitan para aprovechar las futuras oportunidades de empleo. A menudo pienso en lo cerca que estuve de perderme esta vida que realmente amo y de trabajar en proyectos con contenido que están cambiando la historia. Muy pocas mujeres y personas de color tienen acceso a un modelo de cómo crear una empresa de éxito. Por eso transmito las lecciones que he aprendido de la forma más amplia posible y asesoro a las empresas, tanto formal como informalmente, para ayudarlas a alcanzar el éxito.
Desde el principio comprendí la necesidad de proteger el logotipo y la marca de mi empresa en el registro de marcas antes de salir al mercado. Lo hemos ampliado para incluir la protección del derecho de autor para el contenido de nuestros cursos y el material didáctico. Disponer de una estrategia de propiedad intelectual eficaz es fundamental para mantener nuestra ventaja competitiva.
Disponer de una estrategia de propiedad intelectual eficaz es fundamental para mantener nuestra ventaja competitiva.
Los derechos de propiedad intelectual ayudan a las pequeñas empresas a proteger su marca. Con una estrategia de propiedad intelectual, pueden evitar que sus competidores usurpen o invadan su negocio. Una estrategia de propiedad intelectual ayuda a aumentar la capacidad de una organización para proteger los activos innovadores y creativos y fortalecer su posición en el mercado, y puede abrir las puertas a oportunidades de inversión. Cualquier inversión que se haga en propiedad intelectual, ya sea en relación con las marcas, el derecho de autor, los derechos sobre diseños, las patentes o los secretos comerciales, reportará dividendos.
La primera lección es que hay que ponerse retos. La segunda lección es que hay que buscar asesoramiento y, si no se sabe algo, pedir con calma y confianza que alguien nos lo explique. Cuando inicié mi andadura en el mundo de la propiedad intelectual, francamente, me sentía intimidada. Pero encontré un bufete de abogados increíble que ofrecía los conocimientos que necesitaba para hacer crecer mi empresa y proteger nuestra inversión.
Solamente cuando participan voces diversas en el proceso de innovación o de diseño, se desarrolla un producto que es el mejor para todos, no solo el mejor para algunos. La diversidad y la inclusión van más allá del género, el origen étnico o la nacionalidad. Para mí, es la idea de una comunidad global que tiene la capacidad de satisfacer sus necesidades y, para ello, debe haber equidad en la mesa de toma de decisiones. La diversidad es también aportar una mirada nueva a un viejo problema y permitir que personas que quizá no se consideren cualificadas puedan opinar sobre un proyecto. Siempre me sorprenden las valiosas ideas que surgen de una mirada nueva.
Solamente cuando participan voces diversas en el proceso de innovación o de diseño, se desarrolla un producto que es el mejor para todos, no solo el mejor para algunos.
No pongas límites a lo que crees que puedes lograr. Cuando consigas algo, ponte metas para llegar más lejos todavía. Conoce mejor el sistema de propiedad intelectual y cómo puedes utilizarlo para impulsar tu actividad. La propiedad intelectual es la valla que mantiene seguras a las empresas. Si quieres crear una empresa líder de mercado, necesitas una estrategia de propiedad intelectual que proteja tu marca y tus activos.
Si quieres crear una empresa líder de mercado, necesitas una estrategia de propiedad intelectual que proteja tu marca y tus activos.
Quiero incitar a la gente a que dé lo mejor de sí misma. Quiero que se inspiren en mi historia y que crean que ellos también pueden hacer realidad sus sueños.
Seguiré expandiendo mis empresas por todo el mundo trabajando con asociados para encontrar formas de orientar y educar a la mano de obra del futuro. También estoy trabajando en un libro y en la creación de dotaciones económicas para que los estudiantes desfavorecidos puedan estudiar ingeniería sin coste alguno.
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.