Por Catherine Jewell, División de Información y Difusión por Medios Digitales, OMPI
Kelly Chibale es catedrático de Química Orgánica en la Universidad de Ciudad del Cabo (UCT), titular de la cátedra Neville Isdell sobre descubrimiento y desarrollo de fármacos en África y director de H3D, el primer centro integrado de descubrimiento y desarrollo de fármacos de ese continente. H3D se fundó en la UCT en abril de 2010 y se dedica a la medicina traslacional, que abarca desde el descubrimiento en laboratorio de medicamentos en fase inicial hasta su uso para el tratamiento de pacientes en entornos clínicos. "Las enseñanzas que extraemos en el entorno clínico se aplican en nuestro trabajo de laboratorio", afirma Chibale. "Somos un centro integrado y, como tal, recurrimos a múltiples disciplinas, como la química, la biología y la farmacología". La Revista de la OMPI mantuvo recientemente una entrevista con Chibale para saber más sobre H3D y el papel que desempeña la propiedad intelectual (PI) en su labor puntera.
Posiblemente África sea el continente con mayor diversidad genética. Todo el mundo vino de África y se fue a otra parte. Esto significa que las enfermedades no son problemas africanos o enfermedades africanas, son enfermedades humanas, problemas humanos. El descubrimiento de fármacos en África tiene un enorme potencial para hacer una contribución a la Humanidad y crear puestos de trabajo locales.
Tenemos que promover el descubrimiento de fármacos en África, dada la relación entre la genética de una población, el entorno social, económico y físico en el que vive y los resultados de un tratamiento eficaz. Por eso tiene sentido descubrir fármacos estando cerca de los pacientes. Solo así podremos comprender plenamente sus necesidades. Por ejemplo, en las zonas rurales de Mozambique no hay frigoríficos para almacenar vacunas, así que tenemos que asegurarnos de que un producto pueda usarse en lugares donde no haya hospitales.
H3D está teniendo impacto a varios niveles, sobre todo por haber creado infraestructuras y plataformas de descubrimiento de fármacos capaces de contribuir a la reserva mundial de productos innovadores que podrían desarrollarse ulteriormente. Dicho de otra forma, hemos reforzado nuestra capacidad de traducir conocimientos científicos básicos en medicamentos que podrían salvar vidas. También estamos acortando distancias entre laboratorio y paciente.
La malaria nos brindó la oportunidad de crear la infraestructura que necesita la medicina traslacional. Al fin y al cabo, más allá de entender la biología del parásito de la malaria humana, los principios del descubrimiento de fármacos son los mismos, sean para la malaria o el cáncer. Por ejemplo, independientemente de la enfermedad, entre otras cosas, el objetivo común es comprender cómo va a reaccionar el cuerpo humano ante el fármaco candidato.
La malaria fue un programa clave que nos permitió adquirir las habilidades y la experiencia que queríamos desarrollar, y que luego transferimos a otras enfermedades.
El proyecto de la malaria nos brindó la oportunidad de trabajar con la Medicines for Malaria Venture (MMV) y de colaborar posteriormente con nuevos socios, como Merck y la Fundación Bill y Melinda Gates. Una vez que desarrollamos la infraestructura necesaria para ese proyecto, empezamos a añadir otras enfermedades, como la tuberculosis y la resistencia a los antimicrobianos. En 2022, tuvimos la oportunidad de trabajar con Johnson & Johnson como uno de los tres centros satélite para el descubrimiento en salud mundial de la empresa . En resumen, la malaria fue un programa clave que nos permitió adquirir las habilidades y la experiencia que queríamos desarrollar, y que luego transferimos a otras enfermedades.
Al principio fue un reto obtener a tiempo los productos químicos y reactivos que necesitábamos para nuestra investigación. Esto nos obligó a prever nuestras necesidades con mucha antelación y a encontrar nuevas formas de resolver algunos de los problemas.
Hacer este trabajo en un entorno universitario fue otro gran reto, porque mientras que la misión de una universidad es de naturaleza educativa y tiene un sistema establecido de gestión del rendimiento académico, la misión de un centro de descubrimiento de fármacos como H3D es la medicina traslacional, que requiere un sistema de gestión del rendimiento no académico.
Gestionar el rendimiento de las personas implicadas en el descubrimiento de fármacos mediante un sistema universitario diseñado para promover objetivos académicos es casi imposible. Por eso tuvimos que desarrollar un sistema de gestión del rendimiento a medida para la investigación traslacional en equipo. Afortunadamente, contamos para ello con el apoyo de la Universidad y la ayuda de nuestro socio, Novartis. Lo empezamos como un proyecto piloto y ya llevamos varios años utilizándolo. Ha sido transformador para formar, incentivar y retener el talento local, así como para concienciar sobre la importancia de la investigación y el desarrollo de fármacos a nivel comunitario.
En lo que se refiere al descubrimiento de fármacos, nos centramos en estudios de acción para identificar dianas biológicas y entender mejor el mecanismo de resistencia de estos organismos diana a los fármacos. Estos organismos son muy listos. Nuestro trabajo consiste en ser más listos que ellos.
Tenemos que entender el mecanismo de resistencia y luego encontrar nuevas formas de vencerlo. Así ganamos tiempo antes de que los organismos se den cuenta de lo que les hace el fármaco. Puede llevar mucho tiempo, dependiendo del fármaco y de cómo actúe. El uso de regímenes combinados es una forma de retrasar aún más la resistencia.
Las alianzas tienen una enorme importancia, incluso para las empresas farmacéuticas innovadoras que cuentan con músculo financiero. De hecho, algunas de las carteras de productos que ofrecen incluyen candidatos a fármacos con licencia de terceros. Esto les permite reducir el riesgo en las primeras fases de su desarrollo.
Para H3D, las alianzas han sido importantes desde el principio por tres razones. En primer lugar, para hacer frente a los retos de infraestructura; en segundo lugar, para crear las plataformas tecnológicas que necesitábamos; y en tercer lugar, para tener acceso a personal cualificado.
Las alianzas tienen una enorme importancia, incluso para las empresas farmacéuticas innovadoras que cuentan con músculo financiero.
Las alianzas también son importantes para obtener financiación. Cuando se tiene un proyecto con respaldo mundial, se atrae a socios que comparten los mismos objetivos, aumenta la financiación y se accede a una red de centros de excelencia. Las alianzas pueden aportar lo que no tenemos, porque todos están interesados en el éxito del proyecto. Cuando hay interés mutuo, se pueden cambiar mucho las cosas.
Uno de los principales obstáculos a la innovación científica en África ha sido la falta de infraestructuras en sentido amplio. Esto incluye un sistema de apoyo a las adquisiciones locales donde haya laboratorios funcionando, acceso a las piezas de repuesto necesarias cuando algo se estropea, la capacidad de acceder a reactivos y productos químicos con facilidad y rapidez, y así sucesivamente.
Uno de los principales obstáculos a la innovación científica en África ha sido la falta de infraestructuras en sentido amplio.
Por supuesto, desde una perspectiva empresarial, hace falta un volumen que justifique el negocio. En la actualidad, hay muy pocos operadores, por lo que las oportunidades de negocio son limitadas. Por eso intentamos ampliar la comunidad, a fin de crear la demanda que propicie las empresas que necesitamos para suministrar los productos químicos y reactivos necesarios para la investigación y el desarrollo, por ejemplo.
Cuando hay una necesidad médica insatisfecha, es necesario innovar, y la PI incentiva la innovación. La PI es un facilitador y apuntala sólidos ecosistemas de innovación.
Cuando hay una necesidad médica insatisfecha, es necesario innovar, y la propiedad intelectual incentiva la innovación.
Las universidades con problemas de liquidez pueden utilizar la PI para generar nuevas fuentes de ingresos a partir de su investigación, por ejemplo, a través de empresas surgidas de la propia universidad. La PI también es un imán para las inversiones. La gente quiere invertir en un país donde se respetan las normas y las leyes, incluida la PI.
Por supuesto que sí. La PI también es una responsabilidad, incluso en el caso de enfermedades contagiosas en las que los beneficios comerciales se perciben como bajos. Sin PI, nada tendría valor. Cuando hablamos de activos sanitarios, es importante recordar que la persona propietaria de la PI puede decidir si la comparte voluntariamente o no.
Cuando posees derechos de PI sobre un medicamento, hasta cierto punto puedes controlar su uso.
Cuando posees derechos de PI sobre un medicamento, hasta cierto punto puedes controlar su uso. Por eso, en África, tenemos que ser propietarios de PI. Cuando lo hacemos, y encontramos un socio adecuado para sacar adelante la PI, obtenemos un rendimiento. Prefiero poseer el 1 % de mil millones que el 99,99 % de cero.
Tanto si se trata de ensayos clínicos como de productos médicos, un entorno armonizado en el que haya reconocimiento mutuo y políticas idénticas en todos los países hace que conseguir la aprobación reglamentaria sea más barato, más rápido y menos engorroso. Añada a esto que algunos fármacos requieren estudios multicéntricos en distintos países y regiones, donde los reguladores tienen capacidades y normativas diferentes. Esto retrasa el proceso. Un sistema unificado aportará importantes mejoras de eficiencia.
Además, uno de los mayores problemas de África es la existencia de medicamentos falsificados o de calidad inferior. Con una agencia reguladora unificada como la AMA, podemos coordinar la vigilancia, y podemos recopilar y compartir datos a través de un mecanismo centralizado, mejorando así la seguridad y reduciendo los costos. La armonización atraerá más negocios a África, porque la gente sabe que estará tratando con una agencia única o una normativa armonizada.
Sin embargo, la AMA tardará en estar plenamente operativa. Mientras tanto, tenemos que hacer avanzar los sistemas normativos a nivel regional.
Sí. En el plano científico, abogo por el descubrimiento afrocéntrico de fármacos. Hay que encontrar un objetivo -una enzima o una proteína- que responda de forma diferente en distintas poblaciones por razones genéticas.
El desarrollo de fármacos debe pasar de un enfoque único para todos a otro centrado en la población.
Las diferencias genéticas en la expresión y actividad de las enzimas que metabolizan los fármacos pueden dar lugar a respuestas variables a los tratamientos. Por ejemplo, en las personas de ascendencia africana, debido a mutaciones genéticas, las enzimas responsables de metabolizar el fármaco antirretroviral Efavirenz funcionan más lentamente que en otras poblaciones y pueden provocar toxicidad, incluso la muerte, por sobredosis de fármacos si las dosis no se ajustan adecuadamente. Por tanto, el desarrollo de fármacos debe pasar de un enfoque único para todos a otro centrado en la población.
Tenemos que invertir de verdad en comprender la genética de la población africana en lo que respecta a las dianas farmacológicas biológicas que perseguimos y a las enzimas responsables de metabolizar fármacos específicos.
También tenemos que abordar el déficit de financiación de la medicina traslacional, que muchos inversores consideran demasiado arriesgada. Esto requerirá cambios normativos para animar a los inversores a ver el desarrollo de fármacos como un proceso continuo que requiere inversiones en cada etapa de la cadena de valor. De este modo se crearían oportunidades para compartir tanto los riesgos como los beneficios y, en última instancia, todo el mundo saldría beneficiado.
Nuestras universidades deben incorporar el espíritu empresarial a todos los planes de estudios. Aunque las universidades pregonan la investigación multidisciplinar, sus mecanismos de recompensa favorecen a los individuos y no a los equipos, y es en los equipos donde se produce el descubrimiento y desarrollo de fármacos.
El descubrimiento de fármacos es una poderosa herramienta de innovación.
El descubrimiento de fármacos es una poderosa herramienta de innovación. Solo puede tener éxito con la contribución de diferentes disciplinas, pero el éxito ofrece un gran beneficio social. Las universidades pueden hacer más si defienden el descubrimiento de fármacos como una de las vías para transformar los conocimientos científicos básicos en medicamentos que salvan vidas, y al hacerlo pueden evidenciar su impacto y atraer más financiación pública.
Sí, veo el futuro con mucho optimismo. La pandemia de COVID-19 ha demostrado que debemos estar preparados. Lo que hagamos tiene que ser impulsado localmente, no podemos depender de otros países, porque ellos tienen que priorizar sus propias necesidades. Tengo mucha confianza y estoy muy ilusionado con el futuro. No tiene por qué lograrse mientras yo viva. Se trata de plantar una semilla para que otras personas la cultiven y la hagan crecer.
Nuestros planes pasan por convertirnos en catalizadores de la creación de empleo mediante el impulso de la expansión de la comunidad y el ecosistema de descubrimiento de fármacos de África, para desbloquear algunos de los retos a los que nos enfrentamos.
Mi mensaje a los responsables políticos es: necesitamos políticas que den prioridad e incentiven a los innovadores y fabricantes locales y que exijan la aprobación de productos médicos solo cuando hayan sido probados en nuestra gente. Eso garantizará que haya capacidad para ello.
Mi mensaje a los jóvenes es: la gente que hace historia no se conforma. Aprovechad todas las oportunidades, sed coherentes y reconoced que sois únicos. África es el próximo mercado de crecimiento para la industria farmacéutica. Y aunque hay retos, también hay grandes oportunidades.
Nuestros planes pasan por convertirnos en catalizadores de la creación de empleo mediante el impulso de la expansión de la comunidad y el ecosistema de descubrimiento de fármacos de África, para desbloquear algunos de los retos a los que nos enfrentamos. Esto ha dado lugar a la recién creada red Grand Challenges African Drug Discovery Accelerator (GCADDA). La infraestructura que hemos creado está demostrando su potencial para generar entidades comerciales, lo cual es una gran noticia. Están empezando a ocurrir cosas apasionantes y aún quedan muchas por venir.
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.