¿Cuántas personas sueñan con que les paguen por hacer lo que les gusta? Una pareja de filipinos amantes del café decidió vivir de su afición y fundó JRED Food Processing (JRED), una empresa familiar de procesamiento de café situada en el corazón de Malitbog, provincia de Bukidnon, en la región de Mindanao del Norte de Filipinas.
Como aficionados al café, Rogelio y Judith Saguinhon tostaban sus propios granos y compartían sus mezclas con familiares y amigos, que, para su sorpresa, volvían a por más. Eso fue estupendo para su negocio, pero pasar de tostar manualmente los granos con un solo horno de ladrillos a atender pedidos más grandes no fue tarea fácil. “Después de tostar los granos manualmente, teníamos que viajar casi una hora y media hasta el Centro de Innovación Alimentaria de Mindanao del Norte, en la ciudad de Cagayán de Oro, para que los molieran”, explican Rogelio y Judith Saguinhon.
Después de tostar los granos manualmente, teníamos que viajar casi una hora y media hasta el Centro de Innovación Alimentaria de Mindanao del Norte, en la ciudad de Cagayán de Oro, para que los molieran.
Rogelio y Judith Saguinhon
Actualmente, su mayor mercado está en la ciudad de Cagayán de Oro, donde las cafeterías locales y los hoteles cercanos compran su café al por mayor. A pesar de las dificultades iniciales, la pareja espera ampliar su negocio, ofrecer oportunidades de empleo a su comunidad y crear más mezclas innovadoras para que los amantes del café dispongan de más opciones.
JRED ofrece cafés para todos los gustos. Sus mezclas emblemáticas, Kape Rogers y Señor Rogelio, combinan las variedades robusta, excelsa y mangostán en polvo. Kape Rogers ofrece una infusión más ligera, mientras que Señor Rogelio es para los que prefieren una taza de café más fuerte.
El café se presenta en atractivas bolsas de plástico con cierre que se mantienen en pie. La mezcla Señor Rogelio de JRED también se presenta en botellas de plástico reutilizables, que ofrecen una opción de envasado más sostenible a la vez que preservan el aroma y la frescura de los granos.
Desde que creó la mezcla Kape Rogers en 2017, la empresa se ha beneficiado de varias iniciativas del Departamento de Ciencia y Tecnología de Filipinas. Esos programas están diseñados para dotar a las microempresas y pequeñas y medianas empresas (mipymes) de las herramientas necesarias para competir en su sector del mercado.
Por ejemplo, JRED participó en el emblemático Programa de Mejora Tecnológica de la Pequeña Empresa (SETUP) del Departamento de Ciencia y Tecnología. Este programa ayuda a las mipymes a adoptar innovaciones tecnológicas para racionalizar sus operaciones, mejorar la productividad y ser más competitivas. Gracias al programa SETUP, JRED se ha beneficiado de un asesoramiento especializado que le ha permitido cumplir los requisitos para obtener la licencia de explotación de la agencia nacional de alimentos y medicamentos. Con esa inestimable ayuda, pudieron conseguir la licencia en el plazo de un año.
La empresa también ha conseguido los derechos de propiedad intelectual (PI) de su logotipo, etiqueta y marca, Señor Rogelio, que deriva del nombre del propietario. La concesión de la marca registrada permite a la pareja disfrutar de los derechos exclusivos de uso durante un mínimo de 10 años en Filipinas. “Tardamos casi un año en adquirir nuestros derechos de propiedad intelectual, debido al correo postal y a los protocolos de publicación. Fue un alivio que el Departamento de Comercio e Industria y el Departamento de Ciencia y Tecnología hicieran un seguimiento del proceso. Su ayuda fue inestimable”, dice Judith Saguinhon.
Tardamos casi un año en adquirir nuestros derechos de propiedad intelectual, debido al correo postal y a los protocolos de publicación. Fue un alivio que el Departamento de Comercio e Industria y el Departamento de Ciencia y Tecnología hicieran un seguimiento del proceso. Su ayuda fue inestimable
Judith Saguinhon
Con esos derechos en su poder, la pareja ha transformado su marca en un activo que genera dinero. También ha aumentado la confianza de la pareja a la hora de ampliar las colaboraciones comerciales con vistas a crear nuevas oportunidades de negocio que mejoren sus resultados.
Esos derechos de propiedad intelectual permiten a la empresa explorar su creatividad y desarrollar la imagen de su negocio, por ejemplo, obteniendo protección para nuevas marcas, logotipos y diseños de productos. Los derechos de propiedad intelectual de la empresa han diferenciado sus productos y servicios en el mercado local y han permitido atraer a nuevos clientes. Judith Saguinhon no duda de la importancia de disponer de una marca registrada para la actividad de JRED. “Tener una marca registrada ha ayudado a nuestro café de mangostán Señor Rogelio a pasar de sus humildes comienzos en un pequeño pueblo de Filipinas a contar con un reconocimiento mundial. La propiedad intelectual puede ser realmente beneficiosa incluso para las pequeñas empresas”.
Tener una marca registrada ha ayudado a nuestro café de mangostán Señor Rogelio a pasar de sus humildes comienzos en un pequeño pueblo de Filipinas a contar con un reconocimiento mundial. La propiedad intelectual puede ser realmente beneficiosa incluso para las pequeñas empresas.
Lo que empezó como el amor de una persona por el café se ha transformado en una aventura empresarial en toda regla. Los planes futuros incluyen aumentar las colaboraciones en la ciudad de Cagayán de Oro y en Bukidnon, y ampliar su alcance en el mercado a través del comercio en línea. Mientras estudian el desarrollo de activos visuales y diseños para diferenciar sus productos y servicios en la economía digital, pueden estar seguros de que cuentan con los medios para proteger su marca.