El físico español David Martínez Martín se dedica a la concepción de nuevas tecnologías que permitan comprender mejor el desarrollo celular y se esfuerza en promover el establecimiento de ecosistemas de innovación eficaces que favorezcan la innovación científica. Es titular de varias patentes en los ámbitos de la nanotecnología, la biotecnología y la biomedicina.
Si bien el crecimiento celular es un proceso esencial en todos los organismos vivos, la tecnología para la medición y el análisis de estos procesos ha limitado la capacidad de la comunidad científica a la hora de investigar y comprender estos fenómenos.
El crecimiento celular y su regulación están vinculados al envejecimiento y a enfermedades como el cáncer, la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. David Martínez Martín contribuye a esclarecer estos procesos mediante el desarrollo de tecnologías avanzadas que permiten sondear el crecimiento celular con vistas a obtener nuevos conocimientos y posibilidades de mejora de la asistencia sanitaria.
“De alguna manera, las células que conforman nuestros ojos, corazón, manos, cerebro etcétera, saben cuánto tienen que crecer y multiplicarse para formar los órganos con una precisión milimétrica. No obstante, hoy en día apenas se tiene información sobre el funcionamiento de estos procesos”, explica David.
En su afán por descifrar y controlar la regulación de la masa y el tamaño de las células, David tiene previsto colaborar con una serie de actores, como creativos, empresarios, inversores y otras partes interesadas, con miras a crear ecosistemas de innovación eficaces, en particular, en el ámbito de la salud pública.
Junto con el decano de Derecho de la Universidad de Sídney, el profesor Simon Bronitt, David ha cofundado el Sydney Innovation Program, un programa de innovación con el que se promueven soluciones a los retos actuales en materia de salud pública, y se analizan los nexos entre el Derecho, la innovación y la ciencia al objeto de contribuir al desarrollo de ecosistemas de innovación. “Como físico, utilizo mi creatividad, mi curiosidad y mis conocimientos para desarrollar tecnologías innovadoras que ayuden a las empresas y a los investigadores a progresar”, afirma David.
David conoce perfectamente el ecosistema de propiedad intelectual, pues solicitó su primera patente hará unos diez años, mientras cursaba sus estudios de doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid. Desde entonces, ha registrado otras patentes, a saber, la de un dispositivo para medir los cambios de masa de las células y un procedimiento de control de un microscopio de barrido para microscopios de fuerza atómica (AFM).
Por su experiencia en el desarrollo de tecnologías innovadoras y en la obtención de patentes, David está convencido de que la propiedad intelectual desempeña un papel fundamental en el desarrollo de economías sólidas basadas en los conocimientos.
La propiedad industrial e intelectual permite que las innovaciones se conviertan en productos útiles para la sociedad, con la consiguiente generación de riqueza y aumento del bienestar,
sostiene David.
Los trabajos de investigación de David se han publicado en varias revistas científicas internacionales de prestigio, como Nature, Nature Biotechnology y Nature Nanotechnology.
David aparece en la Galería de la Juventud del Día Mundial de la Propiedad Intelectual.