Cómo la Bolsa de Software y Servicios de Información de Beijing ha agilizado la PI
No es fácil organizar a las asociaciones público-privadas que se especializan en el desarrollo y la ejecución de soluciones prácticas para que las pymes de Beijing sepan cómo proteger y rentabilizar sus derechos de propiedad intelectual (PI). Las regiones de China son grandes como países, con identidades que reflejan sus culturas y formas de ser. Beijing, Tianjin y la provincia de Hebei forman una megaprovincia con más de 100 millones de habitantes. El Parque Científico Zhongguancun de Beijing (Silicon Valley, por buscarle su equivalente americano) es un centro de investigación y desarrollo de tecnologías de la información y la ciudad costera de Tianjin proporciona los enlaces e infraestructuras. Ambas ciudades están unidas por un tren de pasajeros que alcanza los 350 km por hora, lo que significa que se puede ir de A a B (un trayecto de 117 km) en media hora.
Este tren se puso en marcha y sigue rodando gracias a un elemento intangible, la propiedad intelectual: las patentes, diseños, derechos de autor y derechos de marca que protegen y definen las invenciones que lo mantienen en marcha. Esta región, como la propia China, se ha transformado en un lugar donde la titularidad privada de la PI va más allá de ser una moda: se ha vuelto necesaria.
En un reciente artículo para Managing IP, Robert Reading destaca el rápido desarrollo de la infraestructura de la PI de China. En 1981, China recibió 26.000 solicitudes de registro de marcas, 8.000 menos que la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO). En 2010, se convirtió en el primer Registro de marcas que recibió un millón de solicitudes de marca en un solo año. En 2020, la Administración Nacional de la Propiedad Intelectual de China (CNIPA) recibió 9.348.000 solicitudes de registro de marca, de las cuales más del 97,5% procedían de empresas nacionales. El Registro de marcas de China es, de lejos, el mayor del mundo. Según el informe anual de 2020 of the CNIPA there are 30.173 million registered trademarks in China.
No es cierto que el interés de China por la PI es un fenómeno nuevo. En China, la cultura de la creatividad y la trayectoria ininterrumpida de la Administración apuntan a que la PI ha tenido una importancia enorme en el desarrollo de su sociedad.
Desde los sellos en la cerámica, la porcelana y la metalistería chinas, producidos (y copiados) durante miles de años, hasta las últimas innovaciones en la gestión de la PI, la economía creativa de China ha estado siempre vinculada a la propiedad intelectual. Hoy en día, la Bolsa de Software y Servicios de Información de Beijing tiene una nueva forma de concebir el desarrollo de la PI. Lo más adecuado sería describirla como algo que avanza a toda velocidad, está bien organizado y aporta valor añadido.
La Bolsa de Software y Servicios de Información de Beijing asesora a pequeñas, medianas y grandes empresas del área de Beijing sobre cómo crear valor. Su objetivo es proporcionar herramientas a los desarrolladores tecnológicos de Beijing para que rentabilicen al máximo el valor de su producción creativa y técnica. A través de la valoración de la propiedad intelectual, ha conseguido servicios financieros por valor de 8.000 millones de RMB (más de 1.100 millones de dólares) para más de 600 empresas, lo que les ha supuesto un ahorro de 55 millones de RMB (7,9 millones de dólares).
La Bolsa ayuda a las pymes a desarrollar estrategias de PI viables y les presta asistencia, por ejemplo, en la certificación de los derechos de autor de los programas informáticos. Ha ayudado a más de 10.000 pymes a presentar más de 12.000 solicitudes de derechos de PI. Esta política facilita a las empresas tecnológicas crear carteras de derechos que pueden utilizar como aval, lo que les permite financiar sus innovaciones, crear fuentes de ingresos y aumentar el valor de su PI.
La Bolsa desarrolla productos financieros para préstamos hipotecarios de PI destinados a empresas tecnológicas, mediante asociaciones con bancos, instituciones de inversión y empresas avalistas. Una característica clave de la labor de la Bolsa es su compromiso por acompañar a las pymes en un viaje que comienza con la ideación, pasa por el registro de derechos de propiedad intelectual como las marcas, los derechos de autor de software y las patentes, y llega hasta la valoración y la inversión. Todo este proceso se considera un servicio único.
Quizá la característica clave de la Bolsa de Software y Servicios de Información de Beijing sea su visión holística. Gracias a sus estrechos vínculos con autoridades regionales como la Oficina Municipal de Propiedad Intelectual de Beijing, la Bolsa vincula el registro de la PI con la normativa financiera y luego ayuda a las pymes a superar los retos que supone sacar un producto al mercado. Este enfoque en el objetivo (llegar al mercado), la financiación (la forma de llegar a él) y los registros de PI y subvenciones (los billetes para subir al tren) quizás explique por qué los servicios de registro de China crecen tan deprisa y son tan ágiles.
La Bolsa de Software y Servicios de Información de Beijing es el tren bala de las buenas ideas. Si se encuentra en la zona, súbase a él.