Las piñas y los plátanos son algo más que solo fruta para la innovadora empresaria Noreen Marian Bautista, cofundadora de Panublix. Además del algodón, estas frutas son la principal materia prima utilizada por la empresa emergente filipina de ropa sostenible, Panublix. Bautista abrió la empresa en Filipinas en 2021 con la motivación de contribuir a la economía circular ecosensible que también preserva el patrimonio cultural único de Filipinas.
Panublix se ha convertido desde entonces en una plataforma colaborativa para artesanos textiles, diseñadores de moda y consumidores avezados que comparten el objetivo común de una producción y un estilo de vida sostenibles para desarrollar una próspera industria textil en el sudeste asiático.
“Reunimos a productores textiles, artesanos rurales y diseñadores en un ecosistema colaborativo donde puedan crear juntos artículos para consumidores que tienen en cuenta las cuestiones de sostenibilidad”, afirma Bautista.
El término de Panublix proviene de panubli-on, que significa “patrimonio valioso” en el idioma local. Subraya la visión de Bautista de preservar su patrimonio de Iloilo y el conocimiento indígena mediante una cadena de valor en la moda sostenible y ética.
“Nací en Iloilo, la famosa capital de la industria textil de Filipinas con una rica cultura en telares manuales. Esto fue lo que me inspiró para crear Panublix y promover nuestro patrimonio, especialmente ahora que están volviendo las telas hiladas a mano como una alternativa sostenible para preservar nuestro orgullo nacional”, declara Bautista.
La creación de Panublix coincidió con una tendencia de recuperación posterior a la COVID‑19 centrada en la sostenibilidad y en dar prioridad al bienestar de las personas, las comunidades y el medio ambiente. Esta situación sitúa estratégicamente a la empresa emergente en posición de beneficiarse del movimiento mundial de la moda ecológica, que está previsto que crezca hasta alcanzar los 15.000 millones de dólares de los EE. UU. en 2030. La cadena de valor de la empresa que comienza en el campo y termina en la moda está diseñada para reducir drásticamente la huella de carbono al trabajar en una extensa red.
“Toda nuestra cadena de valor se encuentra a poca distancia. Este hecho ha permitido reducir la huella de carbono mientras contribuimos a realizar la transición hacia un estilo de vida más sostenible y regenerativo. Nuestra filosofía es la sostenibilidad y el abandono de la producción basada en los combustibles fósiles y de materiales como el poliéster que representa cerca del 1,35 % del consumo mundial de combustibles fósiles ,” declara Bautista.
Panublix trabaja con pequeños agricultores en la región de las Visayas Occidentales de Filipinas, donde abunda el algodón natural, el abacá (plátano) y la piña. La empresa trabaja con innovaciones filipinas en la producción de hilos de ganchillo y de tejer hechos íntegramente en Filipinas con algodón y fibras de abacá y piña. Panublix colabora actualmente con instituciones de investigación y desarrollo (I+D), como el Instituto de Investigación Textil de Filipinas que posee las patentes de la combinación de hilos. Bautista revela que la empresa está desarrollando una estrategia de protección de la propiedad intelectual (PI) y creando su marca mediante la protección de marcas.
“Estamos finalizando el registro de las marcas para proteger nuestra PI y queremos desarrollar una sólida marca de productos patentados. Esto es importante para la credibilidad de la marca y una garantía de calidad para comercializar el valor de nuestros productos textiles, procesos y patrimonio cultural”, declara Bautista.
Como plataforma colaborativa, la empresa está creando una red de tejedores, artesanos y productores de materias primas para confeccionar fibras naturales sostenibles que reducen el impacto social y medioambiental de la producción y el consumo de prendas de vestir. De este modo, la empresa está permitiendo que los diseñadores creen artículos de moda sostenibles y apoyando el medio de sustento de los artesanos locales al comprarles las materias primas que producen.
A través de la plataforma transparente y colaborativa de Panublix, los artesanos, los diseñadores artesanales y las marcas pueden acceder a productos textiles tropicales y artesanales cultivados localmente. La empresa promueve un consumo responsable proporcionando prendas personalizadas de gran calidad a través de su red de artesanos y diseñadores asociados. La empresa dirige también el programa de Facilitación Digital para Empresas Textiles (PWEDE) a fin de proporcionar a los fabricantes de ropa y los artesanos rurales la asistencia y los recursos digitales para triunfar como empresarios digitales.
“Nuestro colectivo que comienza en el campo y termina en la moda es una asociación que beneficia a todas las partes en la que hay artesanos, agricultores y diseñadores. Apoya a todos los que participan en las diferentes etapas de la cadena de valor. También estamos creando una tecnología basada en los datos que puede guiar a todas las partes interesadas en el proceso hacia la sostenibilidad”, declara Bautista.
Panublix está desarrollando actualmente sus propios productos textiles hechos de fibras naturales que son únicos en Filipinas, como los hilos regenerativos, que está previsto que se comercialicen como una marca tropical de Filipinas. Bautista explica que la PI es importante para las empresas emergentes que quieren tener éxito en las industrias textiles y de la moda, que son muy competitivas.
“Nuestro estilo de tejer es un arte indígena único en Filipinas. Los tejedores son también diseñadores creativos cuyas obras, herramientas comerciales y procesos deben reconocerse y protegerse como propiedad intelectual a fin de promover sus negocios y marcas”, afirma Bautista.
No obstante, Bautista es consciente de que todavía quedan muchos retos por superar en la industria, como garantizar el suministro fiable de material de materias primas de calidad.
“Se da prioridad a los cultivos alimentarios así que, en ocasiones, es muy difícil convencer a los pequeños agricultores para que promuevan los cultivos comerciales a fin de producir las fibras”, declara Bautista, y añade que el incremento de la inversión en la agricultura regenerativa podría contribuir a atraer a agricultores. La empresa necesita 500.000 dólares de los EE. UU. para fomentar la investigación y el desarrollo y mejorar el proceso de producción.
“Nuestro objetivo en Panublix es crear un próspero ecosistema textil y artesanal regenerativo en el sudeste asiático para 2040 y empoderar a los creativos para que diseñen estilos de vida resistentes al clima y sostenibles”, declara Bautista.