Por Maja Hoock, Comunicación Corporativa, Investigación y Desarrollo, Ottobock, Berlín (Alemania)
Los Juegos Paralímpicos de Invierno se celebrarán en China del 4 al 13 de marzo de 2022 y contarán con la participación de unos 700 atletas que competirán por el oro en Beijing, Yanqing y Zhangjiakou. Estos atletas de invierno con discapacidades confían en dispositivos técnicos como las prótesis de esquí y snowboard para rendir al máximo.
Para un atleta al que le han amputado una pierna, la idea de deslizarse sin problemas por una pista negra puede parecer imposible en un primer momento, aunque para Kaiyang Liu, de China, ya es una realidad. El joven es uno de los cerca de 700 atletas que compiten en diversas disciplinas como el parahockey sobre hielo, el esquí alpino, el biatlón y el snowboard en los Juegos Paralímpicos de Invierno de 2022 en Beijing.
El tablista de nieve Kaiyang Liu sufrió una amputación cuando tenía cinco años a causa de un grave accidente de tráfico. Ahora cumple una de sus metas personales al representar a China, su país natal, en los Juegos Paralímpicos. "Se trata de una oportunidad única para todos los atletas que llegamos aquí tras tantos años de duro entrenamiento. Me siento muy agradecido. Competir en los Juegos Paralímpicos es un sueño hecho realidad". Para atletas como Kaiyang Liu, las prótesis especiales para deportes de invierno son indispensables.
Antes de contar con prótesis deportivas, muchos atletas paralímpicos tenían dificultades para rendir al máximo en las pistas. "Las prótesis normales de uso cotidiano eran incapaces de soportar la elevada fuerza física que se ejerce sobre las articulaciones artificiales durante la práctica de esquí y snowboard", afirma el director de propiedad intelectual de Ottobock, Wolfgang Keiner.
Sin embargo, son muchos los esquiadores con amputaciones que compiten con una sola pierna. Para ayudarse a mantener el equilibrio, utilizan muletas especiales a las que se les colocan pequeños esquís. Pierre Chabloz, profesional ortopédico y protésico francés y aficionado al esquí, cayó en la cuenta de esta necesidad de prótesis para deportes de invierno cuando trabajaba en su empresa de material médico, en la que también se encargaba del tratamiento de personas con amputaciones de piernas por encima o por debajo de la rodilla que deseaban seguir practicando esquí o snowboard en pistas de nieve.
Pierre Chabloz atendió esta necesidad al inventar la precursora de la actual prótesis de esquí ProCarve. Tras la adquisición de Chabloz Medical Supply Companies por el fabricante de prótesis Ottobock, los desarrolladores rediseñaron y mejoraron el dispositivo, lo modificaron conforme a la normativa vigente y se aseguraron de que pudiera utilizarse en los deportes paralímpicos de invierno. Este hecho constituyó un avance decisivo. Poco después, ProCarve obtuvo una patente. "El sistema patentado del conector pivote de la articulación de rodilla ProCarve hace que esta prótesis sea lo suficientemente robusta para que los atletas desciendan la montaña de forma segura", explica Wolfgang Keiner.
Antes de la invención de las prótesis deportivas especiales, los atletas profesionales se veían obligados a encontrar otras soluciones para poder descender las pistas. Por ejemplo, antiguamente, el Comité Paralímpico Internacional (CPI) exigía a los paratletas de las disciplinas alpinas llevar una bota de esquí o de snowboard cubriendo sus prótesis. "Muchos atletas llevan su bota de esquí sobre la prótesis normal", explica Peter Franzel, director de Exposiciones, Eventos y Deportes de Ottobock, que dirige los Centros de Servicio de Reparación Técnica de Ottobock en Beijing, donde un equipo de 50 miembros repara gratuitamente los dispositivos médicos y deportivos de los atletas de cualquier delegación. "El espacio entre la prótesis y la bota era demasiado grande para conseguir una sujeción fuerte, motivo por el que a veces los atletas rellenaban sus botas de esquí con espuma de poliuretano", señala Peter Franzel.
Vídeo: Las innovadoras prótesis para deportes de invierno en funcionamiento.
La prótesis ProCarve para deportes de invierno de Ottobock aborda este problema desde diversos planos. Principalmente, constituye el acoplamiento entre la pierna artificial y el equipo deportivo. "Una fijación de esquí directamente en el pie protésico es una invención que conecta el esquí directamente con las prótesis de los atletas", explica el Sr. Franzel. Las personas amputadas por debajo de la rodilla (y que conservan, por lo tanto, la rodilla tras la amputación) solo utilizan la parte del pie de la prótesis con una función de amortiguación.
El sistema de prótesis deportiva ProCarve está formado por una articulación de rodilla deportiva monocéntrica de aluminio, provista de un mecanismo de desbloqueo para sentarse en el telesilla. Se trata de un elemento de amortiguación hidráulico ajustable, que se compone de un resorte neumático y una unidad hidráulica que controlan los movimientos de flexión y extensión.
Su diseño ha sido concebido para compensar los baches en las pendientes, por ejemplo. La tecnología de amortiguación hidráulica ha sido tomada del motociclismo; el aire de la prótesis se desplaza mediante una amortiguación neumática. Para ello, los atletas utilizan pequeñas bombas de aire que les permiten ajustar la dureza y la rigidez de su pierna artificial, "algo que resulta esencial para la adaptación de la prótesis al estado de la nieve”. "La nieve es dura y lisa a primera hora de la mañana y suele ser más blanda al caer la tarde, por lo que es necesaria tanta amortiguación", señala el Sr. Franzel.
Dada la existencia de estudios que avalan la seguridad de la prótesis patentada Procarve, el CPI ha aprobado su uso en los Juegos Paralímpicos. Gracias a ello, atletas como Kaiyang Liu están un paso más cerca de ganar una medalla de oro: "La prótesis especial nos ayuda a realizar movimientos que no son posibles con una prótesis de uso cotidiano", afirma. "Nos proporciona más seguridad, algo que es muy importante para nosotros, los atletas profesionales, durante las competiciones. Poder confiar en mi prótesis es la única forma de aumentar mi rendimiento". De ese modo, los atletas pueden centrarse en el oro y no tener que pensar en sus dispositivos.
La empresa Ottobock es colaboradora del servicio técnico de los Juegos Paralímpicos desde 1988. Este fabricante de prótesis, órtesis y sillas de ruedas se fundó en Berlín en 1919 para proveer de dispositivos a los veteranos de guerra. En la actualidad, Ottobock posee 1.950 patentes concedidas en unas 600 familias de patentes y tiene alrededor de 770 solicitudes de patente, entre ellas, numerosas innovaciones para los deportes paralímpicos, como ProCarve.