Las batallas de freestyle, en las que dos raperos compiten o se enfrentan mediante letras improvisadas, se han puesto muy de moda en el mundo del rap. La persona que presenta y dirige la batalla (host) se encarga de marcar el ritmo que cada rapero debe seguir con letras improvisadas para vencer a su oponente. Gana la batalla el rapero que tenga las letras más ingeniosas, realice una ejecución más fluida y logre la mejor respuesta del público. Freestyle La 72, una organización juvenil de Colombia, utiliza las batallas de freestyle para atraer a los jóvenes y alentarlos a tomar decisiones positivas en la vida.
Freestyle La 72, la organización creada por Edwin Torres en 2017 en la ciudad de Cali (Colombia), ofrece a los jóvenes de Cali la oportunidad de aprender y perfeccionar sus habilidades como freestylers (raperos improvisadores). El objetivo de Freestyle La 72 es motivar a esa juventud mediante la fuerza del rap improvisado y convertirse en el centro de referencia del freestyle en Colombia.
“Cuando se hace referencia al rap, se está hablando de quienes componen temas, pero cuando se emplea el término freestyle, se está hablando de los raperos que se enfrentan en batallas. Aunque hay algunas diferencias entre el rap y el freestyle, en definitiva, los dos estilos confluyen y uno parte del otro”, explica Edwin Torres, cofundador de Freestyle La 72.
Se suele decir que el freestyle es como montar en bicicleta. “Una rima en el mundo del rap es una secuencia rítmica de palabras que resulta agradable al oído, y para conseguirla hace falta práctica. Animamos a los jóvenes a participar en las batallas, porque, aunque no ganen, les sirve para practicar, ganar confianza y desarrollar su creatividad. Aprendemos el freestyle a base de practicarlo. Cuando escuchas mucho rap, te familiarizas con el estilo y la estructura, pero cuando te dejas llevar y participas en una batalla es cuando aprendes de verdad con la puesta en escena, los nervios y las respuestas”, explica Torres.
De niño, Torres escuchaba a sus amigos del barrio hablar de música rap. Sintió curiosidad, decidió aprender más sobre el tema, y pronto se enganchó. “Cuando tenía 17 años, me uní a Esquina del Kairos, una organización de góspel y rap, para aprender a componer música rap. Empecé a ir a eventos de rap en Cali, que me permitieron entender la importancia del rap. Fue entonces cuando decidí que dedicaría parte de mi vida al rap”, explica. En la actualidad, Torres dirige Freestyle La 72 y se sirve del rap para apoyar a los jóvenes de su comunidad y contribuir a que puedan imaginar un futuro mejor.
El punto de encuentro de Freestyle La 72 está situado en el Parque Longitudinal 72 W de Cali. Allí es donde Torres y sus amigos se reunían regularmente de adolescentes para practicar el freestyle. Cuando Freestyle La 72 comenzó a organizar torneos de freestyle, cobraba a los raperos una cuota de 1 dólar de los EE. UU. por participar en cada torneo, lo que permitía reunir el dinero del premio para el ganador.
“Se apuntaban 50 jóvenes y asistían como espectadores unas 100 personas. Transformábamos el espacio, le dábamos vida y utilidad”, explica Torres, y señala que en el Parque Longitudinal 72 W se encuentra el primer monumento del mundo dedicado al freestyle. Freestyle La 72 ofrece a los jóvenes una plataforma para participar en eventos de freestyle y perfeccionar su talento musical y su talento como letristas. Está resultando una magnífica iniciativa para introducir a esos jóvenes talentosos en la industria de la música y mostrarles las oportunidades profesionales que ofrece.
En Colombia, la música rap se ha convertido en un medio para expresar decepciones y frustraciones. “El rap está ligado a los movimientos sociales por cuanto sirve para reunir a las personas”, explica Torres, y añade que, en su opinión, el rap ha supuesto una poderosa revolución artística para la expresión individual.
“Para mí, el rap es una forma de expresar emociones, ya sea tristeza, sufrimiento o discriminación en una comunidad. Es una forma de dejar salir esos sentimientos y desahogarse. Además, Freestyle La 72 reúne las características de un movimiento social, puesto que ofrecemos un espacio nuevo a los jóvenes que quieren aprovechar su tiempo libre para aprender y practicar rap”, afirma Torres.
El rap colombiano es todavía un fenómeno reciente, lo que supone un reto para los jóvenes artistas que quieren abrirse paso en la escena del freestyle. El establecimiento reciente de una liga profesional de freestyle está atrayendo el interés internacional y supone un avance. Sin embargo, pese a ello, son pocos los raperos que han logrado triunfar.
Conviene destacar el caso de Marithea. “Marithea, que empezó a competir en batallas en Freestyle La 72, pasó a la historia tras ganar la Final Internacional de la Red Bull Batalla 2021 y convertirse en la primera mujer ganadora de la competición”, explica Torres. “Aunque los casos de éxito como el de Marithea no abundan, y solo unos dos de cada cien jóvenes consiguen dedicarse al rap a tiempo completo, esos ejemplos sirven de inspiración para nuestros jóvenes”.
Según Torres, el rap tiene todavía muchas posibilidades de desarrollarse en Colombia. “El sector privado de la industria del rap colombiano aún se está consolidando, y si sigue apoyando a los artistas, es posible que puedan llevar una vida respetable como profesionales del rap”, afirma.
Torres señala que la mayoría de los jóvenes raperos de Cali no están familiarizados con la propiedad intelectual (PI) y destaca la importancia de concienciarlos al respecto, para que puedan sacar provecho de su éxito. “Si un tema tiene éxito, deberían saber cómo reclamar regalías. Muchos artistas noveles no lo hacen por falta de asesoramiento”, afirma Torres. Sin embargo, señala que, a pesar de la creatividad que entrañan las batallas de freestyle, los artistas que practican ese estilo no siempre logran el mismo reconocimiento que los artistas famosos autores de grandes éxitos. “Las batallas de freestyle requieren creatividad e ideas de manera constante, pero la gente no suele reconocer el duro trabajo que conllevan si no se graba un tema como resultado”, añade.
Torres comprendió la importancia de la PI cuando un tema suyo fue utilizado sin permiso en los medios sociales. “El problema se debió a que la persona que utilizó mi tema desconocía los procedimientos en materia de derecho de autor”, explica. La falta de conocimiento y comprensión de las cuestiones de PI ha dado lugar a varias infracciones del derecho de autor en batallas de freestyle, lo que “perjudica tanto a nuestra organización como al movimiento del freestyle, además de afectar a la credibilidad como rapero”, comenta.
Si bien Freestyle La 72 no imparte formación oficial sobre cuestiones de PI a los jóvenes raperos, Torres ofrece asesoramiento sobre el tema si alguien lo necesita. “Contribuimos a que entiendan que la PI es importante y que son titulares de los derechos de PI. Debemos esforzarnos por informarles sobre la importancia de proteger y valorar su trabajo”, afirma Torres.
La innovación y la creatividad son elementos centrales de Freestyle La 72 y de sus iniciativas para seguir introduciendo nuevas modalidades y formatos de freestyle. “Tanto los artistas como la organización están constantemente creando con el fin de sobrepasar los límites en las actuaciones de freestyle, por insignificantes que puedan parecer los avances”, señala Torres, y hace hincapié en la necesidad de innovar constantemente para seguir al día en el mundo del freestyle.
Torres aspira a que en el futuro Freestyle La 72 no se limite a la música, sino que abarque otras formas de expresión artística de los jóvenes de Cali y les brinde oportunidades para desarrollar su creatividad y sus trayectorias profesionales.