Panorama actual del proceso de protección acelerado de las invenciones “verdes” en el Brasil
Pedro Moreira, asociado de Dannemann Siemsen (Río de Janeiro, Brasil)
*Este artículo se redactó en colaboración con WIPO Green.
Durante el último decenio, el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial del Brasil (INPI) ha estado trabajando para mejorar su eficacia operativa y, en particular, para reducir su retraso crónico en el tratamiento de las solicitudes de patente. Al hacerlo, también ha procurado fomentar la comercialización de tecnologías ecológicamente racionales de conformidad con los compromisos nacionales e internacionales que el país ha asumido.
En 2012, en su calidad de autoridad nacional competente para las cuestiones de propiedad industrial, el INPI puso en marcha una prueba piloto de su programa “Patentes Verdes”, que consiste en un procedimiento acelerado de obtención de patentes para las tecnologías ecológicas. Este programa se integró por completo a la oferta de servicios del INPI en 2016 y fue objeto de mejoras en 2020. Cabe señalar que el Brasil es la primera economía emergente en establecer un programa de este tipo.
El Brasil y la energía renovable
El Brasil es uno de los principales productores de energía renovable del mundo al generar más del 80% de su electricidad a partir de fuentes renovables (como el etanol o la fuente solar, eólica, etc.). De acuerdo con datos de Apex-Brasil, la demanda de energía aumentará un 20% hasta 2029, y se prevé que la capacidad instalada para la generación de energía eólica y solar pase de 176 gigavatios (GW) en 2019 a 251 GW en 2029, de acuerdo con el Plan Decenal de Expansión de Energía para 2029 del Brasil. Estos datos sugieren oportunidades de desarrollo y crecimiento para las empresas en el dinámico sector de las tecnologías ecológicas del Brasil, que evoluciona rápidamente. En este contexto, el programa Patentes Verdes del INPI contribuye tanto a reducir el retraso acumulado en la tramitación de patentes del Brasil como a alcanzar los objetivos nacionales en materia de energía renovable mediante el apoyo a la comercialización de tecnologías ecológicamente racionales.
La función del INPI en el apoyo a la innovación
Al igual que otras oficinas de propiedad intelectual (PI) del mundo, el INPI desempeña una función fundamental a través de sus servicios en el apoyo al desarrollo y la comercialización de tecnologías innovadoras, incluidas las tecnologías ecológicamente racionales.
La innovación, así como la investigación y desarrollo (I+D) en que esta se basa, es una tarea costosa y arriesgada que pocos emprenderían sin tener garantías de que pueden proteger los resultados de I+D logrados, obtener un rendimiento del capital invertido y establecer su negocio.
Es precisamente en este ámbito que los derechos de PI, y en particular las patentes, desempeñan una función fundamental. Los derechos de patente que conceden las oficinas nacionales de PI, como el INPI, permiten proteger los desarrollos tecnológicos y confieren a sus titulares ciertos derechos exclusivos que pueden durar hasta 20 años. En virtud de esos derechos, la persona o empresa titular de la patente tiene la potestad de decidir quién puede o no puede fabricar y comercializar la tecnología protegida sin autorización previa, así como la posibilidad de conceder licencias de la tecnología patentada o de concertar acuerdos de transferencia de tecnología con socios comerciales. Estos acuerdos generan nuevas fuentes de ingresos para la empresa y contribuyen a la difusión de las tecnologías en el mercado. Además, las oficinas de PI desempeñan una función central en la facilitación del acceso a la valiosa información tecnológica y comercial contenida en los documentos de patente, que puede consultarse a través de las bases de datos nacionales e internacionales en la materia, como PATENTSCOPE, de la OMPI.
El problema del retraso en la tramitación de las solicitudes de patente
Muchas oficinas de PI del mundo se enfrentan a graves retrasos en el examen de las solicitudes de patente. Esto se debe sobre todo al volumen cada vez mayor de solicitudes presentadas en todo el mundo.
De acuerdo con un informe de 2015 del INPI , en el primer decenio del siglo XXI, la presentación de solicitudes de patente en el Brasil creció un 71%. Esta cifra es casi un 80% más alta que la cifra de solicitudes presentadas en otros países de América Latina, y supera en un 35% el promedio mundial.
Debido a ese crecimiento vertiginoso, así como a una serie de dificultades operativas y a un complejo entorno regulatorio de la PI, se produjo un importante retraso en el examen de las solicitudes de patente en el Brasil. Según informa el INPI en 2018 unas 207.195 solicitudes de patente estaban pendientes de examen y, en promedio, la tramitación de una solicitud (desde su presentación hasta la concesión) se demoraba algo más de 10 años.
Los dilatados plazos de tramitación de las solicitudes de patente generan inseguridad jurídica para los solicitantes, es decir, las personas y las empresas que desean obtener protección por patente. Asimismo, suponen un obstáculo a la capacidad de los empresarios de comercializar sus tecnologías y conceder licencias sobre ellas, y les impiden obtener un rendimiento del capital invertido. Además, restringen la capacidad de los solicitantes de financiar sus actividades de I+D.
El INPI toma medidas
El INPI ha adoptado diversas medidas concretas para reducir su retraso en el examen de las solicitudes, las cuales han permitido optimizar los métodos de trabajo, racionalizar los flujos de trabajo y los procesos a través de diversas iniciativas de automatización y mejorar la cooperación internacional. El procedimiento acelerado de examen de patentes que se puso en marcha a través del programa Patentes Verdes del INPI es una parte esencial de este empeño.
Gracias a su innovador programa Patentes Verdes, el INPI ha conseguido reducir el período de tramitación de las solicitudes de patente a unos 14 meses entre la fecha de presentación de la solicitud y la concesión de la patente para las tecnologías consideradas aptas. Este programa está disponible para las tecnologías patentables de los ámbitos en rápida evolución de la energía renovable, el transporte, la conservación de la energía, la gestión de desechos y la agricultura, de acuerdo con el Inventario verde de la Clasificación Internacional de Patentes (véase el recuadro).
La evolución del programa Patentes Verdes del INPI
En abril de 2012 (mediante la Resolución 283/2012 de 17 de abril de 2012), el INPI puso en marcha la prueba piloto de su programa Patentes Verdes, por el que se establecía un examen acelerado de las solicitudes de patente relativas a tecnologías ecológicamente racionales.
En el programa solo se aceptaron las solicitudes de patente presentadas ante el INPI a partir del 2 de enero de 2011. Las solicitudes internacionales presentadas en virtud del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) que habían entrado en la fase nacional en el Brasil no formaron parte de la prueba piloto. Entre otros requisitos, las solicitudes consideradas aptas podían contener un máximo de 15 reivindicaciones (que determinan los derechos exclusivos concedidos al solicitante de la patente) acompañadas de un máximo de tres reivindicaciones independientes (reivindicaciones autónomas que se componen de un preámbulo y de todas las características necesarias para definir la invención). La prueba piloto se desarrolló hasta el 17 de abril de 2013, abarcó 500 solicitudes de patente y fue todo un éxito.
Inventario verde de la Clasificación Internacional de Patentes (CIP)
El "Inventario verde de la CIP" es una herramienta elaborada por el Comité de Expertos de la CIP para facilitar la búsqueda de información sobre patentes relacionada con las tecnologías ecológicamente racionales, con base en una lista establecida con arreglo a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
El Inventario tiene por finalidad catalogar en un solo espacio las tecnologías ecológicamente racionales, ya que actualmente estas figuran de manera dispersa en un gran número de ámbitos técnicos de la CIP.
A raíz del éxito que tuvo la prueba piloto, en diciembre de 2016, el INPI convirtió su programa Patentes Verdes en un servicio permanente (mediante la Resolución 175/2016 de 6 de diciembre de 2016). Además, amplió su ámbito de aplicación para incluir las solicitudes de patente nacionales y las solicitudes internacionales presentadas en virtud del PCT sin restricciones en cuanto a la fecha de presentación.
En julio de 2020 se introdujo una nueva mejora en el servicio (mediante la Resolución 247/2020 de 30 de julio de 2020), y ahora este comprende las solicitudes relativas a la agricultura sostenible. Sin embargo, en el marco de este servicio no se aplican reducciones de las tasas pagaderas.
Los documentos de patente que pueden presentarse en el marco del servicio Patentes Verdes, y su correspondiente archivo electrónico oficial, se identifican fácilmente mediante el sello institucional que contiene la inscripción "PATENTES VERDES".
Resultados
Desde su puesta en marcha en 2012, se han presentado cerca de 870 solicitudes de patente en el marco del servicio Patentes Verdes del INPI.
Los principales usuarios del servicio Patentes Verdes del INPI son los solicitantes brasileños, incluidas las sucursales locales de empresas extranjeras. La mayoría de las solicitudes ha sido presentada por empresas privadas y particulares, y pertenece al ámbito de la química.
En el marco del servicio Patentes Verdes, las solicitudes en trámite tienen prioridad con respecto a su examen. Sin embargo, deben someterse a los mismos análisis de fondo sobre patentabilidad que las solicitudes ordinarias (por ejemplo, en cuanto a novedad, actividad inventiva (no evidencia) y utilidad (aplicación industrial)). Según datos de abril de 2020, el 34% de las solicitudes recibidas había sido rechazado, el 38% aceptado y el 27% estaba pendiente de examen. Solo se retiró el 1% de las solicitudes que cumplían los requisitos.
En junio de 2020, el INPI anunció que el plazo medio para el examen de las solicitudes de patente (desde la presentación hasta la concesión) se había reducido a 14 meses, lo que supone un importante logro. El programa Patentes Verdes facilita la protección y comercialización de las tecnologías que desarrollan los particulares y las empresas que operan en el ámbito de las tecnologías ecológicas. Esa noticia es positiva para las empresas, y aún más para el medio ambiente, pues la I+D dedicada a las nuevas tecnologías ecológicas y la disponibilidad de servicios eficaces de PI que apoyen su comercialización redundan en beneficios para todos.
El servicio Patentes Verdes en la práctica
A lo largo de mi experiencia profesional, varios de mis clientes han utilizado el nuevo sistema acelerado de obtención de patentes. Por ejemplo, la empresa brasileña Manancial Projetos e Consultoria Ambiental obtuvo su patente (BR 10 2012 019092-3) en 2014, menos de 2 años (19 meses) después de que el inventor, el Sr. Júlio César Simões Prezotti, desarrollara un proceso de recuperación ambiental para las regiones afectadas por la minería. Actualmente, el proceso se aplica en tres regiones del estado brasileño de Espírito Santo. Otra empresa, New Steel, obtuvo dos patentes (BR 10 2012 008340-0 y BR 10 2015 003408-3) en un plazo de cuatro y tres años, respectivamente, para su tratamiento ecológico de los residuos de mineral de hierro.
Ambas empresas señalaron que, más que los beneficios directos que entraña el proceso acelerado, la etiqueta "Patente Verde" les proporcionó un reconocimiento adicional del valor de mercado de sus tecnologías y de su eficacia, lo que contribuyó enormemente a atraer a clientes e inversores.
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