Por Catherine Jewell, División de Información y Difusión por Medios Digitales, OMPI
La contaminación por plásticos es uno de los problemas más acuciantes del mundo actual. Cada año generamos más de 450 millones de toneladas métricas de residuos plásticos. El daño que provoca en los ecosistemas naturales es profundamente preocupante. Si no cambiamos nuestra forma de actuar, los niveles de residuos plásticos se triplicarán de aquí a 2060. La labor de limpieza requerirá seguramente varias generaciones. Con todo, en medio de esta pesadumbre, hay margen para el optimismo, ya que hay empresas innovadoras, como la francesa Lactips, que están desarrollando opciones de envasado más sostenibles para ayudar a paliar el problema. Lactips está replanteando el mundo del plástico. Pionera en el desarrollo de polímeros naturales a base de proteínas, Lactips ofrece una alternativa ecológica a los envases de plástico que es totalmente biodegradable en todos los entornos sin dejar rastro alguno de micropartículas. La Revista de la OMPI se reunió recientemente con Alexis von Tschammer, director general de la empresa, para conocer más detalles sobre esta interesante solución. Lactips es uno de los siete ganadores de los Premios Mundiales de la OMPI 2023.
Marie-Hélène Gramatikoff, ingeniera de plásticos, y Frédéric Prochazka, profesor de la Universidad de Saint-Etienne, crearon la empresa en 2014, basándose en la investigación desarrollada y patentada por Frédéric. Lactips es la única empresa del mundo capaz de fabricar plástico a partir de un polímero natural (la proteína láctea caseína) y transformarlo en gránulos de plástico para uso industrial. Eso es lo que la hace única. Nuestra tecnología es una solución "lista para usar" que los fabricantes de plásticos pueden utilizar sin inversiones adicionales. En este sentido, estamos abriendo nuevas posibilidades para que las empresas "ecologicen" sus operaciones sin desestabilizar la industria.
Somos firmes defensores de la economía circular y todo lo que hacemos tiene como objetivo eliminar los residuos plásticos y la contaminación y contribuir a preservar el planeta.
Actualmente estamos transformando Lactips, que ha pasado de ser una empresa emergente a una pyme industrial reconocida. Me incorporé a la empresa el año pasado para guiar y liderar esta transición. Con mi sólida experiencia de más de 25 años en los sectores del plástico y el papel, el Consejo de Administración me contrató para desarrollar el perfil industrial de la empresa. Ahora tenemos una nueva planta de 4 200 metros cuadrados, inaugurada en 2021, y un gran centro de I+D con un laboratorio bien equipado y un equipo de 50 personas.
Existe una conciencia mundial cada vez mayor del cambio climático, la contaminación por plásticos y la erosión de la biodiversidad que sufre nuestro planeta. Los consumidores están cada vez más preocupados y quieren prescindir de los plásticos. Los propietarios de marcas han asumido compromisos y objetivos oficiales para reducir la cantidad de plásticos que utilizan de aquí a 2025 y 2030.
Además, las autoridades están adoptando medidas legislativas para forzar el cambio. Así que el momento es perfecto para nosotros. Nuestra planta está preparada, nuestra tecnología está madura, los consumidores lo quieren y el planeta lo necesita. Lo mejor de nuestra solución es que no entra dentro del reglamento REACH ni la directiva sobre plásticos de un solo uso de la Unión Europea, porque nuestro producto es cien por cien natural.
Nuestra prioridad en Lactips a corto plazo es guiar y liderar a los transformadores de plástico (quienes fabrican productos plásticos) y a los propietarios de marcas en su transición ecológica hacia soluciones sostenibles, eliminando los residuos plásticos y la contaminación, con importantes lanzamientos comerciales previstos para finales de 2023.
A diferencia de los plásticos tradicionales, nuestra innovación es soluble y totalmente biodegradable en todos los entornos. Eso es lo que tiene de revolucionario y único. Se degrada muy rápidamente, a la misma velocidad que los alimentos ecológicos, en un plazo de cuatro a seis semanas sin liberar microplásticos. Cuando nuestro producto llega a los ríos o al mar, se disuelve en minutos y desaparece por completo. Los plásticos tradicionales pueden tardar cientos de años en degradarse y en el proceso producen microplásticos dañinos.
A diferencia de los plásticos tradicionales, nuestra innovación es soluble y totalmente biodegradable en todos los entornos.
De los 460 millones de toneladas de plásticos que se producen cada año -y que van a triplicarse en los próximos 40 años-, menos del 1% son bioplásticos realmente biodegradables, y sólo el 9% se recicla. Gran parte del resto va a parar a los vertederos o se incinera.
Nuestra propuesta de valor tiene dos niveles: estamos facilitando la eliminación y eliminando los desechos plásticos en la cadena de reciclado existente, gracias a la solubilidad de nuestro producto en el agua, y también estamos eliminando la contaminación plástica porque cuando nuestro polímero natural entra en el medio ambiente se descompone muy rápidamente sin dejar residuos nocivos.
Los gránulos que producimos pueden procesarse del mismo modo que el plástico tradicional para moldeado por inyección, extrusión y laminado, pero también como revestimiento de envases de papel. Nuestro producto es ideal para el envasado de alimentos, más concretamente de alimentos secos (por ejemplo, alimentos para mascotas y golosinas) y para el envasado secundario, el sobreenvasado que agrupa varios productos (por ejemplo, el envoltorio del paquete de unidades de azúcar que compramos en el supermercado local).
Estamos facilitando la eliminación y eliminando los residuos de plástico en la cadena de reciclaje existente, [...] y también estamos eliminando la contaminación por plástico.
También estamos introduciendo nuestra tecnología para sustituir la película de plástico que se utiliza en las pastillas de detergente. Y estamos estudiando formas de aportar materiales para las etiquetas de las botellas de vidrio de las bebidas. El vidrio es caro y su fabricación consume mucha energía, por lo que hay mucho interés en reutilizar las botellas. Pero eliminar las etiquetas viejas puede resultar difícil. Nuestras etiquetas ofrecen una solución alternativa estupenda.
Nos dirigimos a un mercado de unos 1 600 millones de euros, que es enorme. Los fabricantes están ahora muy interesados en abandonar los plásticos, sobre todo para envases primarios y secundarios, y quieren una solución natural. Nuestro material es natural, sella como el plástico, tiene propiedades aislantes similares (frente al oxígeno, la grasa y los aceites minerales) y es transparente. Además, cuando entra en la cadena de reciclado de papel, que utiliza agua, simplemente se disuelve, lo que permite recuperar el 99,7 % de las fibras de papel sin ningún residuo. Esto significa que también facilitamos enormemente el reciclaje.
La propiedad intelectual y la innovación forman parte de nuestro código genético. La piedra angular de la empresa es la patente que nuestro cofundador Frédéric Prochazka obtuvo por su investigación universitaria. Nuestra cartera de propiedad intelectual comprende actualmente siete familias de patentes, protegidas en mercados clave. La propiedad intelectual de la empresa es fundamental para su éxito, ya que los inversores solo invertirán en una empresa si creen que tiene, en primer lugar, algo muy innovador y, en segundo lugar, algo que está muy bien protegido. Confiamos en el carácter complementario de nuestros derechos de propiedad intelectual. Nuestras patentes protegen nuestras fórmulas y nuevos avances prometedores, así como las aplicaciones en las que nos centramos. Son la base de nuestra ventaja competitiva y nos permiten demostrar el carácter innovador y pionero de nuestro trabajo. También nos ayudan a evitar que nos bloqueen los principales operadores del mercado en este campo.
La propiedad intelectual de la empresa es fundamental para su éxito, ya que los inversores solo invertirán en una empresa si creen que tiene, en primer lugar, algo muy innovador y, en segundo lugar, algo que está muy bien protegido.
Contamos con estrictos procedimientos de gestión de la confidencialidad (incluidos acuerdos de confidencialidad, acuerdos de transferencia de material y acuerdos de desarrollo conjunto) con todos nuestros asociados y nuestros equipos. Este enfoque ha permitido a Lactips movilizar 25 millones de euros en financiación, lo que nos sitúa entre las cinco principales empresas emergentes del sector de los bioplásticos en Europa. Y, naturalmente, nuestras marcas registradas contribuyen al reconocimiento de la marca.
Desde 2015, nos beneficiamos de un programa de aprendizaje de propiedad intelectual con el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial de Francia (INPI). En ese proceso, pedimos al INPI que llevara a cabo un estudio de inventario de patentes, que nos permitió conocer el panorama tecnológico y competitivo en el que nos movemos. Todo este proceso, junto con la experiencia de nuestro asesor externo Plasseraud, nos ha permitido poner en marcha una sólida estrategia de propiedad intelectual que respalda nuestros objetivos empresariales.
Sin duda, nos gustaría ver cómo se acelera la transición hacia el uso de materiales naturales y sostenibles. Somos firmes defensores de la economía circular, y todo lo que hacemos tiene como objetivo eliminar los residuos plásticos y la contaminación y contribuir a preservar el planeta.
Nunca hay que darse por vencido. La paciencia y la perseverancia son muy importantes. Todo el mundo está entusiasmado con estas soluciones y las quiere, pero implantar un cambio transformador en el mercado lleva su tiempo. Las asociaciones estratégicas en todos los niveles de la cadena de valor son fundamentales para avanzar paso a paso hacia la comercialización. Y cuando, como en Lactips, se tiene la suerte de trabajar con personas apasionadas, es muy importante mantenerlas centradas y motivadas para alcanzar objetivos comunes a corto plazo.
Supone un gran reconocimiento por nuestro trabajo, nuestra pasión, nuestro compromiso y nuestras soluciones para preservar la naturaleza y el planeta.
Estamos orgullosos de hacer algo que la gente, y organizaciones como la OMPI, reconocen como importante. El premio nos dará una mayor visibilidad mundial y nos ayudará a llegar a otras zonas del mundo interesadas en los bioplásticos y encontrar nuevos clientes. También demuestra a nuestros inversores que tenemos una sólida cartera de propiedad intelectual y una estrategia de propiedad intelectual muy robusta.
Estamos en vías de convertir esta empresa en un negocio rentable. Nos hemos asociado con propietarios de marcas y transformadores estratégicos, y estamos desarrollando soluciones para ellos, con un aumento de la producción a gran escala previsto para finales de 2023 y a lo largo de 2024. A continuación, tenemos previsto hacer un seguimiento de nuestros clientes por todo el mundo y expandirnos geográficamente.
Como ingeniero de I+D, siempre me han interesado mucho las tecnologías del plástico y su aplicación. El plástico ha revolucionado el mercado de los envases y tiene muchas ventajas, como su capacidad de protección para mejorar la conservación de los alimentos. Pero el plástico genera importantes residuos y problemas de contaminación cuando no se recicla y cuando se desecha en la naturaleza. Ahora me apasiona desarrollar, producir y comercializar soluciones naturales que combinen lo mejor de ambos mundos: las prestaciones mecánicas y la capacidad de protección de los plásticos con la capacidad de compostaje y reciclaje de las soluciones naturales alternativas. Tenemos al alcance de la mano el éxito compartido con los propietarios de marcas y los transformadores de plásticos, y todo el equipo de Lactips está muy orgulloso de ello.
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.