Anna Sinkevich, División de Conocimientos Tradicionales, OMPI
Charlotte Kazoora, una emprendedora social de Uganda, está trabajando para mejorar los medios de subsistencia de las comunidades locales mediante programas de formación práctica, que incluyen el desarrollo de marcas. En una reciente entrevista con la Revista de la OMPI, Kazoora explica de qué manera su empresa social, Tourism Inclusion for All (TIFA), está creando nuevas oportunidades de medios de subsistencia para las comunidades locales de toda Uganda. También habla de los problemas que enfrentan los artesanos de la región y de qué manera la propiedad intelectual (PI) es un elemento esencial de la consultoría comercial que ofrece.
Las herramientas de PI pueden proteger los intereses de las comunidades y añadir valor a los productos que crean.
Al principio, simplemente comprendí que esas comunidades necesitaban apoyo y empecé a trabajar con ellas utilizando mis propios recursos financieros. Pero en 2016, vi un anuncio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el que se solicitaban los servicios de una persona para mejorar los medios de subsistencia de las comunidades locales en las zonas turísticas. Redacté una propuesta de proyecto y conseguí una subvención de 40 000 dólares de los EE.UU. Gracias a ello, creé cuatro grupos: un grupo de jóvenes especializado en artesanía de cuerno de vacuno, y tres grupos de mujeres cesteras.
Durante la ejecución del proyecto, me di cuenta de que muchas otras comunidades necesitaban un apoyo similar. Así que solicité otra subvención y desde entonces trabajo en este campo.
Mi empresa social, TIFA, ofrece a mujeres y jóvenes una formación práctica en toda la cadena de valor del turismo. Trabajamos en lugares turísticos populares de Uganda, como las montañas Rwenzori, la isla de Kalangala en el lago Victoria, y el río Nilo y los lagos circundantes en Uganda oriental.
También soy fundadora y directora general de SCECK Consultant, una empresa que comercializa y vende productos creados por las mujeres y los jóvenes que participan en los programas de formación que ofrece TIFA. Soy contadora de formación y me interesa mucho que nuestros proyectos tengan un enfoque empresarial serio.
Trabajo principalmente con comunidades locales del oeste y centro de Uganda. Las personas con las que trabajo dependen en realidad de las oportunidades que brinda cada lugar turístico. Lo mejor es poner en marcha un proyecto en un punto turístico importante, porque son lugares que ofrecen un buen acceso al mercado.
En general suelo llegar a las comunidades a través de las autoridades gubernamentales locales, ya que es una buena forma de ganarse la confianza de las comunidades. Las autoridades locales también pueden ayudar a movilizar a la población local y a identificar a las familias idóneas para comenzar a trabajar.
Los principales problemas que enfrentan las mujeres son la pobreza, la violencia doméstica y la desigualdad económica. Las pautas locales, como la creencia de que las mujeres no deben trabajar, son la causa principal de esos problemas. Nosotros tratamos de cambiar esa mentalidad mostrando que las mujeres pueden ganar dinero. Y que cuando lo hacen, sus hogares prosperan.
Uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos es que la mayoría de las jóvenes nunca han ido a la escuela, o han abandonado sus estudios en la primaria.
Uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos es que la mayoría de las jóvenes nunca han ido a la escuela o han abandonado sus estudios en la primaria. Esto les impide presentarse a empleos mejor remunerados que exigen cualificaciones. Lo mismo ocurre con muchos de los varones. Trabajo con jóvenes de ambos sexos, sobre todo con los que han abandonado la escuela.
Las comunidades que viven en estas zonas turísticas son muy pobres, pero están sentadas sobre una mina de oro. Muchos turistas locales e internacionales visitan estas zonas, por lo que existe un enorme potencial para que las comunidades locales creen negocios relacionados con el turismo. El problema es que las comunidades locales no saben cómo aprovechar ese potencial. Por eso hemos ideado un programa de formación centrado tanto en las capacidades como en el desarrollo empresarial. Actualmente estoy brindado apoyo a más de 300 mujeres de esta manera.
Las comunidades que viven en [...] zonas turísticas son muy pobres, pero están sentadas sobre una mina de oro.
Para poder llegar a más comunidades y empoderarlas, decidí adherirme a la Asociación de Emprendedoras de Uganda. Con más de 2 000 miembros, es uno de principales grupos de emprendedoras de Uganda. Convertirse en miembro de la Asociación nos da nuevas oportunidades para ampliar nuestros programas de formación para mujeres y jóvenes. Además siempre estoy atenta a programas de subvenciones que nos permitan ayudar a más comunidades.
Nuestros programas de formación tienen tres componentes principales. En primer lugar, con la ayuda del gobierno local, identificamos y movilizamos a los participantes. En segundo lugar, enseñamos a los participantes técnicas artesanales prácticas, que normalmente están directamente relacionadas con la comunidad y la zona geográfica. Y en tercer lugar, impartimos a los participantes conocimientos empresariales básicos, como marketing y ventas, desarrollo de marcas, contabilidad y gestión de archivos. A través de estos programas, enseñamos a las personas que formamos dónde y cómo vender sus artesanías. Se trata de un paso fundamental para que puedan salir de la pobreza.
Les impartimos conocimientos empresariales básicos, como marketing y ventas, desarrollo de marcas, contabilidad y gestión de archivos.
En el oeste de Uganda se cría el ganado Ankole Longhorn, una de las razas de vacuno autóctonas más antiguas del país. Por eso, el cuerno de vacuno es uno de los materiales que más utilizamos en esta zona. Los artesanos siguen utilizando métodos rudimentarios para producir artesanía de cuerno de vacuno. Utilizan máquinas para cortar los cuernos y luego elaboran el producto a mano. No contamos aún con instalaciones que permitan transformar el cuerno de vacuno en productos finales bien elaborados y pulidos.
En el centro de Uganda, los artesanos suelen dedicarse a la cestería, la sastrería y el tejido. Utilizan materiales orgánicos locales, como la fibra de plátano y la rafia.
En el centro de Uganda, los artesanos suelen dedicarse a la cestería, la sastrería y el tejido. Utilizan materiales orgánicos locales, como la fibra de plátano y la rafia. Nos esforzamos en alentar a las comunidades para que trabajen con materiales locales. Así podrán mantener su trabajo. Lo ideal es que puedan fabricar un número mínimo de productos sin ayuda financiera externa.
Es un trabajo muy gratificante. Se puede ver el impacto directo que tiene en las comunidades. Por eso lo disfruto tanto.
Sí, hay muchos, pero destacan un par. Un primer caso fue hace unos cinco años, cuando empecé a trabajar con unas 20 mujeres de Kalangala que participaban en nuestro programa “Family at Work Model”. En aquella época, estas mujeres se dedicaban por completo a apoyar a sus esposos y a sus hogares. Los hijos de la gran mayoría de ellas habían abandonado la escuela.
Les enseñamos a fabricar y vender cestas. Dos años más tarde, estas mujeres tenían empresas formales propias que pagaban impuestos y, lo más importante, todos sus hijos habían vuelto a la escuela. Este fue el resultado directo de las capacidades que adquirieron al participar en nuestro programa. Ahora comparten esas capacidades con los miembros de su familia. Y la comunidad empieza a prosperar.
Un segundo caso que recuerdo es el de una joven llamada Juliet, de una comunidad de Kalangala. Había abandonado los estudios, perdido la confianza en sí misma y no veía ninguna salida.
Al principio, no le interesaba la cestería. Su pasión eran las motos, pero no tenía dinero para comprarse una ni tampoco tenía permiso de conducir. Pese a todo, decidió recibir la formación y ello le permitió hacer realidad su sueño. Ahora es la orgullosa propietaria de una moto. Hay tantos otros casos de mujeres que han mejorado su vida y cumplido sus sueños gracias a la cestería.
En el caso de la cestería, la forma en que tejen las cestas las mujeres con las que trabajamos representa su entorno local. Al observar una cesta, se puede saber de qué parte del país proviene. Por ejemplo, en la subregión de Ankole, al oeste de Uganda, las mujeres tejen las cestas tradicionales en forma de cono para representar las montañas. Mientras que en el centro de Uganda, las mujeres utilizan otra técnica. En esa región las tejedoras representan el lago Victoria, por lo que las cestas son redondas, con una forma, estilo y aspecto más fluidos.
La sensibilidad cultural puede marcar la diferencia para el éxito de un proyecto.
Cuando se trabaja con comunidades de Uganda, es esencial estar familiarizado con sus pautas culturales y con lo que “se debe hacer” y lo que “no debe hacerse”. Esta sensibilidad cultural puede marcar la diferencia para el éxito de un proyecto. Antes de ir a una comunidad, dedico mucho tiempo a comprender los aspectos culturales.
Supe lo que es la PI hace unos dos años, a través de la Asociación de Emprendedoras de Uganda. Al principio, pensaba que la PI era algo que beneficiaba únicamente a las grandes empresas. No creía que tuviera importancia para mí o para los artesanos con los que trabajo. Pero cuando participé en el programa de la OMPI de formación, mentoría y establecimiento de contactos en materia de PI para emprendedoras de pueblos indígenas y comunidades locales, aprendí que las herramientas de PI pueden proteger los intereses de las comunidades y añadir valor a los productos que estas crean.
Al principio, pensaba que la PI era algo que beneficiaba únicamente a las grandes empresas. No creía que tuviera importancia para mí o para los artesanos con los que trabajo.
Actualmente estamos en proceso de obtener los derechos de marca sobre la marca Kantu y su logotipo. Kantu significa algo pequeño y bonito en una lengua local. Registrar nuestras marcas se ha convertido en nuestra máxima prioridad y ha sido posible gracias al apoyo de la OMPI. Después del curso de formación de la OMPI, hemos podido contratar los servicios de un abogado local para que nos ayude con los trámites de registro. Hasta que concluya ese proceso, seguiremos vendiendo nuestras artesanías en línea bajo el nombre de SCECK Crafts.
El logotipo representa a una mujer tocando el tambor. Tradicionalmente, para reunir a la gente tocamos el tambor. Como nuestro objetivo es empoderar al mayor número posible de mujeres, y como lo que buscamos es convocar a la gente para que mejore sus medios de subsistencia, nos pareció que tocar el tambor era un símbolo adecuado.
Tenemos contratos de venta con varios hoteles locales, incluidas las tiendas de regalos de los alojamientos de ecoturismo, que son hoteles construidos en parques nacionales o en las zonas más ricas. Estos hoteles atraen a muchos turistas internacionales y representan nuestro principal mercado.
Registrar nuestras marcas se ha convertido en nuestra máxima prioridad.
Además, todos los meses organizamos un mercado al aire libre donde nuestros artesanos pueden vender sus productos directamente a los clientes. También tenemos clientes que son empresas, pero sus necesidades en general dependen de la temporada.
Hace poco hemos creado una tienda en línea, y eso nos ha abierto muchas posibilidades. Fue una tabla de salvación durante la COVID-19, que afectó duramente al sector turístico. La pandemia fue un verdadero punto de inflexión para nosotros. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de la necesidad de entrar en el comercio electrónico. Pero el principal reto del marketing en línea es mantener el ritmo y publicar lo suficiente para que la gente siga visitando nuestro sitio. Hoy en día necesito una persona a tiempo completo para que se encargue de gestionar las redes sociales y el sitio web.
Mucha gente cree que si no has ido a la escuela, no tienes cerebro. Eso no es cierto. Muchas de las personas con las que trabajo no han ido a la escuela, pero pueden aprender cualquier cosa. Si te sientas y hablas con ellos y les enseñas, se les ocurren ideas y productos increíbles. Simplemente necesitan una oportunidad para expresarse y aprender a poner en práctica sus ideas. Solo necesitan apoyo y capacidades que les ayuden en el camino.
En el futuro, me veo creando un centro de formación donde las comunidades locales adquieran nuevas capacidades y desarrollen sus productos, que luego venderíamos a nuestros clientes. Sería una forma extraordinaria de que todos conocieran y disfrutaran de la cultura de estas comunidades.
El programa de la OMPI de formación, mentoría y establecimiento de contactos en materia de PI para emprendedoras de pueblos indígenas y comunidades locales tiene por objetivo fomentar el espíritu empresarial, la innovación y la creatividad de las mujeres en relación con los conocimientos tradicionales y las expresiones culturales tradicionales. Pretende dotar a las emprendedoras de los conocimientos y capacidades necesarios para que puedan utilizar los derechos de PI de forma estratégica y eficaz para apoyar las actividades empresariales de sus comunidades.
Desde su inicio en 2019, el programa ha apoyado a más de 100 mujeres emprendedoras de pueblos indígenas y comunidades locales de 63 países. El programa 2023-2024 se encuentra actualmente en marcha.
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.