Hay varias medidas de las diferencias de género en la innovación. No obstante, la elección del indicador "adecuado" depende del objetivo. A continuación se ofrecen algunas sugerencias sobre qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir el tipo de indicador.
Una vez que esté familiarizado con cómo medir la brecha de género en la innovación, el siguiente reto es elegir el indicador "correcto" de la disparidad de género.
Por desgracia, no tenemos acceso al indicador perfecto. No obstante, recopilar datos sobre la proporción de mujeres y hombres inventores en los documentos de propiedad intelectual (PI) es una tarea sencilla y, a pesar de sus limitaciones inherentes, puede revelar el estado de la disparidad de género en la innovación y contribuir a mejorarla.
El porcentaje de solicitudes con al menos una inventora o creadora refleja la contribución de las mujeres a las patentes. Es un indicador práctico porque utiliza la misma unidad que muchos otros indicadores de PI y, por tanto, permite la comparación entre ellos.
No obstante, este indicador puede conducir a una subestimación del desequilibrio de género y no ser un buen punto de partida para abordar las diferencias de género en la innovación (véase la figura siguiente).
Un indicador alternativo y más intuitivo es el porcentaje de mujeres que figuran como inventoras o creadoras. Este indicador mide el uso de la PI por parte de las mujeres en una organización o en un país. Puede ser más adecuado para las políticas de género, ya que proporciona un objetivo claro, como que el 50% de las mujeres figuren como inventoras o creadoras.
El inconveniente de este indicador es que no es comparable con los indicadores habituales de PI, en los que el denominador suele ser o bien las solicitudes de patente o bien los solicitantes (por ejemplo, la proporción de no residentes entre los solicitantes o la proporción de solicitudes por regiones).
Como se explica en "¿Qué sabemos sobre la brecha de género en la innovación?", la representación de las mujeres es desigual en las distintas industrias y sectores. Las mujeres están mejor representadas en las biociencias y la biotecnología, así como en el mundo académico. Cuando se abordan los posibles sesgos de género en la innovación a escala institucional o sectorial, el objetivo debe fijarse teniendo en cuenta el nivel medio de la industria o sector al que pertenece la institución.
Si la perspectiva en cuestión es de ámbito nacional, en cuyo caso deben incluirse tanto las industrias como los sectores, el indicador agregado de la brecha de género puede ocultar las diferentes composiciones y, por tanto, no ser suficientemente informativo.
Supongamos que hay dos países, A y B, con dos sectores, el académico y el empresarial. Ambos países comunican una proporción del 12% de mujeres inventoras, por lo que, en función de este dato, se podría clasificar a los dos países por igual. Sin embargo, el mundo académico solo representa el 20% de todos los inventores en el país A, frente al 50% en el país B. Teniendo esto en cuenta, el país A sale mejor parado que el país B en el mundo académico (50% frente al 20%), pero peor en el sector empresarial (2,5% frente al 4%). Resulta evidente que los indicadores deben ser comparados dentro de cada sector e industria. Para ello, los sectores se observan por medio de los solicitantes de patentes, mientras que las industrias pueden deducirse de las clases de tecnología de las patentes.
Por último, existen otros indicadores para estudiar la naturaleza de la colaboración entre hombres y mujeres en la innovación, así como el grado de participación de las mujeres en las actividades de PI por país, región o ciudad. Por ejemplo, las mujeres son más colaboradoras que los hombres, ya que presentan solicitudes más a menudo con otros inventores que en solitario, como se indica en el estudio Identifying the gender of PCT inventors.
Se puede explorar más a fondo examinando el tamaño medio de los equipos cuando todos los inventores son mujeres, u hombres, o una mayoría de mujeres, o una mayoría de hombres, o bien un equilibrio entre hombres y mujeres.
Del mismo modo, se pueden valorar las diferentes tasas de inventoras entre países, regiones o ciudades.
Para obtener más información sobre este tema, puede consultarse la Guía de la OMPI para elaborar análisis de género y nuestra selección de publicaciones de la base de datos de literatura económica.
Existen diversas formas de recabar datos sobre la innovación y la PI desglosados por género. Compruebe cuál se adapta mejor a sus necesidades.
Las mujeres que innovan, inventan y crean afrontan constantes dificultades que obstaculizan su actividad. ¿Qué pueden indicarnos los estudios económicos sobre dichas dificultades y fundamentar así las políticas de equilibrio de género?
Comprender cómo las mujeres y los hombres pueden acceder al sistema de propiedad intelectual (PI) y utilizarlo en igualdad de condiciones es fundamental para que su ingenio y creatividad se traduzcan en desarrollo económico, social y cultural. En esta breve guía se resumen las mejores prácticas para elaborar indicadores de género en materia de innovación y PI.