Del mismo modo que las personas pueden establecer vínculos en los entornos sociales y de trabajo, y ello las enriquece, desde los núcleos de innovación se atraviesan las fronteras internacionales en busca de socios para la innovación. Establecer ese tipo de contactos y elegir a los socios adecuados es cada vez más importante.
La producción de conocimiento científico y tecnológico es una actividad cada vez más colaborativa. En los últimos 20 años, el auge del trabajo en equipo ha hecho que los científicos que trabajaban en solitario se hayan convertido en una especie en peligro de extinción. a mayor parte del conocimiento científico se produce en equipos constituidos por seis o más científicos. En los equipos de colaboración para lograr innovaciones tecnológicas se observa la misma tendencia.
En la mayoría de las economías de altos ingresos se observa asimismo un auge en la colaboración internacional. Aunque la comunidad científica tiene una larga tradición en materia de cooperación internacional, las mejoras en las comunicaciones han ayudado a los científicos a compartir y coordinar sus trabajos de manera cada vez más eficiente. Por otra parte, las empresas multinacionales también tratan de aumentar la eficiencia gracias a la división internacional de su I+D y mediante la colaboración internacional a fin de:
En los Estados Unidos de América, los núcleos de innovación se cuentan entre los sectores con mayor colaboración del mundo. El volumen y la frecuencia de las colaboraciones con inventores y científicos que residen en los Estados Unidos hacen de este país el núcleo de la red mundial de la innovación. Otros puntos de innovación cuyos científicos siguen la tendencia de sus homólogos estadounidenses, situándose en el centro de la red mundial de innovación, son Beijing, Bengaluru, Frankfurt, Londres, París, Shanghái y Tokio.
Con cada vez mayor frecuencia, en la colaboración en materia de producción científica (publicaciones), en comparación con la producción tecnológica (patent), se trabaja con equipos de organizaciones de al menos dos países. En tan solo dos decenios, el porcentaje de colaboraciones científicas internacionales ha aumentado un 50%, pasando del 17% al 25% de los artículos científicos publicados. La coinvención internacional es un fenómeno mucho menos frecuente.
No obstante, a pesar de su inferior porcentaje, la producción de patentes colaborativas internacionales registró un impresionante aumento hasta la segunda mitad del año 2000, ya que no solo se duplicó, sino que pasó de menos del 5% a casi el 11%. Desde 2010, esa proporción se ha reducido ligeramente. El hecho de que los equipos internacionales tengan un porcentaje más alto de publicación de artículos científicos que de patentes indica que la producción científica está más internacionalizada que la tecnológica.
A excepción del Japón y, en menor medida, la República de Corea, la mayoría de los países líderes en presentación de solicitudes registran un alto porcentaje de coinvenciones internacionales. Los Estados Unidos y los países de Europa Occidental muestran en general una tendencia al alza. Otras economías más pequeñas que poseen áreas con conexiones internacionales y una alta densidad urbana y de innovación (como Suiza) suelen participar en colaboraciones internacionales. La India también presenta un alto grado de coinvención internacional. En las principales economías de Asia Oriental la situación es diferente. Antes del año 2000, China presentaba un considerable porcentaje de coinvención internacional, pero el volumen era menor. Desde entonces, con el aumento del volumen de patentamiento de China, dicho porcentaje se redujo drásticamente a niveles muy bajos, comparables a los del Japón y la República de Corea.
Las tendencias de copublicación internacional muestran un panorama muy distinto. Todos los países líderes en publicación de revistas científicas poseen un mayor porcentaje de copublicación internacional que de coinvención internacional, a excepción de la India. Además, esos porcentajes han ido aumentado constantemente durante ese período. Sin embargo, las cifras muestran que los países de Asia Oriental son menos abiertos internacionalmente que los Estados Unidos y Europa Occidental en lo que respecta a la publicación científica.
La colaboración internacional está concentrada en unos pocos grandes países, si bien la concentración disminuye a medida que nuevos sectores interesados se van sumando a la red. La copublicación y el copatentamiento entre los Estados Unidos, Europa Occidental y el Japón constituyen casi la mitad de las conexiones internacionales.
Los nuevos participantes en estas redes, como China, la India, Australia o el Brasil, también han estrechado sus vínculos con esas tres economías. Sin embargo, aunque las colaboraciones al margen de ese triángulo son más dispersas, esos países han intensificado su participación, y así, entre 2011 y 2015 registraron el 13% de todas las copublicaciones internacionales.
En general, establecer colaboraciones se está volviendo la norma. Colaborar y establecer redes con alguno de estos núcleos de innovación facilita el intercambio de conocimientos e incluso la transferencia de tecnología, lo que favorece una mayor innovación en todo el mundo.
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