Los métodos alternativos de solución de controversias (en sus siglas en inglés ADR, Alternative Dispute Resolution) ofrecen una serie de ventajas para resolver disputas relativas a la propiedad intelectual. La mediación en particular es una opción atractiva para aquellas partes que tienen un especial interés en preservar o mejorar su relación comercial, que desean mantener el control sobre el proceso de solución de la controversia y que valoran la confidencialidad o aspiran a alcanzar una solución rápida sin dañar su reputación.
Las partes en contratos o relaciones relativos a derechos de propiedad intelectual suelen compartir dichos objetivos cuando se plantea una controversia. Entre los ejemplos de dichos contratos pueden citarse licencias de patentes, licencias de know-how y de marcas, contratos de franquicia, contratos en el ámbito de la informática, contratos multimedia, contratos de distribución, joint-ventures, contratos de investigación y desarrollo, contratos de empleo en empresas de alta tecnología, fusiones y adquisiciones que incluyan aspectos de propiedad intelectual, acuerdos de promoción de actividades deportivas y contratos en las industrias editorial, musical y cinematográfica.