Maryanne Diamond está a la espera de que se produzca una revolución.
Desde el nacimiento de la Sra. Diamond en Australia durante la década de 1950, los avances tecnológicos han reconfigurado en gran medida la manera en que la mayoría de las personas crean y difunden información, y tienen acceso a ella.
Sin embargo, según la Sra. Diamond, cuyos progenitores descubrieron que era ciega a las seis semanas de nacer, la revolución de la información no ha transformado aún las vidas de cientos de millones de personas con discapacidad visual que viven en el mundo, especialmente en las regiones más pobres. La Sra. Diamond confía en que el cambio esté en vías de producirse.
“La información es poder. Usamos la información para tomar decisiones importantes en la vida y decisiones acertadas acerca de nuestras vidas. Los ciegos y las personas con discapacidad visual de todo el mundo esperamos con ansiedad poder transformar nuestras vidas” dijo. “Insto a todos los gobiernos a que ratifiquen y apliquen de manera urgente el Tratado de Marrakech.”
Al comienzo, los libros no eran lo más urgente para la Sra. Diamond, matemática de formación. Los libros en braille son pesados y escasean en los estantes de las bibliotecas. Incluso ahora, solo una pequeña cantidad de textos impresos está disponible en formatos accesibles para las personas con discapacidad visual: los activistas denominan a esa situación el “hambre de libros”.
A lo largo de una larga carrera profesional, durante el extenso período de tiempo en el que vivió con sus hijos de corta edad en el extranjero, la historia era siempre la misma: la carencia persistente de libros de texto, libros de viajes y guías de ciudades. “Tenía que recurrir a otras personas para adquirir información,” dice la Sra. Diamond.
Esa es la razón por la que se dedicó a la defensa de los derechos de las personas ciegas, hasta llegar a la presidencia de la Unión Mundial de Ciegos, un grupo que tiene su sede en el Canadá y que se dedica a promover los intereses de las personas con discapacidad visual.
La Unión Mundial de Ciegos y la Sra. Diamond particularmente han sido decisivos para la creación, promoción y adopción del “Tratado de Marrakech”, que algunos denominan el Tratado de “los libros para los ciegos”.
Tras años de esfuerzo, muchos Estados miembros de la OMPI adoptaron el tratado en junio de 2013 al final de una conferencia de negociación de alto nivel celebrada en Marrakech bajo los auspicios del Reino de Marruecos. Los negociadores, agotados tras años de conversaciones coronadas por la maratónica sesión de negociación de diez días que tuvo lugar en esa localidad, festejaron la adopción bailando hasta altas horas de la noche al son de la música interpretada especialmente por Stevie Wonder, la leyenda de la industria musical que había prometido desplazarse hasta Marruecos para la adopción del tratado.
El tratado tiene por fin facilitar la creación y difusión a escala internacional de textos adaptados especialmente para satisfacer las necesidades de las personas con discapacidad visual. Según la Organización Mundial de la Salud, en el mundo hay más de 285 millones de personas con discapacidad visual, el 90% de ellas en países en desarrollo.
Los beneficios del Tratado de Marrakech se harán notar cuando sea ratificado por 20 países. Hasta la fecha, solo lo han ratificado unos pocos países; la India fue el primero de ellos, a mediados de 2014.
Ya se están intensificando los esfuerzos para la aplicación del tratado. La Sra. Diamond mencionó la labor del Consorcio de Libros Accesibles (ABC), que está poniendo en práctica iniciativas para fomentar la disponibilidad de libros en formatos accesibles. Entre las actividades del ABC figuran el fortalecimiento de capacidades, el respaldo a las normas y tecnologías de edición “accesibles desde la creación” y una base de datos que facilita la búsqueda internacional de textos en formatos accesibles.
Así pues, a pesar de haber dedicado años a ese empeño, la labor de la Sra. Diamond no ha hecho sino comenzar. “Con la adopción del tratado no se llega al final del recorrido, sino que solo ha terminado la primera etapa. Todavía queda una labor ingente por hacer antes de que podamos decir que hemos resuelto el problema del hambre de libros,” manifestó la Sra. Diamond ante el público asistente al acto de TEDx.