Los nuevos parámetros de la innovación
Por Sacha Wunsch Vincent, Oficial Principal de Asuntos Económicos, División de Economía y Estadística
La innovación constituye un motor central del crecimiento, del desarrollo económico y de la creación de mejores puestos de trabajo. Asimismo, permite a las empresas competir en el mercado mundial y encontrar soluciones a los problemas tecnológicos y económicos. Tras la publicación del Informe mundial de propiedad intelectual de la OMPI en noviembre de 2011, la Revista de la OMPI inicia una nueva serie de artículos donde se examinan las nuevas tendencias de la innovación desde una perspectiva económica. En este primer artículo, el autor analiza los nuevos parámetros de la innovación y la evolución del uso de la propiedad intelectual para abrirse paso por el terreno de la innovación.
Figura 1: El gasto en I+D está concentrado
principalmente en los países de ingresos altos
Gasto mundial en I+D en 1993 y 2009, por grupos de
ingresos, en dólares equiparados al poder adquisitivo de 2005
Nota: Los datos sobre I+D se refieren al gasto interno bruto en I+D.
El grupo de ingresos altos comprende 39 países, y el grupo de
ingresos medianos y bajos, 40 países. La paridad del poder
adquisitivo se obtiene mediante las tasas de conversión de divisas
que se convierten a una moneda común e igualan el poder
adquisitivo de diferentes monedas.
(Fuente: Estimaciones de la OMPI, a partir de datos del Instituto de
Estadística de la UNESCO, Eurostat y la OCDE, septiembre de 2011.)
Cambios en la geografía de la innovación
A lo largo de la historia, no han dejado de evolucionar los parámetros de la innovación, es decir, “quiénes innovan”, “cómo innovan” y “para qué innovan”. Comprender esos cambios es sumamente importante para garantizar un entorno normativo favorable.
En algunos estudios se estima que en los países de ingresos altos, la innovación, es decir, el acto de crear nuevos productos o procesos, representa hasta el 80% del crecimiento de la productividad de la economía en su conjunto. En el ámbito empresarial, las empresas que innovan obtienen mejores resultados que las empresas que no lo hacen, e impulsan el crecimiento económico.
Los datos relativos a la investigación y el desarrollo (I+D) y los modelos de inversión ofrecen algunas ideas interesantes sobre las nuevas tendencias en la innovación. Si bien los países de ingresos altos siguen dominando el gasto mundial en I+D, se está estrechando la brecha tecnológica entre países ricos y pobres, y cada vez se está internacionalizando más la innovación.
Entre 1993 y 2009, el gasto mundial en I+D prácticamente se duplicó en términos reales. Puesto que durante este mismo período también se produjo un fuerte crecimiento de la economía mundial, el porcentaje de producto interno bruto mundial dedicado a la I+D se incrementó más modestamente, del 1,7% en 1993 al 1,9% en 2009.
Los datos sobre I+D también ponen de manifiesto que la proporción del gasto del PIB destinado a I+D en países de ingresos altos —alrededor del 2,5%— es más del doble que la de los países de ingresos medios, y representa aproximadamente un 70% del gasto mundial en I+D. También indican que los países de ingresos bajos y medianos aumentaron su participación en el gasto mundial en I+D en un 13% entre 1993 y 2009. China representa más del 10% de este aumento, lo que sitúa a este país como el segundo país del mundo que más dinero destinó a I+D en 2009, superando al Japón por primera vez.
Sin embargo, el gasto en I+D es sólo una cara de la moneda. El rendimiento de la innovación en las economías depende de una inversión más general en los conocimientos, más allá del gasto formal en I+D, en la que figura especialmente la inversión en la educación y la introducción de nuevos equipos.
La innovación no tecnológica, es decir, la innovación en materia de organización, comercialización, diseño y logística, es también un importante potenciador de la productividad. La creciente importancia del conocimiento como fuente de valor —y la propiedad intelectual como medio de aprovechamiento de ese valor— se refleja en el rápido crecimiento de la inversión de las empresas en activos intangibles, que en algunos países está superando a la inversión en activos tangibles. La evaluación complementaria (basada en investigaciones) del valor de mercado de las empresas del índice Standard & Poor’s 500 indica que los activos intangibles representan alrededor del 80% del valor medio de una empresa.
La creciente internacionalización de la innovación
La creciente movilidad de los estudiantes, de trabajadores especializados y de científicos fomenta el intercambio internacional de conocimientos. El elevado aumento del porcentaje de artículos científicos y técnicos que entrañan la colaboración de autores de países distintos, así como la proporción cada vez mayor de patentes de invenciones en las que figuran inventores de más de un país, son una prueba más de esta tendencia.
Cada vez hay más empresas multinacionales que crean instalaciones de I+D en diferentes países, y determinados países de ingresos medianos experimentan un crecimiento muy rápido. Entre las mil empresas que más gasto destinan a I+D en el mundo hay un pequeño número de multinacionales de países de ingresos medianos, principalmente de China y la India, que llevan a cabo una I+D comparable a la de las multinacionales de países de ingresos altos. La creciente influencia económica de esos países está dando lugar a la denominada innovación "frugal", "inversa" o "por goteo", que hace hincapié en el desarrollo de productos destinados a satisfacer las necesidades de los consumidores en estos mercados. Si bien sus efectos económicos todavía no están claros, esta nueva tendencia ya está influyendo en las estrategias de gestión de la propiedad intelectual de las empresas (véase el artículo Promover la innovación ecológica: Entrevista con General Electric).
¿Está aumentando la innovación colectiva y en colaboración?
Un elemento muy debatido del nuevo paradigma de la innovación es que los procesos de innovación son cada vez más colaborativos. Si bien se ha hecho hincapié en que la innovación tiene un carácter cada vez más "colectivo", evaluar la verdadera magnitud e importancia de la innovación colectiva no es tarea exenta de dificultades. Por un lado, resulta difícil establecer una clara distinción entre las estrategias de innovación colectiva y las alianzas de colaboración ya aplicadas en el pasado. Asimismo, resulta difícil seguir el rastro de la implantación de las estrategias de innovación "colectiva" dentro de las propias empresas.
Si bien algunos hechos parecen demostrar que se produce una mayor colaboración, como la creciente tendencia al copatentamiento a nivel internacional y a la formación de alianzas de I+D en algunos sectores, está claro que la colaboración formalizada está lejos de ser la norma.
Abundan ejemplos de nuevos enfoques, principalmente las iniciativas de tercerización masiva, los premios y concursos, y las plataformas de Internet en las que las empresas plantean problemas. La innovación colectiva y la propiedad intelectual a menudo son complementarias en estos contextos, en el sentido de que las plataformas de innovación colectiva por lo general comparten reglas similares sobre la cesión de la propiedad intelectual y la propiedad de las ideas generadas. La propiedad intelectual puede ser asumida por la empresa que plantea la iniciativa como parte del premio en metálico, o bien estar sujeta a un acuerdo contractual de concesión de licencias o de otra índole.
La titularidad de la propiedad intelectual como elemento fundamental de la estrategia empresarial
Figura 2: El patentamiento en otros países es
el principal motor del aumento de las solicitudes
de patente en todo el mundo
The Surge in Worldwide Patent Applications, PCT/WG/4/4.
Estudio preparado para el Grupo de Trabajo del Tratado
de Cooperación en materia de Patentes (PCT).
Ginebra: Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
(Fuente: OMPI (2011)
En los últimos años, a medida que la titularidad de activos de propiedad intelectual ha pasado a adquirir mayor importancia en las estrategias de las empresas innovadoras, la política de propiedad intelectual se ha convertido en uno de los ejes de toda política de innovación.
Las últimas estadísticas sobre propiedad intelectual publicadas por la OMPI en diciembre de 2011 apuntan a una creciente demanda de solicitudes de patente, que ha pasado de 800 mil solicitudes en todo el mundo a principios de 1980 a una estimación cercana a los 2 millones en 2010. Este aumento se ha producido en diferentes oleadas, impulsado por el Japón en la década de 1980, después por los Estados Unidos de América, Europa y la República de Corea en la década de 1990 y, más recientemente, por parte de China.
Aunque existen muchas explicaciones para este rápido crecimiento, algunas de las cuales son específicas de los países y los sectores, cabe destacar dos tendencias principales, a saber:
- La creciente integración económica y una tendencia entre los solicitantes a buscar la protección por patente en el extranjero. El análisis de la actividad de patentamiento en todo el mundo en función de las denominadas primeras solicitudes (la primera vez que se presenta una solicitud de patente en cualquier parte del mundo) y las solicitudes posteriores de la misma invención en otros países indica que éstas últimas representan algo más de la mitad de ese crecimiento en los últimos 15 años.
- El crecimiento de la inversión de fondo en conocimientos. La comparación del crecimiento en el número de primeras solicitudes con el aumento en el gasto real en I+D indica que, para el mundo en su conjunto, ha crecido más rápido el gasto que las solicitudes. Esto da a entender que el crecimiento del patentamiento se basa en la inversión de fondo en conocimientos. Dicho esto, las pautas de patentamiento y de I+D varían considerablemente entre países y sectores, con importantes repercusiones sobre cómo innovan las empresas.
La demanda de otros derechos de propiedad intelectual también ha experimentado un crecimiento notable. Las solicitudes de registro de marca en todo el mundo aumentaron de un millón por año a mediados de la década de 1980 a cerca de 3,7 millones en 2010. Del mismo modo, las solicitudes de registro de diseños industriales de todo el mundo aumentaron a más del doble, desde alrededor de 290.000 en 2000 a 650.000 en 2010.
Figura 3: Pagos e ingresos en concepto de regalías
y licencias en alza en el plano internacional
Pagos e ingresos en concepto de tasas por regalías y licencias,
en millones de dólares EE.UU. (izquierda) y como porcentaje
del PIB (derecha), 1960-2009
Nota: Los datos del PIB proceden del Banco Mundial.
(Fuente: OMPI a partir de datos publicados en
Athreye, S. y Yang, Y. (2011). Disembodied Knowledge
Flows in the World Economy. Working Paper Series of the
Economics and Statistics Division.
Ginebra: Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
Aumento de los mercados de conocimientos basados en la propiedad intelectual
La cada vez más frecuente concesión de licencias de derechos de propiedad intelectual y la aparición de nuevos intermediarios en los mercados de tecnología apuntan a un incremento de los mercados de conocimientos basados en la propiedad intelectual y a un aumento en el comercio de la propiedad intelectual en las últimas décadas. En términos nominales, los ingresos internacionales en concepto de tasas por regalías y licencias aumentaron de 2.800 millones de dólares de los EE.UU. en 1970 a 27.000 millones de dólares en 1990, y aproximadamente a 180.000 millones de dólares en 2009, lo que supera el crecimiento del PIB mundial.
Los intermediarios de los mercados de tecnología llevan existiendo muchos años, pero están aumentando los nuevos "creadores de mercados", como las cámaras de compensación, los intercambios, las subastas y las empresas de corretaje de propiedad intelectual. Las universidades y los organismos públicos de investigación también están creando cada vez más oficinas de transferencia de tecnología para aprovechar su propiedad intelectual.
Sin embargo, siguen estando en estado embrionario las dimensiones y el alcance del comercio de la propiedad intelectual. Los datos disponibles indican que en la mayoría de los países las empresas suelen conceder licencias sobre menos del 10% de sus patentes, y que los ingresos en concepto de tasas por regalías y licencias oscilan entre el 1% y el 3% de los ingresos totales. Si bien los mercados de tecnología son pequeños con relación a los ingresos de las empresas o de la producción económica general, cada vez influyen más en la forma en que se lleva a cabo la innovación, y, por tanto, merecen una atención especial.
Las nuevas políticas y prácticas en materia de propiedad intelectual
El cambio en el panorama de la innovación está poniendo en tela de juicio antiguas prácticas empresariales. Las empresas tienen que adaptarse para seguir siendo competitivas. Más allá del aumento del uso de los mercados de los conocimientos y de los nuevos intermediarios de propiedad intelectual, las empresas y otras organizaciones también están experimentando con nuevas políticas y prácticas de propiedad intelectual. Entre ellas figuran las siguientes:
- Comunicación pública sin patentes: Algunas empresas optan por publicar los pormenores de las invenciones que no tienen intención de patentar. La publicación defensiva de las divulgaciones técnicas levanta el velo del secreto sobre tecnologías potencialmente importantes y evita asimismo que otros traten de obtener patentes basadas en esas ideas (véase, por ejemplo, la base de datos Prior Art Database de IP.com).
- Las donaciones de propiedad intelectual: Una empresa puede dar a conocer parte de su propiedad intelectual al público, a otras empresas o a innovadores. Esto puede suceder cuando la empresa donante no considera valiosa económicamente la propiedad intelectual o si la invención requiere una mayor labor de desarrollo que no está dispuesta a asumir. Estas donaciones también pueden tener por fin obtener beneficios sociales más generales. Así, por ejemplo, en el marco de la iniciativa de la OMPI WIPO Re.search, varias empresas decidieron poner determinados activos de propiedad intelectual a disposición de los investigadores para acelerar el desarrollo de terapias para las enfermedades tropicales desatendidas, el paludismo y la tuberculosis.
- Colaboración con las universidades: Cuando tratan con las universidades, las empresas aplican cada vez más su creatividad en la formulación y la aplicación de sus políticas de propiedad intelectual, tratando de fomentar la cooperación y de asegurar el control (piénsese, por ejemplo, en las alianzas de Philips con hospitales universitarios para desarrollar diversas soluciones sanitarias.).
- Los consorcios de patentes: Recientemente, se han creado diversos consorcios de patentes para hacer frente a problemas de salud, medioambientales y otro tipo de problemas sociales que están demostrando ser beneficiosos para los titulares de patentes y el conjunto de la sociedad. Estos acuerdos permiten la introducción de nuevas tecnologías y promueven la compatibilidad de diferentes tecnologías. Por ejemplo, varias empresas de tecnologías de la información han creado el consorcio Eco-Patent Commons para poner a disposición pública patentes relacionadas con el medio ambiente.
Mientras que algunas tendencias de la innovación se conocen bien, merece la pena seguir examinando otras. No cabe duda de que los parámetros de la innovación seguirán evolucionando en los próximos años. Algunas de las tendencias es probable que se mantengan, y otras aparecerán por sorpresa. Por consiguiente, resulta indispensable que los responsables políticos, los empresarios y los investigadores permanezcan vigilantes ante las arenas movedizas de la innovación, a fin de velar por la evolución constante de un marco normativo favorable y la aplicación de estrategias eficaces de gestión de la propiedad intelectual.
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.