Global Health Biotech: tender puentes entre la ciencia y la empresa
Por Catherine Jewell, División de Información y Difusión por Medios Digitales, OMPI
La profesora Keolebogile Shirley Motaung es investigadora biomédica y directora de Transferencia de Tecnología e Innovación de la Universidad de Tecnología de Durban (Sudáfrica). En 2015, basándose en su propia investigación científica sobre el uso de plantas medicinales en la ingeniería tisular de huesos y cartílagos, la profesora Motaung fundó Global Health Biotech (PTY) Ltd.
La pasión de la profesora Motaung por la investigación biomédica y su comercialización le ha granjeado numerosos premios importantes en Sudáfrica por tender un puente entre la ciencia y la capacidad empresarial. Así, por ejemplo, en 2020 recibió el Premio Shining Light de Ciencia y Tecnología de la Fundación Motsepe. Y en 2018 obtuvo el Premio a la Investigación para la Innovación del Foro Nacional de Ciencia y Tecnología de Sudáfrica, además de ser elegida Mujer más innovadora del año en los Premios a la Excelencia de las Mujeres de Gauteng. La profesora Motaung analiza por qué es tan importante contribuir a que la investigación universitaria se traduzca en productos y servicios que permitan crear nuevas empresas y generar empleo.
¿Qué le movió a empezar a investigar los remedios a base de plantas para tratar las lesiones musculoesqueléticas?
Siempre me han interesado la ciencia y el sistema musculoesquelético y tenía curiosidad por ver cómo las plantas medicinales que componen el rico patrimonio floral de Sudáfrica podían utilizarse para curar inflamaciones y lesiones musculoesqueléticas. En 2010, a mi madre le diagnosticaron osteoartritis, también conocida como artritis degenerativa. Se trata de una dolencia común que afecta a millones de personas de todo el mundo y que se da con mayor frecuencia en las rodillas, las caderas, la zona lumbar, el cuello, las pequeñas articulaciones de los dedos y la base del pulgar. En el caso de mi madre, se trataba de las rodillas. La sustitución de la articulación (artroplastia) es el tratamiento recomendado para la osteoartritis en fase avanzada, pero debido a las largas listas de espera que hay en los hospitales públicos sudafricanos para este tipo de intervenciones, los pacientes suelen tener que vivir con dolor crónico durante años. Mi madre tuvo que esperar cuatro años antes de conseguir una cita para operarse la rodilla. Para entonces, su estado se había deteriorado tanto que la cirugía ya no era una opción. Así que quise encontrar una forma de aliviar el sufrimiento de los pacientes con osteoartritis.
¿Y qué le impulsó a fundar Global Health Biotech?
Siempre había soñado con convertir mi investigación en un activo comercial. Fundar Global Health Biotech fue una oportunidad para hacerlo. Mi propia investigación científica me convenció de que las plantas medicinales podían utilizarse para modificar y regenerar el tejido óseo y el cartílago. Durante mi investigación trabajé muy estrechamente con la Dra. Johannah Mpilu, una curandera tradicional, y con dos estudiantes de doctorado, que ya se han titulado, la Dra. Makwese Maepa y el Dr. Mapula Razwinani, y juntos creamos la empresa y desarrollamos nuestra pomada antiinflamatoria natural, La-Africa Soother .
Hay dos factores clave que me impulsaron a crear la empresa. En primer lugar, quería demostrar que es posible convertir las ideas científicas en activos comerciales mediante la creación de una empresa derivada de la Universidad. Y, en segundo lugar, aunque quiero enseñar a mis alumnos a investigar y convertirse en científicos, también quiero enseñarles a ser empresarios. Y al fundar Global Health Biotech, pude incorporar a la empresa a los doctores Makwese Maepa y Mapula Razwinani, para que también aprendieran a ser empresarios.
Háblenos de sus productos.
Nuestro producto más vendido es una pomada tópica antiinflamatoria a base de plantas que se llama La-Africa Soother, que alivia los dolores musculares y articulares. La utilizan habitualmente los deportistas, los entusiastas del fitness y otras personas que realizan actividades físicas. Se aplica tanto antes como después de la actividad física para prevenir cualquier dolor muscular previsto. A diferencia de otros productos similares, se centra más en la prevención que en la cura.
Hoy en día, las universidades dependen de las ayudas públicas. Eso tiene que cambiar. Los gobiernos tienen que alentar a las universidades a comercializar la PI que se deriva de su investigación.
También estamos desarrollando un implante de factor morfogenético de origen vegetal (PBMF) para curar el tejido óseo y cartilaginoso dañado. Ofrece un tratamiento alternativo para reparar fracturas óseas, y tejidos óseos y cartilaginosos dañados por la osteoartritis y otros trastornos. Las plantas medicinales que utilizamos se liofilizan y se convierten en un biomaterial inyectable que los médicos pueden utilizar para tratar defectos óseos y cartilaginosos en lugares precisos. El factor morfogenético de origen vegetal se encuentra actualmente en fase de estudio en animales. Aumenta la formación de hueso nuevo y cura los huesos de forma rápida e indolora, sin necesidad de operaciones dolorosas. Y es asequible. Prevemos que su uso contribuirá a reducir el número de pacientes que requieren cirugía y a disminuir las listas de espera de los hospitales.
¿En qué momento se dieron cuenta de que la propiedad intelectual era importante?
Desde el principio, estaba claro que la propiedad intelectual (PI) sería fundamental para el futuro de Global Health Biotech. La PI fue la base del acuerdo con la Universidad para crear la empresa derivada. Desde entonces, también hemos obtenido la licencia de una tecnología de la Universidad de Stellenbosch para desarrollar un batido de proteínas apto para veganos, que reduce la inflamación y promete ser un medicamento antiinflamatorio no esteroideo más eficaz y con menos efectos secundarios. El hecho de que la Universidad haya sufragado las tasas de la patente y que yo haya podido obtener la licencia a un coste mucho menor ha ayudado mucho a nuestra empresa. Naturalmente, la PI también es fundamental para la estrategia de comercialización de la empresa; el registro de nuestra marca nos permite crear un reconocimiento de marca y ampliar nuestra base de clientes.
¿Por qué es importante para las universidades y los investigadores prestar atención a los mercados?
Hoy en día, las universidades dependen de las ayudas públicas. Eso tiene que cambiar. Los gobiernos tienen que alentar a las universidades a comercializar la PI que se deriva de su investigación. Las carteras de PI de la mayoría de las grandes universidades de investigación están repletas de productos maravillosos, pero la mayoría de esas invenciones no llegan a ninguna parte porque no hay profesionales cualificados para llevarlas al mercado. Esa es la razón por la que estoy trabajando para cambiar la forma de redactar las propuestas de investigación. Desde luego, es estupendo que los investigadores publiquen sus trabajos, pero también es importante que piensen en cómo su trabajo puede beneficiar a la comunidad y crear puestos de trabajo para sí mismos y para otros. Antes dábamos prioridad a la excelencia académica, para que nuestros mejores estudiantes acabaran engrosando las filas del paro. Ahora, tenemos que motivarlos para que creen productos y servicios comercializables a partir de sus investigaciones, de manera que generen beneficios para ellos mismos y para la comunidad.
¿Cómo está trabajando exactamente para cambiar la mentalidad dentro de la universidad y entre los estudiantes?
Me complace decir que la Universidad de Tecnología de Durban está totalmente de acuerdo con mi enfoque. Está en consonancia con el compromiso de la Universidad y su estrategia ENVISION 2030 para que el conocimiento se aplique en la práctica. En cuanto a los estudiantes, he creado un marco más orientado a la empresa para las propuestas de investigación, por ejemplo, sustituyendo los "antecedentes" y la "justificación" por el "concepto empresarial". Y en lugar de definir el problema de investigación, les propongo que definan su "propuesta de valor". Esto anima a los estudiantes a pensar en el problema que quieren resolver, la medida en que la solución que proponen satisface las necesidades del cliente y en qué forma es única o mejor que la oferta que ya existe. También he incluido un análisis de mercado (para que empiecen a pensar en el mercado objetivo, los asociados y los competidores, etc.), así como las previsiones financieras y la propiedad intelectual para que se planteen cómo van a ganar dinero con su trabajo. Y en lugar de informes sobre los progresos, espero que mis alumnos se centren en la evolución de su concepto empresarial y en cuestiones como la estructura de su empresa, la marca, la creación de redes, la comercialización y las ventas, así como en cuestiones operativas. Pero, por supuesto, también hay que dar cabida al fracaso y ayudarles a preparar un plan alternativo cuando las cosas no funcionen.
Soy una firme defensora de formar a los estudiantes de investigación para convertirse en empresarios.
La forma tradicional de investigar en la universidad carece de este enfoque empresarial. Soy una firme defensora de formar a los estudiantes de investigación para que se conviertan en empresarios.
¿Qué más pueden hacer las universidades para potenciar la comercialización de la investigación?
Las universidades tienen que cultivar una mentalidad diferente entre el personal docente. Tienen que empezar a incorporar la capacidad empresarial en el plan de estudios, de modo que, como estudiantes de grado, aprendan a enfocar su investigación de posgrado. Las universidades también tienen que capacitar a los estudiantes para comercializar sus ideas, por ejemplo, mediante programas flexibles y preferentes de concesión de licencias. Otras medidas importantes son la creación de una incubadora de empresas para ayudar a los estudiantes a comercializar sus ideas y animar activamente a los investigadores a asociarse con la industria y las pequeñas empresas. Naturalmente, si quienes financian la investigación dieran prioridad a la investigación con potencial de comercialización, realmente se impulsaría el cambio que necesitamos ver.
A la hora de formular sus políticas en materia de PI, las universidades deben tener una idea clara de lo que va a ocurrir con la tecnología resultante de la investigación. No basta simplemente con obtener patentes. Tienen que conceder activamente licencias de uso de esas tecnologías patentadas y crear oportunidades para que los estudiantes de investigación accedan a ellas y las lleven al mercado. Eso les permitirá explotar su investigación, aumentar la producción e incluso realizar desarrollos posteriores. Esto es extremadamente importante dada la situación económica actual y los elevados niveles de desempleo.
Es estupendo que los investigadores publiquen sus trabajos, pero también es importante que piensen en cómo su trabajo puede beneficiar a la comunidad y crear puestos de trabajo para sí mismos y para otros.
¿Cuál ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado a la hora de crear la empresa?
Asegurar la financiación fue, con mucho, el mayor reto. Afortunadamente, la empresa cuenta ahora con la certificación de nivel 1 del programa Broadbased Black Economic Empowerment (B-BBEE), lo que significa que es 100% de propiedad negra. El proceso de registro de nuestros productos en la Autoridad Reguladora de Productos Sanitarios de Sudáfrica (SAHPRA) también fue tedioso. Se necesitó mucho tiempo para obtener la aprobación final. Aunque están elaborados a base de plantas, nuestros productos son el resultado de una intensa labor de investigación y desarrollo y de rigurosas pruebas de seguridad y eficacia, que, por supuesto, son una parte muy importante del proceso.
¿Cómo comercializan sus productos?
Nuestra pomada La-Africa Soother puede obtenerse a través de nuestro sitio web y de Instagram. También está disponible en algunos gimnasios. Ha tenido muy buena acogida y estamos recibiendo pedidos. Por eso hemos nombrado recientemente a un responsable de ventas para ampliar nuestras actividades de comercialización.
¿Cuáles son las principales lecciones que ha aprendido en su trayectoria empresarial?
En primer lugar, que llevar un producto al mercado puede requerir mucho tiempo. También he aprendido que hay una gran diferencia entre presentar datos de investigación y presentar una propuesta empresarial a los inversores. He adquirido muchas destrezas empresariales, desde cómo recaudar fondos y realizar negociaciones hasta cómo conseguir ventas. Y, por supuesto, todo lo que se diga sobre la importancia de la determinación y la perseverancia es poco.
En segundo lugar, las universidades tienen que cambiar la manera de formar a los estudiantes de posgrado para conseguir que la investigación se traduzca en productos y servicios que beneficien a la sociedad y contribuyan a la economía nacional.
A la hora de formular sus políticas en materia de PI, las universidades deben tener una idea clara de lo que va a ocurrir con la tecnología resultante de la investigación. No basta simplemente con obtener patentes. Tienen que conceder activamente licencias de uso de esas tecnologías patentadas y crear oportunidades para que los estudiantes de investigación accedan a ellas y las lleven al mercado.
Y, en tercer lugar, los modelos de redacción de propuestas de investigación deben orientarse más hacia el mundo empresarial e incluir consideraciones como la propuesta de valor y el segmento de mercado.
¿Qué le aconsejaría a otras pymes en lo que respecta a la PI?
Las pymes pueden obtener licencias sobre derechos de propiedad intelectual de las universidades, y las que lo hacen pueden conseguir mejores resultados cuando adoptan un enfoque "científico" a la hora de adoptar decisiones fundamentales. Esto les permite formular hipótesis, ponerlas a prueba y, a continuación, decidir si siguen adelante, cambian o abandonan una idea basándose en las estimaciones de probabilidad que indican el potencial comercial de su idea. Sobre todo, hay que tomar las críticas con una cierta cautela y perseguir el propio sueño.
¿Cuáles son sus planes para el futuro?
Mi objetivo es que nuestros productos estén disponibles en todo el mundo y, en particular, en las comunidades de ingresos bajos y medianos. Quiero que Global Health Biotech sea un proveedor líder a escala mundial de productos de origen vegetal clínicamente probados y asequibles para tratar las lesiones musculoesqueléticas.
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.