Por James Nurton, escritor independiente
El valor mundial de los activos intangibles pasó de 61 billones de dólares de los EE. UU. en 2019 a 74 billones de dólares de los EE. UU. en 2021, según el informe Global Intangible Finance Tracker de Brand Finance. Además, Ocean Tomo ha constatado que los activos intangibles representan el 90 % del valor de las empresas incluidas en el índice S&P 500. No obstante, son muchas las empresas ricas en activos de propiedad intelectual (PI) con dificultades para conseguir financiación, sobre todo empresas emergentes y pymes. ¿A qué se debe? Una de las razones es que a los inversores les resulta más difícil valorar y analizar los activos intangibles (por ejemplo, los conocimientos técnicos y los datos) que los activos físicos (tangibles), como los bienes inmuebles, la maquinaria y las existencias.
Por consiguiente, encontrar formas de proporcionar acceso a la financiación mediante activos intangibles, y resolver el problema de la financiación respaldada por la PI, se está convirtiendo en una prioridad en todo el mundo. En noviembre de 2022, la OMPI organizó un diálogo de alto nivel sobre el tema, y dio a conocer un plan de acción estructurado en tres partes destinado a: 1) mejorar la visibilidad y la importancia de la financiación mediante activos intangibles; 2) proporcionar información sobre la situación al respecto, y 3) dotar de herramientas a las partes interesadas en los ecosistemas financieros y de valoración.
“Encontrar formas de proporcionar acceso a la financiación mediante activos intangibles, y resolver el problema de la financiación respaldada por la PI, se está convirtiendo en una prioridad en todo el mundo”.
Como señaló el director general de la OMPI, Daren Tang, en su discurso de apertura del diálogo de alto nivel: “Los activos intangibles son como la materia oscura del mundo financiero: misteriosos y en buena medida invisibles, aunque ahora ejerzan una influencia enorme y cada vez más evidente en nuestras empresas y economías”.
La buena noticia es que actualmente hay varias iniciativas, tanto del sector privado como del público, encaminadas a brindar oportunidades de financiación respaldada por la PI. Una de ellas la dirige BDC Capital, el brazo inversor del Banco de Desarrollo de Negocios del Canadá, un banco dedicado a los empresarios canadienses.
En julio de 2020, BDC Capital puso en marcha el primer fondo de financiación del desarrollo de la PI en el Canadá, dotado con 160 millones de dólares canadienses (119 millones de dólares de los EE. UU.) y destinado a financiar a empresas canadienses con entre 3 y 10 millones de dólares canadienses. Desde entonces, BDC Capital ha recibido unas 1.500 solicitudes de financiación y ha cerrado 15 transacciones.
El sólido equipo de BDC Capital encargado de la financiación respaldada por la PI está formado por ocho personas y dirigido por la socia gerente Lally Rementilla. Lally se trasladó con su equipo al banco desde Quantius, una entidad de préstamos comerciales alternativa de Toronto, a la que se incorporó en 2015, tras haber trabajado anteriormente en empresas como Lucent y Lavalife. Durante su etapa como directora financiera y, posteriormente, directora ejecutiva, Quantius invirtió en innovadoras empresas ricas en activos de PI, como Baanto International, Acerus y Lambda Solutions.
“En 2015, nadie sabía bien qué era la financiación respaldada por la PI; las pymes solo disponían de financiación de litigios”, afirma Rementilla. Reconoce que los mercados de capital funcionan de manera poco eficiente y que para las empresas innovadoras es difícil conseguir financiación. “Esas empresas contaban con patentes, conocimientos técnicos, software, datos y contratos con clientes y, sin embargo, los mercados no les atribuían ningún valor”, explica.
La estrategia de Rementilla consistió en establecer un equipo capacitado para valorar y analizar adecuadamente los activos intangibles, incluidos los derechos de propiedad intelectual registrados, como los de patentes y marcas, y otros activos, como secretos comerciales, software, datos y algoritmos. Lally se refiere a esa labor como “profundizar en la cartera de PI de una empresa”, y añade: “No nos limitamos a examinar el valor atribuido a la cartera de PI. Queremos saber cómo crea un foso económico alrededor de la empresa que le permita aumentar su cuota de mercado en el futuro y su valor para posibles inversores o compradores”.
El equipo de BDC Capital cuenta con especialistas en negocios, tecnología y PI, que colaboran estrechamente para evaluar y analizar cada oportunidad de inversión. Lo examinan todo, desde el equipo que respalda la tecnología y la estrategia de gestión, hasta la posible explotación comercial y la situación de la competencia.
“No nos limitamos a examinar el valor atribuido a la cartera de PI, sino que queremos saber cómo crea un foso económico alrededor de la empresa, que le permita aumentar su cuota de mercado en el futuro y su valor para posibles inversores o compradores”.
Lally Rementilla
Una de las cuestiones prioritarias para la financiación respaldada por la PI es, como señala Rementilla, que haya “una clara concordancia entre las estrategias de negocio y de PI”. Esto significa que las empresas deben ser capaces de justificar los activos de PI que tienen (en particular con información sobre solicitudes de PI y concesiones), cómo se corresponden esos activos con sus principales productos y servicios y flujos de ingresos, y por qué su propuesta de valor es única en sus mercados. Y afirma que “algunas empresas no están preparadas para ello”.
Para poder conseguir financiación, las empresas deben ser capaces de demostrar, preferiblemente con datos relevantes, que ofrecen una propuesta única de venta en su mercado, así como de convertirse en una empresa líder en su sector a escala mundial. Rementilla añade que BDC Capital no asume riesgos asociados con tecnologías nuevas, de modo que las empresas deben estar ya en la fase de comercialización de su innovación, o a punto de iniciarla.
Además, quienes estén interesados en conseguir financiación deberían estar abiertos a recibir sugerencias de los inversores. Rementilla afirma que el valor de la PI puede variar a medida que avanza la tecnología y se comercializa el producto o servicio asociado. Por consiguiente, BDC Capital realiza un seguimiento de las carteras de PI a lo largo del tiempo y suele solicitar informes dos veces al año, lo que puede dar lugar a una modificación de las valoraciones. Y, más aún, puede aportar nuevas ideas, dado que cada cartera se revisa para dar respuesta a preguntas como las siguientes: ¿Se necesitan más búsquedas del estado de la técnica? ¿Es necesario revisar con más frecuencia la situación de la PI en el campo en cuestión? ¿Se conoce bien la situación de la competencia? ¿Hay alguna oportunidad de negociación de licencias tecnológicas o de fusiones y adquisiciones?
BDC Capital no tiene preferencias por una tecnología específica a la hora de invertir. Sus 15 primeras transacciones abarcaron empresas canadienses muy diversas, pero sobre todo empresas de los sectores de la sanidad, la sostenibilidad y las soluciones empresariales. Su primera transacción, con la empresa de robótica Novarc Technologies, con sede en Vancouver, fue una de las más fructíferas.
Novarc se especializa en el diseño y la comercialización de robots colaborativos (conocidos como cobots) para su uso en la industria, en particular en tareas de soldadura. Fundada en 2013, creció un 1.235 % de 2016 a 2019 y ocupó el puesto 45 entre las empresas canadienses de mayor crecimiento en 2020. Se ha expandido desde América del Norte a Asia, Europa y Oriente Medio.
Uno de los puntos fuertes de Novarc es el uso de la inteligencia artificial (IA) y la robótica para ofrecer soluciones de automatización que ayuden en la realización de trabajos de soldadura en talleres de fabricación de tuberías, lo que está resultando cada vez más necesario debido a la inminente escasez de profesionales de la soldadura en todo el mundo. Desde sus inicios, Novarc se ha esforzado por proteger su PI y sus activos intangibles, en particular mediante patentes.
En febrero de 2021, BDC Capital anunció que había proporcionado a Novarc 2,6 millones de dólares canadienses en capital de crecimiento. El director ejecutivo y cofundador de la empresa, Soroush Karimzadeh, en el momento del anuncio, declaró que el fondo de financiación respaldada por la PI “es un producto único no dilutivo que faltaba en el ecosistema financiero del Canadá y que puede facilitar la transición de las rondas de inversión semilla y estratégica a la etapa de obtención de ganancias”.
Según Rementilla, el análisis realizado por BDC Capital indicaba claramente que la cartera de PI de Novarc “permitía a la empresa diferenciarse en el mercado”. Novarc contaba también con una potente plataforma de software y podía reunir datos sobre la forma en que los profesionales de la soldadura realizaban las distintas tareas, lo que le otorgaba una importante ventaja competitiva a la hora de desarrollar futuros algoritmos y productos.
También señala que el caso de Novarc es un buen ejemplo de cómo la financiación respaldada por la PI puede “servir de catalizador de inversiones del sector privado”. En septiembre de 2022, Novarc consiguió financiación en la ronda de Serie A de Graham Partners Growth, la estrategia de capital de crecimiento de la firma de inversión privada Graham Partners. En el anuncio de su inversión, Graham Partners señaló que “la combinación de Novarc de hardware y software protegidos por derecho de autor permite a la empresa posicionarse como proveedor preferente de soluciones de soldadura de tuberías basadas en la IA en diversos mercados”.
Gracias a la financiación de BDC Capital, Novarc pudo seguir invirtiendo en I+D, lo que, a su vez, dio lugar a nuevas oportunidades de financiación. Rementilla subraya que hay buenas razones para que los inversores del sector público y privado colaboren, y que debería fomentarse esa colaboración. Los fondos de capital de riesgo, por ejemplo, pueden aportar conocimientos técnicos y especializados en sectores industriales específicos que van más allá de los recursos de que disponen los bancos de desarrollo.
Novarc no deja de crecer. El Financial Times la incluyó en la lista de las empresas de más rápido crecimiento de América en 2022, y en la lista Advanced Manufacturing 50 de CB Insights, que clasifica las 50 empresas privadas de fabricación avanzada más prometedoras del mundo.
En vista de las 15 transacciones que ha cerrado, Rementilla se muestra “muy optimista” sobre el futuro de la financiación respaldada por la PI, como forma sostenible de facilitar el acceso a fondos para empresas basadas en gran medida en activos intangibles, que está ganando cada vez más apoyo: “El debate sobre el tema es cada vez más interesante y fundado, y se advierte cierta sintonía entre los Gobiernos y el sector privado. Parece que ya no es necesario tratar de convencer. La gente está hablando de ello y de cómo ponerlo en práctica para apoyar la creatividad y la innovación, lo que está generando mucho más interés en el sector de la PI”.
Por ejemplo, AON, una de las principales empresas mundiales de servicios financieros, cuenta con un equipo especializado en soluciones de estrategia, valoración y riesgo en materia de PI. En el último año, ha financiado con 50 millones de dólares de los EE. UU. a Anonos, empresa especializada en la privacidad de los datos, y con 35 millones de dólares de los EE. UU. a GRUBBRR, empresa proveedora de tecnologías de autoservicio, estableciendo una estructura de deuda con la PI como garantía.
Se está fomentando la financiación respaldada por la PI en países tan diversos como la República de Corea y Portugal. Conviene mencionar la iniciativa Inovadora COTEC puesta en marcha en Portugal para distinguir a las empresas en función de factores como la capacidad de innovación y la PI. Ya se ha evaluado a más de 800 empresas.
En septiembre de 2021, la empresa japonesa de biotecnología Spiber (fabricante de tejidos con materiales de origen no animal, como la seda artificial que imita la seda de araña), tras haber obtenido inicialmente una financiación de 183 millones de dólares de los EE. UU, reunió 311 millones de dólares de los EE. UU. en una ronda de financiación a la que contribuyó principalmente la empresa de capital privado Carlyle. Y no se trata solo de patentes y tecnología. En julio de 2020, American Airlines consiguió un préstamo de 1.200 millones de dólares de los EE. UU. de la división de banca comercial de Goldman Sachs, de los cuales 1.000 millones quedaron garantizados por los derechos de marca y nombre de dominio de la empresa.
Rementilla se muestra satisfecha por los avances logrados y señala que sería deseable una mayor cooperación internacional, objetivo al que la OMPI está dando prioridad mediante su plan de acción al respecto, que contribuirá a compartir conocimientos más allá de las fronteras nacionales y a promover nuevos enfoques de financiación.
Además, la tecnología está influyendo en el proceso de análisis de las empresas y sus carteras de PI, debido a la introducción de la inteligencia artificial. “En 2015, se habrían necesitado seis semanas y decenas de miles de dólares para conseguir una evaluación externa. Hoy en día, el análisis de datos y el aprendizaje automático permiten automatizar gran parte de las tareas de evaluación”, afirma Rementilla.
“La tecnología también está influyendo en el proceso de análisis de las empresas y sus carteras de PI, debido a la introducción de la inteligencia artificial”.
Con una mayor cooperación internacional, un mejor intercambio de conocimientos entre los profesionales y un mayor uso de herramientas de valoración y análisis basadas en la IA, la financiación respaldada por la PI podría llegar a ser accesible para empresas de diferentes tamaños y en diferentes etapas de desarrollo. Sería muy buena noticia para los innovadores, los inversores y quienes se benefician de la comercialización de activos intangibles, y permitiría que los ecosistemas de innovación de todo el mundo crecieran y evolucionaran.
En noviembre de 2022, la OMPI puso en marcha su Plan de Acción de Financiación mediante la PI con el objetivo de que la financiación mediante activos intangibles (el uso de la PI y otros activos intangibles como fuente de financiación) “pase de ser una actividad marginal a ser una práctica generalizada”, según afirmó el subdirector general de la OMPI, Marco Alemán.
El plan consta de tres partes principales. La primera tiene por objeto mejorar la visibilidad de la financiación mediante activos intangibles y poner de relieve su importancia fundamental para lograr un éxito económico compartido. Para ello se recurrirá a plataformas de debate, como el Diálogo de Alto Nivel sobre el Acceso a la Financiación mediante Activos Intangibles, que reúnen a actores de los ámbitos de la financiación, los negocios y la PI tanto del sector público como del privado, así como al establecimiento de grupos consultivos de especialistas para profundizar en cuestiones fundamentales. El primer diálogo de alto nivel tuvo lugar en noviembre de 2022 y se prevé celebrar una segunda edición en noviembre de 2023.
La segunda parte del plan de acción se centra en constituir una base de datos empíricos. Los informes de los países ofrecen de primera mano un análisis de cómo se está utilizando la propiedad intelectual para aumentar el acceso a capital asequible. Esos informes sirven también para iniciar debates sobre la financiación mediante la PI tanto en la comunidad dedicada a la PI como fuera de ella. Además, están previstos algunos proyectos de investigación, incluidos análisis de las tendencias comerciales en las industrias creativas.
La tercera parte del plan está concebida para proporcionar una serie de herramientas prácticas que ayuden a las partes interesadas a conseguir financiación respaldada en la PI mediante deuda o acciones, incluidas un conjunto de herramientas para ayudar a los prestatarios, los prestamistas y los inversores a comunicarse de forma más eficaz con los financiadores. En esta parte del plan de acción también se estudiarán formas de mejorar la transparencia en relación con la titularidad y las transacciones de PI, a fin de facilitar las relaciones y los intercambios que se requieran para que la financiación mediante la PI resulte beneficiosa.
El propósito de OMPI Revista es fomentar los conocimientos del público respecto de la propiedad intelectual y la labor que realiza la OMPI, y no constituye un documento oficial de la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no entrañan, de parte de la OMPI, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios o zonas citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La presente publicación no refleja el punto de vista de los Estados miembros ni el de la Secretaría de la OMPI. Cualquier mención de empresas o productos concretos no implica en ningún caso que la OMPI los apruebe o recomiende con respecto a otros de naturaleza similar que no se mencionen.